MEDIOCRIDAD

El martes, en este mismo espacio, Gregorio Morales criticaba la Obra Social de CajaGRANADA. No es la primera vez que lo hacía. Ni la segunda. Ni la tercera. Al no compartir sus argumentos y con todo respeto, hoy, en la columna de IDEAL, hablamos de ello…

Me ha gustado mucho el comentario del presidente de los empresarios granadinos, diciendo que mucho se teme que el debate sobre la estación del AVE sea político y no técnico. ¡Faltaría más! La gran tragedia de Granada es que todos los debates, de haberlos, siempre se plantean desde posiciones partidistas apriorísticas. Y así nos va. Porque en ese tipo de debates, de lo que se trata, es de desacreditar al contrario. De empequeñecer. De destruir.

¡Pecado mortal, carallo!

Lo que me recuerda al célebre proverbio chino, tan cargado de mala follá que podría haber sido discurrido en la mismísima Puerta Real: “El clavo que sobresale siempre recibe un martillazo”. ¿Será por eso que Granada es pródiga en fuga de talentos, cerebros y artistas?

Leía el martes la columna de Gregorio Morales en la que criticaba la propuesta de Jara de que la Obra Social de CajaGRANADA ofrezca eventos culturales significativos y que llamen la atención, denunciando que este tipo de cultura es más espectáculo que otra cosa. Para Morales, la Obra Social debería potenciar la base, la cantera, subvencionando revistas y libros.

Por supuesto, la Obra Social debe colaborar a desarrollar un tejido cultural de base. ¡Exactamente como lo viene haciendo en sus más de cien años de historia! Pensemos qué sería de la cultura de Granada, de la cultura de barrio y andar por casa, si no existiera la Caja. Y de la cultura en los pueblos, también. Y del deporte. Y de la ecología. Y del patrimonio histórico-artístico. Que no sólo de letras vive el hombre.

Obra Social, construyendo desde la base

Pero renunciar al espectáculo, renunciar a los grandes nombres y a los grandes eventos, no sólo es defender la mediocridad y la cortedad de miras sino que es echar cemento en los pies de esos jóvenes que empiezan a sentirse interesados por el arte, sepultando sus anhelos, esperanzas e ilusiones. ¿Os acordáis de Indurain, galopando sobre su bici, por los Alpes y los Pirineos? Al rebufo del Tour televisado, en cuanto Miguelón se enfundaba el maillot amarillo, miles de aficionados nos echábamos a la carretera, a emular sus hazañas. Y Joakim Noah juega con los Bulls de Chicago porque, siendo niño, su padre le llevó a ver un partido de Michael Jordan, como ya contamos AQUÍ.

Más ejemplos: Paz es músico porque, de niña, fue con su colegio a Madrid, a ver “Los miserables”, y quedó alucinada con dicho musical. Y, por mi parte, fue escuchando a los maestros Miles Davis y Oscar Peterson que descubrí el jazz y, desde entonces, me gasto mis buenos cuartos en discos, conciertos y garitos en que suena swing, be-bop y free jazz.

Ser conformistas, es lo que tiene

Para fomentar la base, es esencial que haya espejos en los que los jóvenes puedan mirarse y los mejores espejos granadinos, por desgracia, lucen en París, Nueva York, Madrid… De haberse quedado aquí, seguramente estarían hechos añicos, apedreados.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

FILM IN GRANADA

Hoy hacemos una mezcla explosiva en la columna de IDEAL, en defensa de nuestra tesis de que la cultura y el arte también son cuestión de pasta…

A los lectores más talluditos, el apellido Noah nos recuerda a un antiguo tenista francés que, con sus rastas a cuestas, consiguió ganar un Roland Garros antes de dedicarse profesionalmente a la música. A los más jóvenes, sin embargo, les sonará Joakim Noah, hijo del anterior.

El caso es que en 1997, cuando Joakim tenía doce añitos, los famosos Bulls de Chicago con Michael Jordan a la cabeza, disputaron un torneo de exhibición en París Bercy. Y fue viendo en directo las acrobacias de Sir Michael, el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos, cuando Joakim supo que ése era su deporte, que ahí estaba su futuro.

Hace unos meses, durante la presentación de su película “El discípulo”, el director Emilio Ruiz Barrachina no sólo agradeció a los vecinos de los pueblos de la Zona Norte de Granada el apoyo que prestaron a la filmación sino que dijo estar convencido de haber sembrado el virus del cine entre muchos de ellos, que vivieron en primera persona el rodaje, animándoles a perseverar en una formación cinematográfica que les podría convertir en técnicos y profesionales del sector audiovisual.

Todos tenemos amigos y conocidos que han decidido su carrera y su futuro gracias a la influencia y el ejemplo de personas de su entorno a las que admiran y respetan, humana y profesionalmente. Y por eso tenemos que saludar con efusividad y celebrar con alegría la llegada de “Film in Granada”, una agencia dependiente de la Diputación que, bajo la dirección de la inquieta y voluntariosa Clarissa Couassi, promete meter de lleno a nuestra provincia en el circuito cinematográfico nacional e internacional.

Y, en este caso, no nos referimos a un circuito de festivales, exhibición y demás, sino a la producción pura y dura de películas. Porque hacer películas es muy caro. ¿Se han quedado, por curiosidad, hasta el final del último título de crédito de una película cualquiera, aunque fuera por escuchar la música? En ese caso habrán visto los cientos de personas implicadas en cualquier rodaje. Personas que requieren de formación especializada, pero que después son muy valorados en su trabajo. Porque no abundan.

El cine, además de arte, cultura y entretenimiento, es dinero. Convertir a Granada en tierra de cine no es sólo exportar su imagen y vender su diversidad paisajística y atractivos turísticos por los cinco continentes, sino también contribuir a la construcción de una industria del cine que genere empleo especializado y reporte beneficios directos a los granadinos. Film in Granada es un proyecto ambicioso y de largo recorrido. Ojalá encuentre los consensos políticos y administrativos necesarios y los apoyos sociales, económicos y empresariales suficientes para salir adelante y contribuir a que Granada sea, un poquito más, una ciudad creativa.

Por cierto, actualmente Joakim Noah es profesional del baloncesto, juega en la NBA y luce el número 13… de los Bulls de Chicago.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.