I’M BACK

Hablemos hoy de finales. De finales que son nuevos principios. Hablemos de una película como “El color del dinero”, segunda parte apócrifa de esa joya llamada “El buscavidas”

Porque sí hay segundas partes que fueron buenas, más allá de “El Padrino”.

“El color del dinero” está protagonizada por un joven jugador de billar, Vincent, y por su mentor, un antiguo jugador retirado, el mítico Eddie Felson. Tras muchos avatares, la pareja rompe sus relaciones profesionales y cada uno va por su lado. Hasta que se reencuentran. Sobre una mesa forrado con paño verde. Porque Eddie ha vuelto a jugar. Y busca desquitarse con su discípulo aventajado. Ambos aparecen en pantalla, frente a la mesa de billar. Hablan. Del futuro inmediato.

Golpean sendas bolas con sus tacos, para ver quién empieza la partida y después de hacer un saque prodigioso, seco y contundente, que resuena en la sala con la potencia de un cañonazo, Eddie pronuncia una de las frases más emocionantes de su carrera, unas palabras tan cortas y sonoras como su golpeo con el taco, un breve discurso, cargado de sentido y sentimiento:

“I`m back!”

Jesús Lens

THE SOCIAL NETWORK & BOARDWALK EMPIRE

Se equivocaban quiénes sostenían que Facebook estaba acabado. Que sea David Fincher el director que haya llevado a la gran pantalla la película sobre su fundación y su fundador ya muy elocuente. Y no va a ser una película fácil ni complaciente. Al menos, si atendemos a la música que Trent Reznor ha compuesto para la misma y que, como el Irreverendo Álex nos adelante, está abrasando la Red:

Y vamos con el trailer, que plantea dosis de inquietud:

Pero ya que hablamos de avances y trailers, atentos a éste:  posiblemente será la serie… de la década: «Boardwalk Empire», producida por Martin Scorsese (que dirige el piloto) y escrita por el alma de Los Soprano, Terence Winter. Mafia, años 20, Atlantic city… ¡uf!

Y, de paso, aprovechamos para recordar un temazo de los NIN:

SHUTTER ISLAND

De todas las películas pendientes de estreno de la última temporada, una de las que esperaba con mayor interés era «Shutter island», dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por un Leonardo di Caprio que, bien rodeado y mejor aconsejado, se está convirtiendo en el actor más interesante de su generación, con una más que envidiable filmografía a sus espaldas.

 

Y quería verla sin haberme sometido previamente al influjo de tráilers y demás material promocional, no permitiendo que nadie que ya la hubiera visto me dijera nada sobre ella. Y eso que, por supuesto, había leído la novela de Dennis Lehane en que está basada, hace ya un puñado de años.

 

Yo creo que fue antes siquiera de tener un Blog, cuando montamos un pollo de mucho cuidado con el envío masivo de «Shutter Islands» dedicados por su autor a algunos de vosotros. ¿Os acordáis? Leímos la novela más o menos a la vez y menuda tertulia literario-virtual mantuvimos… Para unos, Lehane habría sido un tramposo. Otros decían haber anticipado el final. Y algunos criticaban, precisamente, que Lehane había escrito la novela pensando directamente en su más que segura adaptación al celuloide, lo que finalmente ha ocurrido.

 

La pregunta es, por tanto, ¿qué os ha parecido la «Shutter island» película? ¿Habíais leído el libro previamente? ¿Os sorprendió el final a quiénes no lo conocíais? ¿Lo adivinasteis? ¿Os ha parecido una adaptación fiel al espíritu Lehane? ¿Se sostiene bien la película aún conociendo la historia?

 

Hago todas esas preguntas porque, la verdad, me gustaría conocer vuestra opinión antes de dar la mía. Que la tengo, claro. Y favorable y positiva, básicamente. Aunque Max von Sidow esté enormemente desaprovechado, la secuencia en el Pabellón C roce lo grotesco y el campo de Dachau parezca más sacado de una película española de bajo presupuesto que de una superproducción norteamericana, aunque formara parte de una secuencia onírica y no requiriera excesivo realismo.

 

Por cierto, antes de «Shutter island» y con el cine a reventar, pusieron los tráilers de dos películas españolas de inminente estreno. Una iba de jóvenes que quieren follar con otros jóvenes y la otra iba de unos chavales con ganas de follar. Más o menos.

 

No sé si, después, serán buenas, malas o regulares; pero el tufillo que dejaron en el cine y el clamor que despertaron entre el público fue algo parecido a… «la vin que mierda, las películas españolas, siempre igual y todas lo mismo». Quizá, después, sean unas comedias fantásticas, ingeniosísimas y divertidísimas, pero la pinta que tienen en los avances provoca arcadas.

 

Y, como me he indignado y estoy esperando vuestras respuestas sobre «Shutter island», no voy a comentar ese travelling lateral con el fusilamiento que tanto me gustó, made in Scorsese. Ni la banda sonora, a veces justamente estridente. Ni si las caras fantasmagóricas al estilo «niñas de El Resplandor» están más o menos justificadas o resultan efectistas en exceso.

 

Porque de lo que se trata, en esta ocasión, es de que seas tú quién comenta, reflexione y opine sobre «Shutter island», que casi seguro la has visto. ¿O no?

 

Jesús Lens, vago total.

CUALQUIER OTRO DÍA

No, queridos amigos, no. De ninguna manera. Perdónenme, pero discúlpenme: ¡NO!

 

Ni de broma voy a empezar hoy a leer la última novela de Dennis Lehane. ¿Estamos locos? No. Hoy no. Quizá sea cualquier otro día cuando comience a leer «Cualquier otro día», la última novela del autor de Boston, recién publicada por RBA Serie Negra.

 

Dennis Lehane. ¿Quién es ese tipo?

 

Pues ese tipo es el autor de la novela «Mystic River», a partir de la que Clint Eastwood rodó una de sus más recientes obras maestras. Y de «Adiós, pequeña, adiós», igualmente trasladada al cine en una modélica adaptación del imprevisible y sorprendente Ben Affleck.

 

Pero, además, en cuanto escriba las próximas dos palabras, entenderéis perfectamente por qué no pienso meterle mano a «Cualquier otro día».

 

Bueno, en vez de escribirlas, veámoslas:

 

Sí. «Shutter island». ¿Os acordáis? La que se montó hace un puñado de años, a costa de esta novela. De hecho, muchos de vosotros tenéis vuestro ejemplar, firmado por el autor, a su paso por «Negra y Criminal».

 

Entonces, si os acordáis de los efectos que provocaba «Shutter island», ¿por qué os extrañáis de que hoy NO vaya a empezar a leer «Cualquier otro día»? ¿Qué queréis? ¿Verme aún más ojeroso que ahora? ¿Que me recluya en casa, a leer? ¿Que deje de escribir, bloguear y salir a tomar cañas? ¿Que no vaya al cine hasta que termine de leer sus setecientas y pico de páginas?

 

No, amigos. Tras la adicción del 2009 a Lisbeth Salander, no me pidan que me enganche, nada más empezar el 2010, a otro autor narcotizante. Al menos, no hoy. Si os parece, lo dejamos para cualquier otro día… Y si no creéis en mi palabra, leed a Enric González, AQUÍ. O a Rosa Mora, AQUÍ.

 

Jesús Lens, que se está quitando.