Carteles

La verdad es que, lo que me pide el cuerpo, es hablar de la estupenda velada salobreñera de ayer, para variar.

Pero no puede ser.

Hay que cambiar de registro, no sea que empecéis a pillarle ojeriza a la buena gente, las buenas ideas y la extraordinaria actividad cultural, comunitaria o social de nuestra otra casa, de nuestro rincón costero.

La próxima vez, venís y lo disfrutáis.

Hoy vamos a quedarnos con dos carteles, recordando el de ayer del Festival de Cine de San Sebastián.

Porque Cannes ya está aquí. Y celebra cumpleaños. Y, ¡atentos a quién sopla la velita!

Un Festival que va a presenciar el estreno de los nuevos títulos de buena parte de los pesos pesados del cine más o menos independiente de Yanquilandia, Europa y alrededores.

Aunque para estreno esperado, deseado y anhelado…

¡On the road! (Ya saludábamos aquí, alborozados, el excelente tráiler…)

¡Qué ganas, qué ganas, qué ganas!

Jesús el que sueña con carreteras Lens

¿Y los anteriores 12 de mayo? 2008, 2009, 2010 y 2011.

On the road

Al final no ha sido Coppola quién ha filmado «On the road». Pero Walter Salles es un tipo que nos gusta y que nos ofrece seriedad y credibilidad. Leo por ahí que una tal Kristen Stewart está dando que hablar por su interpretación. No la conozco. Confieso que, en mi vida cinéfila, todo eso del fenómeno Crepúsculo no me ha afectado nada en absoluto. Así que no tengo prejuicios. Solo digo que, viendo el tráiler, la película promete. Y mucho. Aquí un completo documento sobre los tortuosos caminos que ha seguido esta adaptación.

 

Nos gusta, la vida On the road…

 

Jesús roaddy Lens 

En los límites de la realidad

Vamos camino de Madrid.

El amanecer acaba de romper por el horizonte.

Nos cruzamos con una señal de trafico: «Madrid 45».

Avanzamos a toda velocidad, cabalgando hacia la capital del reino.

Confortados por un café caliente y una crujiente tostada, nos sentimos eufóricos.

Comienza una nueva jornada, tenemos trabajo complicado por hacer y logros importantes por conseguir.

Entonces, una nueva señal nos sale al paso: «Madrid 46».

Jesús confuso Lens

PD.- En el 2009, escribíamos esto, tal día como hoy. Y en 2010, esto otro.

COSAS QUE HACER EN 2011

Unas serán más probables que otras, aunque todas sean posibles. Unas serán fácilmente realizables. Otras, difícilmente conseguibles.

¿Qué es lo bueno de un año tan penoso como este 2010 que termina? Pues lo que decía Martín Favelis en esta clarividente viñeta.

Dejando a un lado lo personal y lo profesional y, por supuesto, obviando esas generalidades del tipo “la paz en el mundo”, “el final del hambre en los países pobres” o “la captura de Bin Laden gracias a un cable de Wikileaks”; siendo egoístas, subjetivos y absolutamente personalistas, ¿qué espero hacer, razonablemente, en 2011?

Empecemos por lo más sencillo: el cine. Y, a la vez, por lo más complicado. Porque si bien ardo en deseos por ver “El cisne negro” de Darren Aranofsky, con Natalie Portman, lo que no va a poder ser, al menos de momento, es conquistar a mi actriz favorita, la más deseada: no sólo ha confirmado que tiene pareja sino que, además, ha anunciado que será mamaíta en 2011. O sea que, por ahora, a la Portman sólo la veré en pantalla. ¡Ays!

Tengo muchas ganas de ver el Tintín de Spielberg & Jackson, lo nuevo de Danny Boyle, “127 horas”, y de comprobar si los genios de Pixar han sido capaces de hacer algo grande en la secuela de su, hasta ahora, peor película: “Cars”. Yo confío ciegamente en ellos, claro, pero el órdago es grande. En cuestión de héroes, me seduce “Thor” (también sale la Portman) y, en formato televisivo… soy como Rambo (viendo Día a Día).

En cuestión de música, dado que la industria discográfica está desmantelada, pensar en comprar discos es absurdo así que centrémonos en los conciertos. A los primeros que me gustaría ver, otra vez, sería a Mano Negra o, en su defecto, a la versión Radio Bemba Sound System: en los momentos más duros de la escritura de “Café Bar Cinema” me han insuflado toda su fuerza y su energía.

Además, citas pendientes: Gotan Project y Rokia Traoré. ¿Qué, cuándo y dónde podemos verles? Díganmelo y allá que nos plantamos. Y el afrobeat de Femi Kuti. Además, me gustaría ver a Youssou NDour, pero entre su público, en el Senegal, bien acompañado de los amigos que hicimos allá estos meses.

Y es que, con lo de viajar, me apetece tanto descubrir nuevos horizontes como volver a sitios en los que he sido feliz. Como Cuba. Como el propio Senegal, cuya Casamance ardo por conocer. Pero también ardo por descender el Amazonas, descubrir Sudáfrica, el Sur de los Estados Unidos, La Patagonia… ¡Nuevamente ays! Es, el mundo, tan grande…

Por leer… no sabría ni por dónde empezar, con los cientos del libros pendientes de se me acumulan en las estanterías. Cada título que leo, cada autor por el que me decido, supone dejar en la nevera a otro buen puñado de ellos. Pero abundaremos, claro que sí, en el género negro y criminal.

Quiero volver a jugar un Intercajas de baloncesto, con todo lo que ello conlleva. Y ser capaz de organizarme para estar en Gijón y en Agüimes. En Alcalá la Real y en Almuñécar y Salobreña. Porque las clásicas citas veraniego culturales son obligatorias: Semana Negra, Festival Tres Continentes, Etnosur, Jazz en la Costa y Nuevas Tendencias. ¿Seremos capaces? Porque este año le he prometido a Pedro Melguizo que no me pierdo Etnosur.

Y quiero hacer un nuevo On the road con mi Cuate Pepe (y quién se apunte). O varios. Pero con libro nuevo que presentar. Claro que sí. Con todo lo que (también) implica.

Disfrutar de algunos buenos platos, en casas de comidas conocidas o por conocer. Rebajar mi mejor tiempo en una Media Maratón, ser más fiel al Circuito de Fondo de Diputación y, en general, pensar más en Verde. Y en Negro.

¿Superficial? Claro. ¿Vago? También. Éstas son (solo) algunas de las piezas con que esperamos construir el mosaico de un año que ya está ahí, anhelante, a punto de dar un paso adelante y comenzar su más que complicada andadura.

¿El resto de las piezas?

Pues ya las iremos buscando, eligiendo, colocando, probando, desechando, consolidando… Y lo contaremos. Claro que sí.

O no.

¿Quién sabe? 😉

Jesús Mosaico Lens