Justin y la Espada del Valor

Desde que la gente de Kandor estuviera nominada al Óscar con «La dama y la muerte» (AQUÍ on line), desde que disfrutáramos de esa joya que es «El lince perdido», que también ganó un Goya; desde que Antonio Banderas decidiera apostar por el equipo de Manuel Sicilia e invertir en la gran factoría de la animación granadina… desde entonces venimos esperando a Justin.

Justin

Y Justin ha llegado.

Así que hoy, viernes 20, no cabe ningún otro nombre, palabra o comentario que ese. Justin. Justin y la espada del valor.

Justin Sir Antoine

Justin Talia

Justin Valor

Justin y la espada del valor

Justin Dragodilo

La vemos. Y nos vemos.

Jesús Lens, valorando

En Twitter: @Jesus_Lens

El osito de las Alpujarras

¿Soy yo el raro y el que no se entera o, a veces, nuestros artistas hacen declaraciones de lo más extraño?

Leo una entrevista a Fernando Trueba, con motivo de la nominación de su maravillosa “Chico y Rita” a los Óscar y se descuelga con esta perla:

“Si Xavi (por Mariscal, co-artífice de la película) y yo hubiéramos querido hacer unos dibujos animados comerciales, habríamos hecho una historia de un osito en las Alpujarras, pero no es el caso”.

Loco o visionario, Trueba lo ve claro...

¿Co-co-comooooorrrrrr?

¿Pe-pe-perdóóóóóóóón?

¿Un osito de las Alpujarras como sinónimo de proyecto de animación comercial?

¡Y yo con estos pelos!

En fin.

A ver, Gente: ¡manifestaos!

¿Es comercial un osito en las Alpujarras? De serlo, ¿qué tal si nos animamos a crearlo y darle vida? Quizá los chicos de Kandor estén ya trabajando en ello y no lo sabemos.

¿Qué nombre podríamos ponerle al Osito Alpujarreño? ¿Será blanquito y polar y vivirá en Sierra Nevada? ¿Será marrón y le gustarán las castañas? ¿Asustará a los esquiadores y excursionistas? ¿Será budista? ¿Le gustará el célebre Plato Alpujarreño?

¡Ays!

Desde que lo he leído, ya no puedo pensar en otra cosa.

I love Osito Alpujarreño.

Jesús falling in bear-love Lens

Seguramente, en anteriores Días de Andalucía estuvimos menos imaginativos: 2008, 2009, 2010 y 2011.

¿CINE O TEATRO?

Hace unos meses, cuando Antonio Banderas visitó el Centro Cultural de CajaGRANADA, habló de sus proyectos de futuro. Y, además de producir a la gente de Kandor, de producir y dirigir su Boabdil y, por supuesto, de seguir actuando en películas, puso todo el énfasis en el teatro, al que defendió como el auténtico cine en tres dimensiones, con miles de años a sus espaldas.

No solía gustarme el teatro. Me parecía falso y forzado, acostumbrado al “realismo” del atrezzo cinematográfico, sus exteriores, sus decorados…

Después empecé a disfrutar con el hecho de que unos actores se encerraran contigo y sólo para tus ojos, oídos y demás sentidos, durante un par de horas. El Brujo, Juan Luis Galiardo o Federico Luppi se suben a un escenario y, allí, comparten contigo cien exclusivos minutos de su arte y talento, en una actuación que ocurre una sola vez y que, una vez terminada, nunca se volverá a repetir. Al menos, nunca será la misma que tú presenciaste.

Así las cosas y volviendo a hacer incómodas preguntas (como ÉSTAS) de respuesta tan complicada como hiriente… ¿qué prefieres? ¿El cine o el teatro?

Jesús “maleante” Lens.

LA CIUDAD DE LAS MARAVILLAS

En la columna de hoy defendemos precisamente lo contrario que planteábamos en ESTE ROCAMBOLE que os agradezco infinitamente que  hayáis acogido tan bien y con tan buen humor.

En la Disney dieron un salto de alegría cuando les dijeron que, a modo de suculento aperitivo, antes de la proyección de «Alicia en el país de las maravillas», la esperadísima última película de Tim Burton filmada en 3D, se va a poner ese prodigio  llamado «La dama y la muerte», el corto de Javier Recio que no deja de darnos alegría tras alegría.

Y es que la llegada de Alicia a las carteleras no está siendo fácil, habiéndose tenido que posponer el estreno dado que «Avatar» sigue amasando fortunas y, por tanto, monopolizando las todavía escasas salas de exhibición en 3D de nuestros complejos de multicines. Por mucho que hayas visto «La dama y la muerte» en la Red o en la tele, a través del Canal +, la experiencia de verla con las famosas gafas, en 3D, es totalmente distinta, arrebatadoramente hermosa, espídica y adictiva.

Decía Antonio Banderas en su visita al Centro Cultural de CajaGRANADA que, aún siendo un bebé, está seguro de que Kandor crecerá, hasta convertirse en el Pixar europeo. Y, la verdad, cuando veías la juventud, la complicidad y el buen humor del más de medio centenar de chavales que trabajan para la productora, pensabas que sí que es posible. Que, efectivamente, esto puede terminar mejor que bien.

Hay dos nombres, Góleor y Boabdil, que deberíamos apuntar con letras de oro en nuestras agendas. Son los dos proyectos en que la gente de Kandor está actualmente involucrada. Dos proyectos, además, que van a dar trabajo a cientos de personas en los próximos meses. Porque si el cine es sinónimo de arte y creatividad, también lo es de tecnología, ingresos, gastos, finanzas, riqueza y desarrollo.

Los zaidineros estamos orgullosos de que Kandor tenga su cuartel general en nuestro barrio. Como decía Banderas, el antiguo gimnasio Atenea es como el barco de «Ben-Hur», sólo que dotado de ordenadores en vez de remos, bogando todos a una, con decisión, bien pegaditos los unos a los otros. Pero el lugar para Kandor está en el Parque Tecnológico, un espacio que debe servir para aglutinar el talento, la capacidad innovadora y la excelencia empresarial de nuestra tierra. Un espacio, además, que tal y como señala Richard Florida en sus ensayos sobre las ciudades creativas, debe convertirse en polo de atracción de esa gente llamada a liderar la economía más innovadora del siglo XXI.

Creatividad, economía, arte y tecnología han de caminar juntas. En ese sentido, el compromiso de CajaGRANADA con Kandor, taxativamente reafirmado por Antonio Jara en una de sus primeras intervenciones como presidente de la entidad financiera, no puede sino llenarnos de satisfacción. Porque si Kandor tuviera que acabar emigrando en busca de un lugar en el sol malagueño o sevillano que más calienta, no sería para llorar lo que no hemos sabido defender como hombres… sería para que Góleor le cortara la cabeza a más de uno y a más de dos.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

ME VOY A LOS ANGELES

Amigas y amigos, me voy. Otra vez. Pero en esta ocasión, de verdad. Es decir que salgo de viaje. Pero, en esta ocasión, para no volver.

 

¿Recordáis que hace unas semanas proponíamos ESTA encuesta sobre cuál es la Capital del Mundo actualmente? Hubo muchos votos para las grandes megalópolis chinas. Y para Berlín. Pero muy pocos para Los Ángeles, que era la opción que yo defendía.

 

Y, como pasa tantas veces, la pregunta no era baladí. Porque ya entonces estaba barajando la oferta que, recién aceptada, os comento: me las piro a la Meca del Cine, con un contrato de dos años, prorrogable, para trabajar combinando dos de mis grandes pasiones: el cine y la escritura.

 

Me voy a currar de lo que allí llaman Ghost writer. A desarrollar ideas para una productora de cine. Porque esto de las películas funciona de una manera curiosa: un tipo tiene una idea. Y para captar el interés del productor, ha de resumirla en una sola frase, en apenas una línea.

 

Por ejemplo: «Un anciano sale volando con su casa para cumplir su sueño en las selvas sudamericanas.»

 

O: «Un soltero contumaz que trabaja despidiendo gente se enamora de una mujer que resulta ser igual que él.»

 

O: «En un mundo postapocalíptico, un padre y su hijo caminan por una carretera desolada en busca del mar.»

 

Una vez que la frase pasa un filtro (y lo pasan muy pocas) hay un tipo en la productora que se lee el guión y que lo resume en un máximo de cinco páginas, analizando los personajes y los puntos fuertes y débiles de la historia, proponiendo los cambios que la misma debería sufrir.

 

Un Ghost writer. Un escritor fantasma. Ese seré yo. Trabajaré las historias de otros… ¡para conseguir grandes películas!

 

¿Cómo empezó todo?

 

Pues empezó con esta foto. ¿La recordáis?

 

El año pasado por estas fechas, la gente de Kandor vino al Cubo a presentar el Goya. Desde entonces se generó una inmejorable relación con ellos, que fue creciendo a medida que ESTA entrada bloguera sobre la película se convirtió en un apasionado foro de debate sobre la misma.

 

Como sabéis, la gente de Kandor está vinculada a la productora de Antonio Banderas, que es toda una institución en la Meca del Cine, más allá de por su trabajo de actor. Así las cosas, del Cubo a Hollywood, gracias a un lince perdido y con la mediación de un actor boquerón. Porque la vida puede ser maravillosa, que diría Andrés Montes.

 

Ya estoy trabajando duramente mi inglés. Pero de mí buscan la parte spanglish del asunto. Porque lo latino cada vez tiene más tirón en Estados Unidos. Así que… ¿no me veis leyendo y escribiendo historias repletas de corridos, mucamas, Río Grande, narcotraficantes e inmigrantes?

 

No. Ni mucho menos. Se trata de contar historias normales protagonizadas por hispanos normales. Tan normales como Eva Longoria o Gael García Bernal, sin ir más lejos. Uno de los primeros bosquejos que me han mandado, de hecho, trata sobre uno de los artistas más prometedores del mundo del arte contemporáneo, Rubén Ochoa.

 

Así que… me voy.

 

Y, por supuesto, todo lo que nos vaya pasando en esta nueva andadura, lo iremos contando en este «Pateando el mundo» que, ahora sí, ¡va a hacer honor a su nombre!

 

Jesús Lens, que se nos va.

 

PD.- Mi contrato comienza en junio así que aún nos quedan unas semanas de estancia granadina, para despedidas y arrumacos. Que me harán falta.

 

PD II.- Cuando mi colega Fran propuso que tituláramos nuestro libro «Hasta donde el cine nos lleve», nunca se me pasó por la imaginación que el dónde sería Los Ángeles. Ni en el mejor de nuestros sueños.