Granada, en 11 puntos

Me ha gustado, y mucho, la futura Granada que, desglosada en 11 puntos, el PSOE ha enviado a todas las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento. A todas menos a VOX, de quienes pasa total y absolutamente.

Me siento identificado con la Granada que plantea el PSOE. Tanto que dan ganas de preguntarles por qué no la han propuesto antes. Es cierto que presentan el programa como continuidad de lo hecho en estos tres años de gobierno, pero el camino que queda por recorrer es largo, sinuoso y complicado.

El PSOE también podría aducir que ha estado solo este tiempo. Que, quienes auparon a la alcaldía a Paco Cuenca, ni le han acompañado ni le han ayudado. Muy al contrario, le han convertido en su pimpampun favorito, boicoteándole todo lo posible… y hasta lo imposible. Por ejemplo, la no aprobación de un presupuesto municipal desde los tiempos de Torres Hurtado.

Y ahí llegamos al quid de la cuestión. El PSOE describe una Granada muy ilusionante en sus 11 puntos. Bastante realista, además. No plantea túneles fantasmagóricos, teleféricos fabulosos ni fantasiosas infraestructuras de complicada financiación y una sostenibilidad más frágil aún. Acerca la capital al área metropolitana, atiende a las necesidades de los barrios y apuesta por la igualdad, la accesibilidad, la movilidad y la transparencia.

El PSOE dibuja una Granada que presta especial atención al empleo y que mira hacia delante, decididamente comprometida con la cultura, la ciencia, la innovación y las nuevas tecnologías.

El Dones para Granada

Entiendo que el documento enviado por el PSOE a los socios a los que trata de cortejar es puramente programático, pero echo de menos alguna referencia a lo que todos ustedes estarán pensando: ¿quién y cómo paga todo eso? ¿Y la herencia recibida? ¿Qué plantea el PSOE para hacer frente a una deuda descomunal y galopante que, solo en intereses, devora las arcas del municipio?

Es una cuestión incómoda. La confluencia de Cambril planteó la remunicipalización de determinados servicios. Tocará hablar sobre el IBI y las tasas, también. Son cuestiones que tendrá que afrontar la próxima corporación municipal y sobre las que deberían sentarse a hablar los hipotéticos socios de un futuro gobierno, aunque luzcan menos que los brillantes planes planteados por el PSOE.

Jesús Lens

De tres en tres

Resulta paradójico que, en la historia de Granada, se recuerde al famoso Tripartito de Moratalla como algo muy parecido al infierno cuando, según la lógica electoral del futuro inmediato, nuestro próximo alcalde necesitará el respaldo de, al menos, tres formaciones políticas diferentes.

Los portavoces de cada formación, oficiales u oficiosos, sostienen que les salen las cuentas. Imagino que utilizarán una de aquellas indescifrables calculadoras científicas del BUP porque a mí, con la del móvil, no me cuadran los 27 concejales. Quico Chirino, que de esto sabe lo suyo, dice que a él le salen 40. Y no. Va a ser que no…

Si Paco Cuenca quiere repetir, necesitará el apoyo de la confluencia de Cambril, pero es poco probable que, ni por esas, lleguen a sumar los 14 concejales. La gran incógnita es saber si Vamos Granada y/o Centrados por Granada sacarán concejal o solo arañarán unos cuantos miles de votos. Y si, de sacar concejal, apoyarán al PSOE.

En las derechas, la cosa es parecida. Dando por descontado el pacto entre Sebastián Pérez y Luis Salvador, la gran incógnita es saber qué harán si necesitan el voto de la ultraderecha para ser alcalde, uno u otro. Y qué exigirá la extrema derecha a cambio, posibles cabezas de cartel incluidas. ¡Eso sí que iba a ser un Tripartito, uno y trino!

Mientras, la campaña agoniza y hace agonizar a la gente, saturada de promesas, debates y discursos electorales. La decisión de Susana Díaz de adelantar sus elecciones nos ha obligado a tragarnos tres campañas seguidas y esto no hay cuerpo -ni cerebro- que lo soporte.

Más que nada porque lo realmente duro y complicado comenzará el domingo por la noche, a eso de las once, cuando se conozca el reparto definitivo de concejalías y haya que sentarse a negociar, sobre todo y en primer lugar, los planes económicos para sacar al Ayuntamiento de la ruina.

De ahí mi perplejidad de estos días al ver la campaña polarizada entre dos quimeras: el Gran Túnel de la Gran Granada y el desembovedado del Darro propuesto por PIUA que, con el Corredor Verde, sí había acertado de pleno. ¿Serán los tripartitos los que hagan pisar tierra firme a los concejales electos?

Jesús Lens