Os vais a enterar todos

Populismo por doquier. Es la palabra de la semana y va camino de convertirse en la palabra del año. Populismo. Da lo mismo que se hable de Trump que de Le Pen, de los ultraderechistas húngaros, de los defensores del Brexit, de Maduro en Venezuela o de las primarias de Podemos en España.

Populismo

Catalogar el voto antisistema como populista es una fórmula cómoda para hacernos sentir bien. Tranquilos y reconfortados. Solemos despachar ese voto con displicencia, adjudicándoselo a gente poco preparada y/o engañada que no sabe lo que se hace. Solo que, cada vez más, ese voto acaba triunfando en las urnas. Entonces, nos echamos las manos a la cabeza.

Un voto, además, que no aparece en las encuestas. Y es que hay un voto, erróneamente considerado como populista, tanto de derechas ¿extremas? como de izquierdas ¿ultras?; con un componente que los institutos demoscópicos parecen no detectar. Un componente que podríamos definir como “Estoy-hasta-los-huevos. Os vais a enterar todos”. Un componente visceral -no irracional- que va más allá de la desafección política o del hartazgo de los partidos tradicionales.

united kingdom exit from europe relative image
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Va para diez años que la crisis nos viene golpeando con fuerza, de forma demoledora. Diez años letales que se han cebado con las clases populares de la sociedad y que han diezmado lo que antes se llamaba clase media. Un período extremadamente largo que ha ahondado de forma abismal la brecha de la desigualdad, cercenando las expectativas y esperanzas de millones de personas.

Personas que, no pudiendo encarar el futuro con un mínimo de optimismo y conociendo el pasado del que venimos, miran a su alrededor y ven que el empobrecimiento no ha sido equitativo. Que hay determinados sujetos, culpables por acción u omisión de esta crisis, que siguen viviendo muy bien. Y que, encima, se permiten dar lecciones de moralidad. Y consejitos. Y avisos para navegantes, desplegando sus maniobras orquestales en la oscuridad.

Trumpazo

Estas personas, vapuleadas una y otra vez, no dicen a los encuestadores todo lo que sueltan, cabreadas, en las barras de los bares. Personas obligadas por las circunstancias a tragar, pero que no se conforman. Personas que, convocadas a las urnas un domingo (o un martes) cualquiera, sujetan la papeleta electoral como el que empuña un machete y ejercen su legítimo derecho al voto de forma vindicativa, al grito de: ¡os vais a enterar!

Jesús Lens

1 Twitter Lens

La realidad paralela

¿De qué escribir hoy, sino del Trumpazo? Cualquier otro tema palidece frente AL tema del día. Del mes. Del año. Por ejemplo, el vicepresidente de la Junta de Andalucía lo tiene tan claro que, antes de que hubiera terminado el recuento de votos, ya le estaba exigiendo a Trump que respete la legislación laboral en las bases norteamericanas y las condiciones de los trabajadores españoles.

Trump IDEAL

De hecho, testigos presenciales afirman que Trump, antes de dar su discurso como vencedor de las elecciones norteamericanas, estuvo dudando si incluir unas palabras dedicadas a Manuel Jiménez Barrios, fuertemente impresionado por sus tempraneras reclamaciones. Y a este ejemplo (y otros) sobre la Realidad Paralela dedico hoy una pensadilla en IDEAL.

Me pregunto si esta falta de conexión con la realidad, la lógica y el sentido común la provocan el ocupar un cargo importante en una administración como la Junta de Andalucía o si viene de serie.

Porque, según parece, en la Consejería de Salud no se habían enterado del descontento profesional, social, médico y ciudadano que sacudía Granada con el tema de la fusión hospitalaria, quedándose muy sorprendidos por los resultados de las manifestaciones y concentraciones de estas semanas.

Trump Realidad Paralela

O ahí tienen a Sandra García, que después de anunciarse otro retraso en la puesta en marcha del Metro, dice entender al alcalde Paco Cuenca, pero no compartir su desacuerdo. Según ella, se mantiene la hoja de ruta, sin que la Junta haya paralizado nada. ¿En serio? ¿De verdad? Entonces, lo del aplazamiento, ¿a quién se lo achacamos? Al chachachá, seguramente… De este tema hablamos aquí hace unos días.

Cuando era joven, inocente y bienintencionado, pensaba que este tipo de declaraciones eran fruto del maquiavelismo político. Que, a veces, se hacían los tontos para tratar de justificar lo injustificable. Ahora ya no. Ahora estoy convencido de que hay mucha gente instalada en una realidad paralela, creyéndose las excusas, mentiras y fabulaciones que sus colaboradores, amigos y familia urden para ellos.

Personas que, a golpe de argumentario, viven convencidos que las cosas son como ellos creen que son. O como a ellos les gustaría que fueran. Personas absolutamente desconectadas de lo que pasa en la calle y que, de repente, se ven vapuleados por la realidad.

Esto No es lo que parece
Esto No es lo que parece

Después de lo del Brexit y lo de Trump, ¿qué más pruebas necesitan los partidos tradicionales de la falta de confianza en sus discursos, propuestas y promesas electorales? Mucho se critica al populismo. ¿Qué tal si nos paramos a reflexionar sobre los porqués del mismo?

Jesús Lens

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Trumpazos

 

Sobre Donald Trump y su nominación por parte de los republicanos a la presidencia de los Estados Unidos no voy a decir todo eso que piensa usted, que pienso yo, que piensan nuestros amigos y que piensa la mayoría de la gente que piensa. ¿Para qué insistir, si todos pensamos lo mismo?

Trumpazo

Pero sí hay un par de aspectos en todo lo que rodea a Trump sobre los que es interesante reflexionar. En primer lugar, lo de su absoluta incorrección política, desatada precisamente en el país que la inventó y la exportó al resto del mundo civilizado. Y sobre ello hablo en mi artículo de hoy de IDEAL.

Los ataques de Trump a las minorías étnicas latinas, por ejemplo, solo han servido para consolidar más y mejor su posición entre una parte importante de los votantes tradicionales del Partido Republicano. Cuanto más se incendiaban las Redes, más votos cosechaba Trump.

Trump comiéndose (o haciendo como que se come) el famoso Taco Mexicano
Trump comiéndose (o haciendo como que se come) el famoso Taco Mexicano

Pienso que si alguno de los candidatos españoles hubiera soltado una boutade por el estilo, habría tenido que dimitir. No se hubiera aceptado. Aunque no las tengo todas conmigo. Que cuando José Torres dijo lo de las mujeres, la belleza y la desnudez, no hubo consecuencias. Inmediatas.

La pregunta es: ¿ha liquidado Trump la corrección política en el lenguaje? Sinceramente, me gustaría pensar que sí. Que tanto buenismo, por momentos, asfixia. Y confunde. Y aplana los discursos, los mensajes y las posturas.

Sin embargo y a sensu contrario, deberíamos reflexionar sobre el empobrecimiento moral que lleva en volandas a un tipo con ideas xenófobas y racistas que no se molesta ni en disimularlas. El mismo síntoma que ha estado a punto de conducir a la presidencia austriaca a un ultraderechista. ¿Es política o es (in)cultura? O, quizá, sean las dos caras de una misma moneda.

Ultraderecha Austria

Nos hartamos de criticar la telebasura, pero sus shares cada vez son más incontestables. Y, además, lo contaminan todo. El otro día, por ejemplo, choqué contra la tertulia de un programa deportivo. ¿Qué bazofia era aquello? Un cruce constante de insultos forofistas que convertían en atractiva e ilustrada una discusión de barra de bar entre dos borrachos.

Pero eso es lo que vende. Y lo que se convierte en Trending Topic, al ser compartido por medio mundo. De hecho, hemos rebajado tanto el nivel y hemos arrasado de tal manera el sustrato cultural de nuestras sociedades occidentales que corremos severo riesgo de ahogarnos en el fango.

Jesús Lens

Twitter Lens