Negritud cinematográfica

En las últimas semanas se han estrenado tres películas con un denominador común: su negritud. Y no en el sentido policíaco del término.

Como reacción a la polémica que sacudió los Oscar del pasado año, en la edición de 2017 compiten varias cintas escritas, dirigidas e interpretadas por afroamericanos que cuentan historias de ciudadanos negros obligados a enfrentarse al sistema. Y de ello hablo hoy en IDEAL.

La canóniga “Figuras ocultas” muestra a tres mujeres de color que trabajaban en la NASA y que, además de demostrar su enorme valía, tuvieron que romper mil y un prejuicios hasta conseguir incorporarse a proyectos a la altura de sus altísimas capacidades.

“El nacimiento de una nación”, aunque cuenta con algunas secuencias impactantes, como la de los rebeldes colgados al son de la estremecedora canción “Strange fruits”, interpretada por Nina Simone; es un desastre a la hora de narrar la historia de Nate Parker, un instruido esclavo, buen conocedor de la Biblia, al que los propietarios de las haciendas del sur de los Estados Unidos usaban para amansar a los demás cautivos… y que terminó protagonizando una sangrienta rebelión.

La película quiere huir de tal manera de los clichés y de los lugares comunes que acaba resultando fría como el hielo, sin transmitir emoción alguna a un espectador que asiste incrédulo a cómo Nate Parker, en su excesivo triple papel de guionista, director y protagonista, destroza una historia que debería haber resultado emocionante y sobrecogedora.

Y nos queda “Moonlight”, la mejor de la terna, a la espera de ver “Fences”, con Denzel Washington. Dirigida por Barry Jenkins, cuenta la historia de Chiron, centrándose en tres momentos concretos y definitorios de su vida: cuando es niño, de adolescente y ya mayor.

Chiron, apodado Little, es un niño tímido y apocado que vive en una barriada pobre de Miami, con una madre adicta al crack, acosado en el colegio y protegido por un narcotraficante. A través de magníficas elipsis y de una opresiva narración basada en expresivos primeros planos, asistiremos a la evolución y al crecimiento de Chiron y a su forma de enfrentarse al complicado entorno en que vive.

Una narración que, de forma brillante -en este caso, sí- huye de los tópicos al uso y convierte a “Moonlight” en firme aspirante a arañarle algunos Oscar a la favorita “La La Land”… ¡con permiso de “Comanchería”, mi mejor apuesta perdedora para esta noche!

Jesús Lens

Genialidades en cartelera

Perdonen que esté tan insistido con el cine estos primeros días del año, pero es increíble el nivel de excelencia de varias de las películas que coinciden en cartelera. Por ello, y en previsión de tiempos más sombríos, déjenme que aproveche esta época de bonanza fílmica para seguir recomendándoles que vayan al cine. De ello hablo hoy en IDEAL.

En La La Land también van al cine

Por ejemplo, tienen que ver “La La Land”. Lo sé. No soy muy original con esta recomendación, que la gente está yendo a verla. Pero es que, y no siendo yo muy aficionado a los musicales, hablamos de una película deslumbrante, en el sentido más literal de la expresión.

 

“La La Land”, convertida por nuestros originales distribuidores en “La ciudad de las estrellas”, permite disfrutar de dos horas de luz y color, de música, baile y alegría, de sueños y decepciones. De la magia del cine, en su más pura esencia.

El argumento no es muy original, pero no importa: una actriz y un músico tratan de alcanzar sus sueños en Los Ángeles. La película cuenta lo que hacen para intentar triunfar y, sobre todo, incide en lo mucho que se ven obligados a renunciar en tan proceloso camino. Hasta llegar a uno de esos finales que ya forman parte de la historia del cine. Como el comienzo de “Up”, por ejemplo.

 

Y está “Frantz”, en el Madrigal, ese templo a la numantina resistencia cultural que, enclavado en el centro de Granada, nos sigue regalando joyas del cine más alternativo y a contracorriente. Como esta obra maestra de François Ozon que está enamorando a (casi) todos los que la ven.

Recién terminada la I Guerra Mundial, en un pueblo de Alemania, una muchacha acude todos los días al cementerio, a cumplimentar a su prometido, muerto en combate. De repente, un extranjero, un joven y atildado francés, empieza a hacer lo propio. ¿Quién es y por qué lleva flores a la tumba de un soldado enemigo?

 

A partir de ahí, todo lo que ustedes ya están imaginando… puede pasar. O puede que no. Porque la relación que se desarrolla entre los protagonistas tiene tantas dimensiones, es tan de ida y vuelta, que maravilla, sobrecoge y emociona.

Apenas llevamos quince días de 2017 y ya hemos disfrutado de “Comanchería”, “La La Land” y “Frantz”, tres obras maestras que nos reconcilian con el mejor cine de estreno. ¡Que siga la racha!

 

Jesús Lens

Silencio como regalo

Salvo desagradable e inimaginable sorpresa, el mejor regalo de Reyes para hoy, 6 de enero, nos lo traerá la cartelera, con el estreno de “Silencio”, la última película de Scorsese. O, mejor dicho, la más reciente. Que el bueno de Marty va para los 75 años y mejor no mentar la bicha. Y de ello hablamos hoy en IDEAL.

“Silencio” será una película llamada a descolocar a los espectadores que no conozcan bien la trayectoria de uno de los grandes directores de la historia del cine. Acostumbrados a sus thrillers, a sus cintas sobre la mafia y el crimen organizado y a lobos de Wall Street, “Silencio” puede pillar con el pie cambiado a más de uno.

Porque se trata de una película mística y religiosa, otro de los grandes temas de Scorsese, que enlaza con la muy polémica “La última tentación de Cristo” y con “Kundum”, su película más misteriosa, hermética y desconocida.

Japón. Siglo XVII. Dos misioneros jesuitas en busca de un tercero que, habiendo sido encarcelado y torturado, ha perdido su fe. ¿En serio? ¿Este es el argumento de la última película de Scorsese? ¿Sin drogas, pistolas, cuchillos, billetes verdes ni ajustes de cuentas?

Sí. Advertidos quedan. Reconozco que es una apuesta arriesgada. Sin embargo, para mí, no habrá mejor regalo que disfrutar de “Silencio” en un día tan señalado.

Y es que… ¡menuda forma de comenzar el año cinematográfico, con la imprescindible “Comanchería” (de la que hablamos aquí), con el último Scorsese y con “Passangers”, espectacular pero mediocre y desaprovechada cinta de ciencia ficción. ¡El género de moda! Este año disfrutaremos, por ejemplo, de la vuelta de dos sagas míticas: Alien y, sobre todo, Blade Runner. Sin olvidar la cita anual con Star Wars, por supuesto.

Sudo, nada más pensar en “Blade Runner 2049”. De hecho, y aunque evito ver los tráilers de las películas, no pude resistirme al de la segunda parte de una película mítica. Y, cuando Ryan Gosling se encuentra con Harrison Ford, créanme que tuve palpitaciones.

De hecho, Gosling será el tipo a seguir este 2017: además de ingresar en el mundo replicante, es protagonista de la inminente “La La Land”, una de las grandes favoritas al Oscar, y terminará el año interpretando a Neil Armstrong en “First man”.

Tres películas vinculadas, además, a dos de los directores contemporáneos con más personalidad: Damien Chazelle y Dennis Villeneuve, de los que hablaremos pronto. Pero antes… ¡Silencio!

Jesús Lens