Un trabajo infame

Seguro que ustedes lo han oído alguna vez: un graciosillo sin gracia, guarro y maleducado contumaz, que dice haber tirado papeles, basura o desperdicios al suelo porque, de esa manera, contribuye al mantenimiento del puesto de trabajo del personal de Inagra o de los acomodadores de los cines de turno.

Es uno de los ejemplos mejor acabados de la indigencia mental aplicada a la vida cotidiana: si hay quien trabaja recogiendo basura del suelo y yo tiro mis desperdicios de cualquier manera, contribuyo al mantenimiento de su puesto de trabajo. Luego les cuento la respuesta que yo les doy a estos especímenes.

Imagino que esa misma lógica es la que aplica en la contratación y gestión de determinados proyectos cuyos “logros” han podido ver ustedes viralizados, en las últimas semanas, a través de la web de IDEAL: 52 albañiles en las obras de una acera de 200 metros, en el camino de Alfacar (Ver AQUÍ); o cerca de 40, en una plaza de Joaquina Eguaras, (Ver AQUÍ)

En concreto, lo de este último vídeo resulta grimoso, con decenas de personas moviendo escombros en carretilla, en un radio de cinco metros cuadrados, que llenan, mueven y vacían como a cámara lenta. Hagan por encontrarlo. Es algo muy parecido a lo que Berlanga hubiera filmado, de estar vivito y coleando. Ustedes lo van a ver y no se lo van a creer: un niño de tres años, haciendo castillos de arena en la playa, resulta infinitamente más eficiente que el despelote mostrado por las imágenes.

Confieso que la primera vez que lo vi, pensé que era broma. Un fake. Una parodia. Pero no. Era cierto. Luego pensé, con una dosis de racismo clasista vergonzante, que eso no podía ser España. Que sería cualquier país del Tercer Mundo y que trataban usarlo para denigrarnos. Pero otra vez no. Era y es… Granada.


Cuando se habla de los desafíos de la digitalización y la amenaza de los robots, ver vídeos como los reseñados no sé si me reconcilian con la raza humana más picaresca y su trilera capacidad para tomarle el pelo al más pintado o me hacen abrigar esperanzas en la inminencia del Apocalipsis Zombie.

Termino con un consejo: al tiparraco que tira papeles para garantizar el puesto de trabajo del personal de limpieza, díganle que usted está muy por los dentistas y que, por tanto, rompe dientes.

Jesús Lens