Vaya semanita

–         ¿Cómo andas?

–         Cansado.

–         ¿Y eso?

–         Es que llevo una semana…

–         Como todos. Como todas.

–         No. Ésta está siendo especial. Empezó hace dos jueves, cuando fuimos al concierto que los de Ool Ya Koo organizamos en la Plaza de las Culturas de CajaGRANADA. “Tumbando a Monk”. Una pasada. Y preludio del Festival de Jazz en el Lago de Atarfe.

–         He oído que estuvo muy bien.

–         ¡Hombrééée! Ya te digo… el viernes, nada menos que Paquito D’Rivera.

–         ¡Cierto! Ya leí tu reseña. Tuvo que ser una pasada.

–         Total. Y el sábado, no veas qué cañón con la Big Band de Atarfe. Como una locomotora desbocada y a toda velocidad. Impresionante.

–         Si, ¿no? Y Celia Mur también actuó.

–         Muy elegante, en su jazz clásico…

–         Aunque para clásico, el domingo, en el Festival de Música y Danza: nada menos que Bobby McFerrin.

–         ¡Ya te digo!

–         Que, por cierto, me dicen que escribiste tú el texto del programa de mano…

–         Te dicen bien. Pero aún no lo he publicado en Blog así que hablemos de otra cosa.

–         De acuerdo. El lunes sería tranquilo, al menos.

–         Sí y no. Porque tenía grabación del programa de radio en La Voz de Granada, por la tarde, aproveché para entrar en directo y hablar de Palabaristas y de Nube Negra.

–         Cierto. Como ahora también te has metido a editar…

–         ¡Pedazo de experiencia! El caso es que después me quedé con Juan Pérez y con Alfonso, Blanca, Jesús, Mariana y la gente de La Voz, hablando de la radios, de los medios, del futuro informativa…

–         ¿Hasta muy tarde?

–         Lo justo. Sobre todo porque el martes inaugurábamos la exposición de “Los colores del agua” y aproveché para, después, irme al cine a ver “Open Windows”, aprovechando que este año paso del Mundial.

–         Siempre con el cine español, ¿eh?

–         Al menos, siempre que se puede. Que el miércoles volví a subir al Festival, a escuchar a ese crack de la guitarra que es Tomatito.

–         ¿Flamenco?

–         Música. Extraordinaria. Y no veas la noche, en el patio de los Aljibes. ¡Mágica!

–         Y el jueves, imagino que volverías al Jazz en la Plaza…

–         ¡Cómo lo sabes! Además de descubrir un nuevo garito de esos en los que el dueño te hace sentir como en casa. El Fórum Tapas. Un crack, el tío. Las setas rebozadas con toque de roquefort… un lujo.

–         Al menos, llegas al fin de semana…

–         Sí. Pero antes culminaré el Festival disfrutando del Carmina Burana de La Fura dels Baus.

–         Joder. Qué insaciabilidad…

–         Disiento.

–         Pues ya me dirás.

–         El sábado hay Festival de Swing en Monachil y creo que no subiré.

–         ¡Pero hombre! Si toca nuevamente la Big Band de Atarfe…

–         Sí. Pero ya no doy más de mí y el próximo fin de semana llegan Etnosur y el comienzo del Jazz en la Costa, en Almuñécar.

–         Y vas a ir.

–         Es la intención.

–         Faltaría más…

–         ¡No ni ná!

Jesús Lens

Firma Twitter

Salobreña se mueve al son del Nuevas Tendencias

Este fin de semana será plácido, tranquilo, espontáneo, improvisado, casero, tumbado, olímpico y relajado. Porque si el anterior tuvimos Jazz en la Costa, el siguiente toca Jazz en las Alpujarras, con Eric Truffaz. Y, una semana después llega el Nuevas Tendencias de Salobreña.

¡Música, maestros!

Jesús on the musical road Lens

Veamos los anteriores 25 de julio, qué escribíamos: 2008, 2009, 2010 y 2011

El límite de la cartera

No es fácil ser Gestor de Fondos, como se pone de manifiesto en el artículo que publicamos hoy en IDEAL:

Como buenos amigos, pusimos un mocho para afrontar los gastos del fin de semana, en Sevilla, en el festival de música Territorios Sur. Y, por una vez, la gestión del fondo común recayó en mí, responsabilidad de la que procuro rehuir siempre que puedo, dicho sea de paso.

Mi cartera tiene dos habitáculos destinados a guardar billetes, separados por una estrecha franja de tela. Acumulé mi dinero personal en uno de ellos y coloqué el comunitario en el otro. Cerca, muy cerca, pero claramente separados.

Modelo de cartera para próximos Festivales

Tras pagar la Zona Azul del parking y acomodarnos en la habitación del hotel, llegamos a la Isla de la Cartuja, donde canjeé parte del mocho por la moneda propia del festival, llenando el bolsillo izquierdo de mi pantalón con un buen puñado de fichas azules, muy parecidas a las que se usan en las mesas de juego de los casinos.

Escuchando el desgarrado blues de la guitarra de Lolo Ortega, Pepe me pidió unas fichas para ir en busca de unas birras. O quizá fue Álvaro. El caso es que era absurdo que, cada vez que alguien quisiera una cerveza, tuviera que pedirme liquidez, como si fuera yo una sucursal de andar por casa del BCE. Así que tomé un puñado de fichas y, con la displicencia propia del nuevo rico, las repartí con alegría: ¡tomad y bebed!

Llegó el momento de escuchar a Tortoise, pero hacía frío y, antes, pasamos por el mercadillo del Festival, en busca de algo de ropa. Mis compañeros, tipos duros, no compraron nada, pero yo me llevé puesta una sudadera. Saqué la cartera y, cuando ya tenía el billete en las manos, me di cuenta de que lo había sacado del mocho en vez de mi depósito particular. Después, disimuladamente, rehice la contabilidad y aquí paz y después gloria.

A la mañana siguiente, tras comprar los periódicos y desayunar, me hice un pequeño lío con el cambio, las monedas, las fichas sobrantes de la noche anterior, la vuelta del taxi y los bolsillos del pantalón. Pero como era cuestión de apenas unos euros, no había que darle importancia. ¡Los que entran por los que salen!

Comimos como hay que comer en Sevilla, en plan de cañitas y tapas. Que si caracoles y cabrillas en una terracita, que si acedías y puntillitas en un mesón, que si un carajillo… Y ahí estaba el tío, cartera en ristre, pagando en un sitio y en otro, teniendo que pedir reposición de fondos a los compañeros, que bromeaban sobre lo mal gestor del mocho que era, que lo había esquilmado en menos de veinticuatro horas, haciéndome sentir como un dirigente griego cualquiera.

Llegó la segunda noche de Festival. Y nuevamente el tráfico de fichas, que no era fácil ajustarlas para que ni sobraran ni faltaran al final de la jornada. De hecho, tratamos de pagar el arroz con curry y los fideos thai de la cena con euros de los de verdad, aunque, a esas horas de la madrugada, yo ya no distinguía qué dinero era el real y cuál el del Monopoly.

Y entonces, con la cartera en la mano y mirando los billetes, separados por la estrecha franja de tela; escuché una vocecilla que me susurraba: “Tío, con el coñazo que ha sido esto del mocho y teniendo en cuenta que, seguramente, habrás pagado tú algún café y alguna caña que era del grupo, ¿por qué no deslizas uno de esos billetes y lo pasas del compartimiento común al individual? Total, nadie se va a enterar y, por la cantidad de la que hablamos, ni Pepe ni Álvaro se van a sentir perjudicados… Además, es una justa compensación por las molestias, ¿no?”

Levanté la vista y miré a mis compis. A su vez, éstos me miraban a mí. Y el camarero que nos había servido la cena, nos miraba a los tres, esperando.

Saqué el dinero, lo conté escrupulosamente y, azorado, pregunté:

– ¿Os parece que dejemos una propina? ¿Cuánto dejamos? Por cierto, mañana en el desayuno, echamos cuentas para cuadrar esto del mocho y comprobar que no me haya liado, que ya sabéis que soy desastre…

Riendo, Álvaro y Pepe me dieron una palmada en la espalda:

– Anda ya, chalao. Da la propina que quieras, déjate de cuentos y vamos zumbando, que empieza el concierto de Iggy Pop.

Moraleja

Jesús Lens

A ver los 24 de mayo de 2008, 2009, 2010 y 2011

Borrachito, de Sergio Pamies

¿Qué tal los Reyes? ¿Han sido Majos? Los míos se han portado de fábula. Por ejemplo, atentos a este «Borrachito», del pianista granadino Sergio Pámies, que queremos destacar ya que es la banda sonora de estos días regios y, también, porque presenta el disco en directo, el próximo viernes 13, en el Teatro CajaGRANADA, con un grupo de músicos invitados que lo convertirá en un acontecimiento musical de primer orden. ¡El primero del año!

Aquí, podéis comprar el disco en Amazon, iTunes y demás medios digitales, pero el disco, con la portada de Mariscal, es una joya y merece la pena tener el objeto, además de la música.

Ahora, un par de vídeos. ¿Os venís el viernes?

Aquí, un vídeo muy interesante sobre la fusión entre jazz y el flamenco que propicia.

Jesús borrachito Lens

PD.- En 2009, 2010 y 2011; también blogueamos durante los Reyes.

ESPERANZA SPALDING CIERRA EL FESTIVAL DE JAZZ DE GRANADA

No fue el mejor concierto del Festival, la verdad. Teatrera, egocéntrica y cargada de tonterías, como decimos en este Blue & Noir, Esperanza Spalding cerrón un Festival de Jazz de Granada heterodoxo, mestizo y radicalmente contemporáneo que, sin embargo, sí fue arrasado y abrasado por Chano Domínguez la noche del sábado. Su «Piano ibérico» va a ser algo muy grande.

Foto: José Nieto

Un Festival con músicas de muchos estilos, desde el clasicismo de Joe Lovano a la mistura de Chano. De la  radicalidad de Nils Peter Molvaer al virtuosismo de Kurt  Rosenwinkel. Un Festival de los que sirven para abrir la mente a través del oído y que, en su programa paralelo, contó con Parkerland y la Big Band, dos grupos muy grandes de Granada que demuestran que se pueden hacer muchas cosas en esta tierra.

Y nuestro Blog, este Blue and Noir al que queremos dar continuidad y del que seguiremos contando noticias, al que os animamos a seguir. Ya no hay Festival de Jazz, hasta verano. Pero se van a hacer más cosas antes, ye veréis. Y están los clubes. Y los bares. Los discos. Los libros. Las películas. Y está ese Bar Alegría que tantas alegrías nos da (y algún susto que otro)

Y están esas Alhambras Especiales y esas 1925 que sacian la sed de algo frío después de una buena dosis de música caliente. ¡Ay, la Cerveza Alhambra, ¡qué nos gusta! Y ese Cuate, Pepe, al que hemos secuestrado tres semanas y al que devolvemos enterito y de una pieza, aunque algo perjudicado y muy infectado. De Jazz.

Porque el Club de Jazz Blue and Noir tiene sus puertas abiertas todo el año.

¡Seguidnos!

Jesús jazzeado Lens.