El poder omnímodo de la Junta

“Cuando seamos líderes, con todo el poder omnímodo, no nos olvidaremos que usted nos toca las pelotas”. ¿Recuerdan el célebre discurso del representante estudiantil de Eton, interpretado por Gabino Diego en la portentosa “Amanece que no es poco”?

En Andalucía, el auténtico poder omnímodo lo tiene la Junta de Andalucía, convertida en una máquina burocrática tan elefantiásica que corre serio peligro de morir aplastada por su propio peso.

¿Leyeron el reportaje de Javier Morales del pasado 2 de noviembre sobre la carretera fantasma que bloquea la ampliación del PTS? Se lo recomiendo. (Lean AQUÍ) Es un documento fascinante para entender por qué estamos como estamos. Hago especial hincapié en unas palabras concretas del texto: “Llega aquí la contradicción: la Fundación (del PTS) que aspira a la ampliación está participada por la propia Junta. De hecho, el PTS contribuyó económicamente a la redacción del PGOU”.

¿A qué contradicción se refiere? A que, lo que impide la aprobación definitiva del referido PGOU es un informe de Carreteras, dependiente del gobierno central, y un puñado de documentos atrasados… ¡de la mismísima Junta de Andalucía!

Pero no se crean que este tipo de absurdas y kafkianas contradicciones son una excepción. Hace unos días leíamos con pasmo una información de Laura Ubago según la cuál, la Costa Tropical se libra en los juzgados de 52 multas por no depurar el agua en algunos municipios. ¿La razón? Muy simple: un negociado de la Junta denuncia y, como es otro negociado de la propia Junta el obligado a hacer las depuradoras que faltan, la Junta se gana los pleitos a sí misma. Con sus gastos y sus costas, por supuesto.  (Lean AQUÍ)

Y no olvidemos la famosa sanción del Nevada: 165 millones de euros de multa por la dejadez y la incompetencia en un pleito en el que diferentes negociados de la Junta actuaron muy al estilo de lo que ocurrió con en el Algarrobico, en su momento: sin enterarse de nada.

Los tentáculos de la Junta han crecido de tal manera que, en Andalucía, no hay actividad humana, empresarial, social o económica a donde no alcancen. Tentáculos que parecen ir cada uno por su lado, sin una cabeza que coordine su funcionamiento, de ahí el carajal que tenemos montado y que nos permite parafrasear a San Mateo: que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha.

Jesús Lens

Más millones, más. Más millones para Tomás

Había terminado de escribir la columna de ayer sobre la Liga de la Corrupción capitaneada por el PP (la podéis leer AQUÍ) cuando se hizo pública la noticia de que el Tribunal Supremo no admite a trámite los recursos interpuestos en el asunto del Nevada y, por tanto, la Junta tendrá que pagar a Tomás Olivo 165 millones de euros.

Lo mejor de todo es que la Junta ha señalado que lo hizo todo bien en ese tema. Que actuó correctamente. Y lo mantiene, con cara de cemento armado, a sabiendas de que sus servicios jurídicos ni siquiera comparecieron a una de las sesiones en las que se ventilaba el asunto.

No me consta que por semejante despropósito haya dimitido nadie. Ni que se hayan depurado responsabilidades por la manifiesta negligencia con la que se condujo el asunto. Lo que sí me consta es la lista de cosas que se podrían hacer con 165 millones de euros. Me consta a mí y a cualquiera que tenga la calculadora del móvil a mano. A la gente de Podemos, por ejemplo, que ya ha hecho una inmejorable disección de la hipotética utilidad práctica de esos 2.7225e10 millones de pesetas: he intentado hacer la traslación y la aplicación me ha petado.

¿Cuántos votos para Podemos y Ciudadanos habrá supuesto la actualidad informativa del pasado martes, con el PP chapoteando en la corrupción y el PSOE que gobierna la Junta de Andalucía poniendo en bandeja de plata 165 millones de euros a Tomás Olivo? Que mucho pleito y mucha gaita, pero el Nevada ahí está, en mitad de la Vega, amasando cantidades ingentes de dinero… sin que su apertura se haya notado un ápice en los insoportables niveles de desempleo de esta provincia. ¿Dónde están los miles de puestos de trabajo que iba a generar? Eso sí: el Metro impulsado por la Junta, bien que tiene una parada en su puerta.

No hay himnos rancios ni nacionalismos patrioteros que, ante este panorama, vayan a parar a Ciudadanos. Tampoco hay casoplones incoherentes ni hipotecas castrantes que, visto lo visto, puedan hundir el suelo de Podemos.

Jesús Lens