Taller de Redes Sociales orientadas al ámbito laboral en Granada

Este tema me parece muy interesante y puede ser de utilidad para amigos de Granada. Si te interesa, abajo están todos los contactos para ampliar información.

¡Seguimos!

 

ABIERTO EL PLAZO PARA UN TALLER DE REDES SOCIALES PARA CREADORES EN LA ESCUELA PÚBLICA DE FORMACIÓN CULTURAL DE GRANADA

 

El curso, que se impartirá del 13 al 17 de abril, tiene como objetivo dotar a los profesionales de la cultura de las herramientas necesarias para crear una marca digital propia y optimizar los recursos de la web 2.0

 

La Escuela Pública de Formación Cultural de la Junta de Andalucía, con sede en Granada, acaba de abrir el plazo de inscripción para ‘Artistas 2.0 Taller de Redes Sociales para creadores’, que se impartirá del 13 al 17 de abril en horario de 16.30 a 20.30 horas y que va dirigido a gestores, directores, actores, creadores y profesionales de la cultura que deseen trabajar en la creación de una marca digital propia y conocer las herramientas que favorezcan a la difusión/promoción de su actividad en los Social Media.

 Twitter

Así, en el curso de 20 horas de duración, se enseñará a los alumnos de una forma práctica a manejar profesionalmente Facebook y Twitter (páginas, perfiles, listas, gestión de contenidos…) para crear comunidad y generar influencia. Además, se trabajarán conceptos como el marketing de contenidos o la viralidad y se mostrará la utilidad de otras redes como Pinterest, Youtube, Evernote, Google+, etc… y herramientas como Hootsuite o SocialBro.

Los interesados pueden realizar la inscripción online desde la propia página web de la escuela pública hasta el 27 de marzo y para cualquier información pueden ponerse en contacto en el mail escenicatecnicagranada@juntadeandalucia.es o en el teléfono 958 02 80 50. El precio es de 75 euros para el público general y  60 euros para desempleados, antiguos alumnos de Escénica y miembros de asociaciones de técnicos del espectáculo.

 Twitter redes sociales

El taller lo imparte Sara Arguijo, periodista experta en Social Media y con más de diez años de experiencia profesional en distintos medios y agencias de comunicación, que trabaja en la agencia de comunicación y gestión cultural Édere.

ÉDERE comunicación
Nuria Lupiáñez (669 17 57 50)

María Fernández-Melero (663 78 10 06)

Sara Arguijo (635 14 93 91)

www.edere.es

@ederecom

facebook.com/ederecom

LA ALQUIMIA DE LAS MULTITUDES

Estos libros es que hay que leerlos. Si queremos enterarnos de lo que pasa, claro. De lo que pasa en la calle, en nuestro trabajo y en nuestro entorno más cercano. Si no, si no queremos saber o nos importa bien poco hacia dónde va el mundo, libros como en de Francis Pisani y Domique Piotet están de más.

Hace unas semanas felicitábamos a la editorial Paidós por su activo y espoleador 65 cumpleaños. 65 años dando que pensar, discutir y debatir. Y títulos como “La alquimia de las multitudes” son un inmejorable ejemplo de cómo una editorial dedicada al pensamiento responde a los requerimientos de este complicado y exigente siglo XXI.

Porque la irrupción de Internet en nuestra vida lo ha cambiado todo. Y lo ha hecho a una velocidad vertiginosa. Y, sobre todo, lo sigue haciendo, todos y cada uno de nuestros días.

Por eso, y aunque nada más recibirlo estuve ojeando el libro, no ha sido hasta ahora que lo he leído con detenimiento. ¡Y cómo han cambiado las cosas, desde la fecha de su edición! Algo muy significativo dado que el original en inglés es de 2008 y la primera edición española, de 2009.

¿Habrían escrito lo mismo, entonces y ahora, Pisani y Piotet?

Esencialmente sí. Pero con matices. Es decir, imagino que un 95% sería igual, lo que acredita que ambos sabían bien de qué hablan, aunque haya un posible 5% que habrían podido cambiar, teniendo en cuenta cómo han ido las cosas, sobre todo en lo referente a las Redes Sociales.

Por ejemplo, Second Life se ha desvanecido como un terrón de azúcar en el café hirviendo mientras que, hace un par de años, el brutal éxito de Twitter o de Facebook era todavía imprevisible, aunque los autores ya les conferían suficiente importancia. Foursquare, sin embargo, todavía no existía. Y tampoco está claro que vaya a ser un bombazo.

Personalmente y además de la parte dedicada a Redes Sociales, lo que más me ha interesado es lo referente a la Comunicación y los cambios que se han producido en estos años. La Comunicación ya no puede ser como antaño. Una Comunicación unilateral y lineal basada en el emisor-mensaje-receptor está obsoleta. No sólo es que, más que nunca, el medio es el mensaje. Es que los papeles de emisor-receptor están muy cerca, casi tocándose.

Gracias a las redes sociales y a su imparable éxito, el boca oreja de toda la vida, pero tecnológicamente adaptado, ha cobrado una fuerza inusitada. Y si quieres que tu mensaje llegue y cale, has de convencer a cientos, miles de internautas de que el mismo es cierto y correcto para que se hagan eco del mismo y lo repliquen desde sus respectivas plataformas.

Por el contrario, la mentira, la media verdad, la publicidad engañosa, las noticias de pago… todo ello es cada vez más sospechoso. Y no digamos nada después del Wikileaks affaire, claro.

En pocas palabras: si quieres saber lo que pasa, lee “La alquimia de las multitudes”. Si pasas, pasa.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

TODO VA A CAMBIAR

No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo.

Albert Einstein

Hay libros que son de inexcusable lectura. Y no. No me refiero a los clásicos rusos del siglo XIX ni a los autores españoles del Siglo de Oro. Tampoco a esos artificialmente encumbrados títulos que, si no has leído, no te permiten sacar pecho en las tertulias más in y más cool de la modernidad rampante.

Me refiero a títulos como “Todo va a cambiar”, de Enrique Dans, cuyo subtítulo reza así: “Tecnología y evolución; adaptarse o desaparecer”.

Sé que habrá muchos lectores de este Blog que tengan atravesado a Dans, no en vano, es de los que defiende la libertad de la Red y la P2P que, en teoría, tanto daño hace a los creadores. En teoría.

Filias o fobias aparte, lo que más me gusta del libro de Enrique es que parte de verdades que, por incómodas que sean, no dejan de ser verdades. Como que la descarga de archivos es un hecho, está ahí. Y no va a haber quién la pare. Se trata, pues, de adaptarse. En el cómo está la clave. Y el desafío. (Muy interesante el artículo de hoy, de Elvira Lindo, sobre el particular)

Un cómo que no pasa por cánones mafiosos, detectives privados en las bodas, redes artificialmente enlentecidas, órdenes judiciales de cierre de páginas web o policías en Internet.

Nos podrá gustar más o nos podrá gustar menos. Pero eso es lo que hay. En la música ha pasado. Con el cine está pasando. Con la prensa y los libros está a punto de pasar. El debate está abierto, pero la realidad no espera a su conclusión. La realidad nos arrolla. Y, o estamos preparados, o quedaremos sepultados. Porque no hay buenrollismo ni legislación que pueda pararla.

Además de tocar ejemplos prácticos tan interesantes como los de Microsoft, su Encarta y la Enciclopedia Británica, Google, Youtube o el auge de las Redes Sociales, con Twitter como estrella; Enrique Dans habla de cuestiones más generales, básicas en nuestro día a día.

Como la gestión de la comunicación, por ejemplo. La comunicación, o es bidireccional y admite réplicas, críticas y comentarios, o no es. Y no es porque, sencillamente, no llega. Aunque siga habiendo mucha gente que reniegue de ellas y las considere algo parecido a la peste bubónica, las Redes Sociales lo han cambiado todo. Basado en el concepto de Web 2.0., exigimos participación. Queremos ser oídos, escuchados y tenidos en cuenta.

Sin posibilidad de retorno, la comunicación unidireccional no cala. El discurso pétreo e inamovible resulta sencillamente increíble, en todas las acepciones del término.

Podrá no gustarnos el rumbo que han tomado las cosas. Podremos renegar de muchas de las tesis que plantea Dans. Pero están basadas en una realidad que no está por llegar: ha llegado.

Como bien dice al final de su libro, no es que “Todo vaya cambiar”. Es que todo ha cambiado ya. Y utilizar la táctica del avestruz para intentar salir indemnes nunca ha sido una solución válida.

A adaptarse y reinventarse tocan. Sí o también.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

¿HAY QUE MATAR AL REDACTOR JEFE?

La columna de hoy de IDEAL está escrita pensando en los lectores del periódico de papel. Con guiños concretos. Pero, por supuesto, habla también sobre Blogs, Internet, modernidad y futuro de los medios… a ver qué opináis. De momento, nuestro compay Javier Barrera ya ha escrito ESTAS interesantes reflexiones en su magnífico blog, Periodismo al pil pil…

Una de las conclusiones que saqué de las séptimas jornadas sobre Blogs y Medios de Comunicación de Granada, organizadas por la Asociación de la Prensa, fue que era necesario matar a los Redactores Jefes de los periódicos para que el periodismo pueda sobrevivir. Así de radicales fueron algunas de las tesis planteadas en unas jornadas que oscilaron entre la defensa de la pureza virginal de la profesión y la necesidad compulsiva y obligatoria de hacer marca, recaudación y negocio con el ejercicio del periodismo.

¿Cómo influir desde los medios en esta linda cabecita?
¿Cómo influir desde los medios en esta linda cabecita?

Cuando uno se acerca a los cuarenta años de edad, ya lo admite casi todo. Por ejemplo, escuchar de profesionales del gremio que el problema de su profesión es la mercantilización del oficio. Inenarrable su defensa de un periodismo cándido e inocente en el que no deberían tener cabida los grandes conglomerados mediáticos, las transnacionales de la información, ni la «corrupción» inherente al marketing, la publicidad y la información institucional. Angelitos. Imagino que ya tendrán tiempo de caerse del guindo.

Y, por otra parte, me fascinó el apocalíptico tono de otros participantes. ¡Ya nadie parece creer en esa cosa que, ahora mismo, tiene usted entre manos, querido lector! Nadie parece creer en el futuro del periódico. ¡Qué pena! Por mucho que mimemos nuestro Blog, y alimentemos nuestras activas cuentas en Twitter, Facebook y demás redes sociales, por mucho portátil, microportátil o smartphone que uno lleve encima, siempre conectado y on line… el rito del café y el periódico mañanero que deja los dedos tiznados de tinta sigue siendo insustituible.

¿Cómo será la prensa de un futuro que ya es presente?
¿Cómo será la prensa de un futuro que ya es presente?

Este tipo de encuentros son necesarios. ¿Hacia dónde va el periodismo? Porque la respuesta a esa pregunta tiene mucho que ver con el hacia dónde va nuestra sociedad. El mensaje era claro: estamos inmersos en la peor crisis de la historia. Pero, precisamente por ello, se abren todas las posibilidades frente a nosotros.

Yo me hice la siguiente composición de lugar: el periodismo del futuro exigirá lo mejor de los mejores y más formados profesionales. Será extremadamente especializado, en base a la hipersegmentación del público demandante. Y su acceso (debería ser) libre y gratuito. ¿Qué les parece? ¿No echan algo de menos en tan idílico y utópico triángulo? Porque la pasta también importa…

La formación también importa para informar
La formación también importa para informar

Las crisis, es lo que tienen. Confundimos los deseos con las realidades. Y la calidad, o se paga o no existe. Sencillamente. Lo siento. No creo en el gratis total. Y entonces se pronuncia la palabra, Google, y se hace un silencio reverencial. Google. Amarás a Google por encima de todas las cosas. A una empresa con casi 2.000 millones de dólares de beneficios en el primer trimestre del 2010. ¿Acabará el periodismo con el Redactor Jefe, será Google quién termine contratando directamente a los mejores y más reputados periodistas y, para leerles, habrá que hacerse obligatoriamente con un iPad o chisme similar? Sí. Son tiempos interesantes. Y, quizá, lo que tiene usted en las manos ya es una pieza de museo. ¡Cuídelo!

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

¿DÓNDE SE ENCUENTRA LA CULTURA?

La columna de hoy de IDEAL, referida al evento del pasado martes, con referencias imprescindibles de artistas que darán, ya están dando mucho y bien que hablar, como comentamos en verano y como veréis pinchando el link correspondiente. ¿Os gusta?

 

Hace unos días tuvimos ocasión de participar en el apasionante Primer Encuentro de Periodismo Cultural, en que hablamos sobre las nuevas tendencias y los nuevos retos que el mismo plantea. Para preparar mi intervención, pregunté a distintas personas del mundo del periodismo y la cultura, entre ellas, a una emergente y excelente artista llamada Sara Oblisar, con la que había contactado gracias a Internet.

 

En una página llamada Artelista, ella y otros cuantos miles de artistas no sólo tienen expuesta su obra, sino que también permite establecer contacto directo con ellos, dejar los comentarios y opiniones que te apetezca y, llegado el caso, comprar on line algunos de sus trabajos.

 

Cuando le pregunté a Sara acerca de la Red como vehículo para dar a conocer su obra me decía que el futuro está ahí, pero que todavía no ha llegado su momento puesto que la televisión sigue siendo el medio más influyente, aunque su contenido artístico y cultural es ínfimo. Y que, después, los grandes medios de comunicación escritos, periódicos y revistas, son muy conservadores, dedicando páginas y páginas prácticamente clónicas a las mismas grandes exposiciones de los viejos maestros o, en todo caso, a algún publicitado participante en ARCO y alrededores.

 

Así, sacar la cabeza, para los artistas emergentes, es muy complicado. Pero no es Sara una mujer pesimista y está segura de que quiénes realmente valen terminan saliendo adelante y que, a fin de cuentas, en el underground también se puede crear. Y vivir.

 

Lo malo es que, quiénes no están inmersos en el ajo artístico, literario o cinematográfico, se pierden, nos perdemos grandes obras, eclipsadas por la homogeneización reduccionista de la globalización cultural que permite a los grandes Popes estar lo mismo en Madrid que en México DF, Moscú o Shanghai, pero que impide traspasar hasta las fronteras más locales al 99% de los creadores.

 

El caso de «Ágora» es paradigmático: salas de cine abarrotadas de espectadores que salen henchidos de orgullo patrio ante este nuevo cine español, pero a los que ni se les pasa por la cabeza ver «Gordos» o «Agallas». Porque ver «Ágora» va más allá de ir al cine. Es una cuestión social. Si no la ves, igual que si este verano no habías leído a Larsson, estás fuera de las conversaciones más in y enrolladas del momento. Son las sevicias de la cultura del espectáculo.

 

Por eso… en Internet confiamos. Aunque no les haya llegado el momento, para saber lo que realmente pasa en la calle hay que leer blogs, webs alternativas y foros de discusión virtuales. Para tirarte el rollo cultural, basta con una pátina de Babelia o El Cultural. Para encontrar cosas nuevas y salirte del rumbo marcado por la mercadotecnia de las multinacionales, la curiosidad, Internet y el boca-oreja son las tres herramientas de que disponemos actualmente. Aprovechémoslas.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.