Pájaro

– ¿Qué busca Pepe, que no para de entrar en todos los puestecicos de juguetes?

Eso le preguntaba a Panchy, mientras consumíamos nuestras últimas horas en Irán, paseando por el ordenado, aseado y pulcro bazar de Mashhad.

– Ni idea. Ya sabes. Pepico y sus cosas.

Al rato, le vi llegar una cara de felicidad extrema. Y me lo dio. Un imán. Un imán para el frigorífico… con la forma de un pájaro.

Y es que es uno de esos apelativos cariñosos y cómplices con el que mi Cuate y yo nos saludamos, bromeamos e identificamos: ¡¡¡¡Pááááááájarooooooo!!!!

Viendo el partido entre Miami y Chicago, el jugador Chris Andersen, no por casualidad apodado «Birdman», El Pájaro, hizo tres o cuatro jugadas magistrales. Tanto, que hasta el Rey Lebrón y sus compañeros lo celebraban desde el banquillo.

Y entonces me acuerdo de la novela de Ken Kesey, posteriormente llevada al cine, con un Jack Nicholson magistral:

One flew East,

One flew West.

One flew over the Cuco’s nest.

Porque nos gusta volar. Y porque siempre son necesarios unos gramos de locura…

¡Gracias, Páááááájarooooooo!

En Twitter: @Jesus_Lens

Ser Cuates

Amando de Miguel sobre el periodista José Luis Gutiérrez:

“Él y yo nos llamábamos cariñosamente cuates, que es un mexicanismo, literalmente hermanos gemelos, pero en el lenguaje coloquial, compinches. No es que nuestras actividades fueran irregulares, pero sí a veces contra la corriente establecida.»

Jesús Cuate Lens

¿Y los 30 de mayo de 2008, 2009, 2010 y 2011?

De Cuates y Gotanes

Acabemos el Puente con música, y no con muerte, mentiras, cinismo y asesinatos.

Una vez me preguntó una amiga que qué era eso de un Cuate. No me acuerdo de lo que le respondí en aquel momento. Pero una buena explicación habría sido decirle que un Cuate es un tipo que, de repente, un día te regala una joya de disco como ésta (en la que me ha costado entrar, de verdad, más de lo que me esperaba)

Rayuela, capítulo siete.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos…

… textos escritos y publicados hace años…

… con cronopios o sin ellos…

… en torno a su mundo de juego, a esa grave ocupación que es jugar cuando se buscan otras puertas.

Un, dos, tres, cuatro:

¡Tierra, Cielo!

Cinco, seis:

¡Paraíso, Infierno!

Siete, ocho, nueve, diez:

Hay que saber mover los pies.

En la rayuela, o en la vida

vos podes elegir un día.

¿Por que costado, de que lado saltarás?

…otros accesos a lo no cotidiano simplemente para embellecer lo cotidiano, para iluminarlo bruscamente de otra manera. Sacarlo de sus casillas, definirlo, de nuevo, y mejor.

…me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar.

…exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Un, dos, tres, cuatro:

¡Tierra, Cielo!

Cinco, seis:

¡Paraíso, Infierno!

Siete, ocho, nueve, diez:

Hay que saber mover los pies.

En la rayuela, o en la vida

vos podes elegir un día.

¿Por que costado, de que lado saltarás?

… yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

MÚSICA ON THE ROAD

Durante aquellos días de agosto, pasados on the road con mi Cuate Pepe, ésta fue una de las canciones que más escuchamos. Ahora que el verano se ha terminado, pero mi Cuate se marcha de viaje, es buen momento para recordar aquellos buenos y gloriosos días. De la banda sonora de ese peliculón que es «Enemigos públicos».

 

Va por ti, Cuate.