España mesetaria vs. España invisible

El 5%. De repente, se convirtió en uno de los temas de conversación en redes. Tiene que ver con las elecciones madrileñas, ese nuevo vórtice que  amenaza con tenernos abducidos en las próximas semanas. Iba a ver si me enteraba de qué iba el tema, pero me dio pereza y opté por mirar las noticias de las diferentes comarcas granadinas de cara a la Semana Santa.

Lo he escrito otras veces: la polarización informativa entre Madrid y Barcelona es cada vez más asfixiante. La España vacía es, también, la España informativamente apagada. El ejemplo más claro lo hemos tenido con lo de Murcia y el efecto mariposa naranja, cuyo aleteo ha sido aprovechado por Ayuso, Iglesias & Co. para reforzar Madrid como centro neurálgico de la actualidad.

Lo que no afecta a Madrid y Catalunya no existe, lisa y llanamente. Ha hecho fortuna un concepto: mesetario, que todavía está por perfilar. Mesetarios son los políticos que usan al resto de provincias españolas para darse pisto y visibilidad en la Corte. Los periodistas deportivos que solo hablan del Granada C.F. cuando juega contra el Real, en Atlético o el Barça. Los humoristas del Foro que, sin gracia alguna, vuelven a los tópicos de la tapa y la malafollá.

No vamos a negar que las polémicas sobre la crisis de Gobierno, la inmadurez de Iglesias o el narcisismo de Díaz Ayuso son muy diver, tope guay. Como el transfuguismo, las idas y venidas, dimes y diretes y cambios de siglas y chaquetas. Los futuribles, o sea.

La tozuda realidad, sin embargo, viene dictada por un titular que, ayer, se nos hizo bola: “Granada es la provincia andaluza donde menos baja la incidencia del virus desde el inicio del año”. Por no hablar de este otro: “Granada registra 18 muertes más por coronavirus y un nuevo repunte de hospitalizaciones”. Y como remate: “2.260 negocios de hostelería de Granada han echado el cierre en un año de crisis”.

Las consignas de los políticos mesetarios, su polarización y tensión continua, corren el riesgo de convertirse en los árboles que no nos dejan ver el bosque. Ojalá el debate sobre socialismo, libertad, fascismo y el lado correcto de la historia fuera un intercambio de ideas sobre el futuro al que aspiramos. No lo es. Se trata de una pelea de gallos que azuzan los fantasmas del pasado para distraernos de la dolorosa y complicada realidad que nos azota.

Jesús Lens

 

España también existe

Notición. Tengo una de esas noticias de las de ‘¡Paren las rotativas!’. Permítanme compartir con ustedes una exclusiva sin precedentes: nieva en Madrid. ¿A que no se habían ustedes enterado? Pues nieva en Madrid. Mucho. Cantidad. ¿Cómo se han quedado? Escarchados, imagino.

Vaya por delante que, con cuarto y mitad de la nieve que ha caído en la capital del Reino, yo también habría subido mil quinientas fotos y vídeos a mis redes sociales. De hecho, había habilitado un par de raquetas Dunlop para hacerlas pasar por raquetas de nieve y sacarme fotos en mitad de la Avenida de Dílar vestido de trampero, como Jeremiah Johnson, avanzando con decisión entre la ventisca.

Me quejo por el empacho de imágenes compartidas de Madrid nevado, pero en realidad es envidia. ¡Filomena, qué te hemos hecho para que nos ignores de esta manera, que queríamos hacer esquí de fondo por los bosques de la Alhambra y tirarnos en trineo por la Cuesta del Chapiz!

Foto: Ramón L. Pérez

Ha nevado en tres cuartas partes de España, pero las noticias hablan casi en exclusiva de Madrid. Tiene su lógica, dado que, a pesar de todas las advertencias, había decenas de coches atascados, Barajas estaba cerrado y el AVE dormía en su nido. Aun así, estamos hasta el colodrillo del centralismo informativo.

Ahora ha sido Filomena, pero la semana anterior eran las ‘ayusadas’ y el Zendal, Almeida bailando la polca y Galapagar. Y la que viene serán Florentino y Zidane. Se le critica a Ángel Gabilondo que esté desaparecido en combate, pero tengo la sensación de que hasta él mismo está empachado de Madrid. Cómo será la cosa que empiezo a echar de menos noticias sobre Barcelona y procés…

A la hora de analizar el fenómeno de la España vacía o vaciada hay que echarle una pensada a la polarización informativa del eje Madrid-Barcelona. Y no hablo de fútbol, precisamente. Es necesario ampliar el eco y el alcance del maravilloso lema ‘Teruel también existe’ y clamar por la visibilización del resto de España.

Airport Board With Arrivals Departures Close Up

Galicia, por ejemplo. Seguro que pasa algo en Galicia que pueda resultar de interés. O Asturias, que sí lo ha petado con su extraordinaria campaña de vacunación, afortunadamente. ¿Qué pasa por los campos de Castilla y en la albufera valenciana? O en Extremadura. Seguro que algo pasa en Extremadura. ¡Queremos saber!

Jesús Lens

Acertar con las nuevas medidas

Hace unos días les hablaba de la ponzoñosa realidad frentista y enfrentada de la política contemporánea, tanta fuerza invertida en destruir al otro, caiga quien caiga y sea al precio que sea. (Aquí lo pueden leer). Una dualidad empobrecedora que en nuestro país sufre de otra dialéctica con una capacidad de absorción que para sí la quisieran los agujeros negros de Alfa Centauri: Madrid-Barcelona.

Igual que, en su momento, nos empachábamos con las noticias sobre Barcelona, la Generalitat y el independentismo; estos días solo existe Madrid. A nada que te descuides, acabas hablando con soltura de los límites que separan Ciudad Lineal del barrio de Salamanca, corriendo el riesgo de olvidarte de lo que pasa en tu barrio. O en la residencia Río Fardes de Benalúa, donde han muerto por coronavirus varias personas en los últimos días. Y aquí no pasa nada.

Seguimos el duelo al sol protagonizado por Illa y Díaz Ayuso, en vivo y en directo, on line y en streaming, con más pasión e interés que un Barça-Real Madrid. ¿Cómo afectará esa pugna, de rebote, a las nuevas medidas que anunciará la Junta de Andalucía estos días? Medidas que tienen muy inquieto, lógicamente, al sector de la hostelería, que se echa a temblar ante una hipotética nueva reducción del aforo.

Jorge Matas, preparando la tapa ganadora
Foto: Alfredo Aguilar

Hacer pronósticos es gratuito. Aun así, creo que la Junta promulgará medidas más estéticas que otra cosa. La reducción de las reuniones a grupos a seis, por ejemplo. El seis tiene pinta de ser tendencia para el otoño-invierno. Y lo mismo le echan el cierre definitivo a las barras para evitar que la gente se arracime en torno al grifo de cerveza. En cualquier caso, se va a llevar mucho lo de seguir tomando el café y las cañas en las terrazas, a pesar del frío. Habrá que hacerse con bufandas, plumones y forros polares para pegarse bien a las estufas.

Lo que sí espero es que no cierren los parques. Me parece una medida muy desacertada que, como económicamente no afecta a ningún colectivo con altavoz, a los políticos le sale gratis. Un punto más en su lista de ‘Cosas que estamos haciendo para frenar el coronavirus’. Transmite una sensación de actividad y dinamismo, aunque resulta difícil de entender qué ventajas aporta frente a los muchos perjuicios que provoca.

Hoy es lunes. Lunes de recuento, otra vez. Aunque Madrid siga en el candelabro, conviene estar atentos a lo que pasa en nuestra propia casa.

Jesús Lens