Nuevas Tendencias

Igual que mi verano comienza, sentimentalmente, cuando la peña de los Gastrocafres nos reunimos en la playa de Cabria a comer espetos de sardinas; mi mes de agosto arranca en el festival Tendencias de Salobreña. Al menos, desde el año en que el incansable Colin Bertholet coordinó aquella magnífica exposición en homenaje y recuerdo a las viejas cassettes.

El Tendencias de este año tiene un neto sabor granadino, con Los Planetas como grandes cabezas de cartel de un festival multidisciplinar que también cuenta con los oscuros, pantanosos y fascinantes Guadalupe Plata, de quienes ya les hablé hace unas semanas, tras la presentación de su último disco en el Planta Baja. (Leer AQUÍ, su mestizaje con David Lynch)

Pero el Tendencias también tiene documentales y conferencias, redondeando una programación que vincula y marida diferentes disciplinas, algo que cada vez aprecio más en los festivales y citas culturales. Este año, la cantante Annie B. Sweet y el periodista Miguel Ángel Bargueño conversarán sobre ‘El poder de las mujeres en la música rock de ayer y de hoy’ y se proyectará ‘Mujeres’, de Coque Malla.

Pero lo mejor de que lleguen unas nuevas Tendencias es que nos dan la ocasión de volver a Salobreña, uno de los lugares del mundo que más quiero y donde me siento como en casa.

Cada vez soy más proclive a la vida knowmad: trabajar en movimiento. Es una de las grandes ventajas de internet y del 4G. En lo que va de año, he andado por Aragón, Cádiz, Lyon, Sevilla, Cuenca y nuestra más cercana Costa Tropical, siempre con el portátil y el móvil encima, escribiendo sin parar. Reconozco que, en ocasiones, me cuesta concentrarme cuando trabajo por ahí fuera, pero también me resulta muy inspirador escuchar otras voces y disfrutar de vistas diferentes a las habituales.

El Tendencias marca el pistoletazo de salida, también, para mi mes nómada por excelencia. Casualidades de la vida: tras años y años haciendo grandes viajes por países lejanos, este verano volveré a disfrutar de un gran viaje… por paisajes cercanos: ¡vuelve el verano en bermudas! Mañana les cuento más.

Jesús Lens

Profesionales nómadas

Apasionante el Espacio Knowmad que se celebró ayer en el Teatro CajaGranada, con diversas ponencias sobre el presente y el futuro inmediato del entorno laboral, sea dentro de la empresa o, sobre todo, como desafío autónomo. De ahí lo de Knowmad, una de esas brillantes palabras inglesas que fusionan dos términos tradicionales para alumbrar un concepto nuevo y diferente.

“Know” significa saber, conocer. Y “nomad”… pues eso. Nómada. Nómadas del conocimiento. Un neologismo que invita a ser innovadores, imaginativos y creativos; que fomenta el trabajo abierto y en colaboración con diferentes personas, en cualquier momento y lugar.

Lo que caracteriza a un buen knowmad es su conocimiento, su bagaje y su experiencia. Es él mismo, sus cualidades y su impronta personal, lo que marca la diferencia con el resto de trabajadores.

A lo largo de las diferentes ponencias escuchamos hablar de un montón de conceptos que conviene tener presentes a la hora de conducirnos por la vida. Sobre todo cuando de trata de cuidar nuestra huella digital. Si ustedes son lectores habituales de esta columna sabrán a lo que me refiero: somos lo que Google dice que somos. Y punto. Somos lo que tuitamos, lo que posteamos en las redes sociales, lo que publicamos en nuestros blogs.

Pero hay que serlo de verdad, que el postureo es muy fácil de detectar. Sobre todo por los responsables de recursos humanos. Como señaló una ponente del encuentro propiciado por Fundación Cajasol, los departamentos de personal utilizan Facebook para descartar candidatos a un puesto de trabajo sin tener que pasar por el engorro de la entrevista personal.

Me gustó especialmente la visión de Andrés Pérez Ortega, basada en cómo sobrevivir al apocalipsis profesional. Es un gran defensor de la marca personal como herramienta para poner en marcha esos proyectos paralelos que nos permitan ganarnos la vida fuera de las vías tradicionales.

Y ahí es donde entra otra posible acepción de Knowmads: locos. Porque “Mad” significa eso: chiflado. Y hay que estar un poco zumbado para salirse de los caminos más trillados y tratar de vivir dignamente a través de actividades diferentes a las convencionales, olvidando las oposiciones o los trabajos para toda la vida. Sobre todo, porque eso ya no existe.

Me ha gustado descubrirme como Knowmad, una mezcla entre profesional inquieto, colaborador externo con vocación de nómada… y tocado con un punto de locura.

Jesús Lens