Pájaro

– ¿Qué busca Pepe, que no para de entrar en todos los puestecicos de juguetes?

Eso le preguntaba a Panchy, mientras consumíamos nuestras últimas horas en Irán, paseando por el ordenado, aseado y pulcro bazar de Mashhad.

– Ni idea. Ya sabes. Pepico y sus cosas.

Al rato, le vi llegar una cara de felicidad extrema. Y me lo dio. Un imán. Un imán para el frigorífico… con la forma de un pájaro.

Y es que es uno de esos apelativos cariñosos y cómplices con el que mi Cuate y yo nos saludamos, bromeamos e identificamos: ¡¡¡¡Pááááááájarooooooo!!!!

Viendo el partido entre Miami y Chicago, el jugador Chris Andersen, no por casualidad apodado «Birdman», El Pájaro, hizo tres o cuatro jugadas magistrales. Tanto, que hasta el Rey Lebrón y sus compañeros lo celebraban desde el banquillo.

Y entonces me acuerdo de la novela de Ken Kesey, posteriormente llevada al cine, con un Jack Nicholson magistral:

One flew East,

One flew West.

One flew over the Cuco’s nest.

Porque nos gusta volar. Y porque siempre son necesarios unos gramos de locura…

¡Gracias, Páááááájarooooooo!

En Twitter: @Jesus_Lens