Arte en las plazas

Resulta paradójico asistir a la presentación de un proyecto artístico que viene de la mano de la plataforma crear / sin / prisa, puesta en marcha por Cervezas Alhambra, y salir zumbando a toda mecha, nada más terminar.

El próximo viernes inauguramos la cuarta edición de Granada Noir y estos días vamos acelerados, estresados y comidos por la ansiedad. Aunque no queda más remedio, hoy tengo previsto darme una tregua y disfrutar de la espectacular exposición de arte contemporáneo que, hasta final del mes, ha tomado las calles de Granada.

Tengo muchas ganas de pasarme por el Punto de Inspiración de la calle Alhóndiga y, a partir de ahí, dar un paseo moroso y tranquilo por las piezas situadas en Plaza Nueva, la Fuente de las Batallas o esa Plaza del Carmen en la que se alza un conjunto escultórico exquisito: “El Patio”, de Nacho Carbonell.

Les confieso que ya he tenido mis flirteos con esta monumental obra de arte: el viernes, muy temprano, me senté en ella durante unos instantes. Pero no me llamen vándalo: se podía. Y se puede. Inspirada en el Patio de los Leones, las enormes sillas que conforman “El Patio” invitan al encuentro y al diálogo, a sentarse en ellas y relajarse bajo la sombra multicolor de las vidrieras rojas y verdes que sirven de tapasol. Unas vidrieras espectaculares, fabricadas con 10.000 botellas fundidas de cerveza, Roja y Milnoh.

Cada vez nos paramos menos menos en calles y plazas. Y de sentarnos ya ni hablamos: si no es en una terraza, parece una excentricidad, un absurdo, un sinsentido. Una pérdida de tiempo. ¿Qué tal si nos animamos, hoy domingo, a disfrutar del espacio público sin correr, sin prisas ni bullas?

La muestra que Cervezas Alhambra trae a diversos espacios de Granada, tan efímera que solo estará diez días expuesta, es una invitación a bajar el ritmo, a relajarnos y respirar. Una propuesta artística que nos anima tanto a contemplar las propias obras como a reflexionar sobre su proceso creativo, en el que la paciencia propia de la artesanía tradicional está muy presente. Cristal, esparto silvestre, cerámica, madera y la propia cebada con la que se fabrica la cerveza son algunos de los materiales con los que están confeccionadas las piezas.

¿Nos damos un garbeo y les echamos un vistazo tranquilo, antes de las cañas y las tapas?

Jesús Lens

Cervecería de cultura

A nuestra vuelta de Irán pasamos un día en Barcelona, a la espera de coger el vuelo a Granada. Es cierto que fuimos a La Pedrera, pero mentiría si no confieso que la visita más recordada de aquella jornada, tras diez días de rigurosa Ley Seca en el país de los ayatolás, fue al moderno bar restaurante en que la cervecera Moritz ha convertido su fábrica.

Me acordaba de aquella visita al leer que, en Berlín, en pleno centro de la capital alemana, abre sus puertas la Kulturbrauerei, literalmente, Cervecería de Cultura. Se trata de un enorme edificio industrial de ladrillo que, construido a finales del siglo XIX, albergó la fábrica de cerveza más grande de Europa.

 

Ahora es un gran espacio cultural de 25.000 metros cuadrados con una veintena de edificios y seis patios enlazados entre sí. Un lugar en que conviven salas de cine y teatro con pabellones para actuaciones musicales, bares, cantinas y restaurantes y amplios espacios para el disfrute de ferias gastronómicas.

Ni que decir tiene que la Kulturbrauerei se ha convertido en uno de los pulmones culturales más vivos y excitantes de Berlín, acogiendo igual conciertos de grandes bandas internacionales que el famoso Mercado de Navidad o una enorme hoguera en la Noche de Valpurgis.

 

Sí. Lo sé. Y ustedes saben que yo sé en lo que tanto ustedes como yo estamos pensando. ¿Se imaginan que, en mitad de la popularmente conocida como Cuesta de las Cervezas Alhambra, conviviera la fábrica de nuestras adoradas Especial, Milno y Roja con un espacio cultural y recreativo, una vez rehabilitados los pabellones más antiguos, actualmente cerrados?

Granada no ha tratado bien su patrimonio industrial. De hecho, no lo ha tratado de ninguna manera, olvidándolo y destruyéndolo. Tener en el centro de Granada un espacio como el de la fábrica de Cervezas Alhambra es un privilegio y sería fabuloso que una de las grandes empresas de nuestra tierra mostrara al público las interioridades del proceso creativo de una de nuestras bebidas de referencia… además de darle vida cultural y festiva a esa zona de Granada.

El compromiso de Cervezas Alhambra con la cultura local es innegable. Convertir parte de su fábrica en otro espacio cultural más para esta ciudad, una vez restaurada, sería algo que redundaría en beneficio de todos. ¿Le echamos una pensada mientras nos tomamos unas cañas?

 

Jesús Lens