El Gallo de Morón

Para un periodista deportivo, las ruedas de prensa de Pablo Pin, entrenador del CB Granada-Covirán, deben ser toda una golosina, dada la claridad con la que habla después de cada partido.

20160130.- FOTOGRAFIA: GONZALEZ MOLERO. PARTIDO DE BALONCESTO ENTRE EL COVIRAN GRANADA Y EL BRICO DEPOT CIUDAD DE VALLADOLID.

Cuando terminan los choques, mientras los jugadores se juntan en el centro del campo para unir las manos, conjuramentarse y saludar a la afición, Pablo Pin se dirige, discretamente, al túnel de vestuario, sin gesticulaciones ni aspavientos. Alguna vez saluda a su familia, levantando el brazo tras una victoria y con una sonrisa en su rostro, pero lo normal es que se retire rápidamente, imagino que a reflexionar sobre el partido, antes de enfrentar las preguntas de los periodistas.

 

El partido del pasado sábado fue nefasto para nuestros chicos. Un cúmulo de dejadez y despropósitos que convirtieron a los aguerridos jugadores de Morón en poco menos que aspirantes al anillo de la NBA. De ahí que Pablo Pin fuera extraordinariamente crítico con la actitud de unos jugadores que dieron por ganado el partido antes de disputarse, saliendo a la cancha con una displicencia que condujo inexorablemente a la derrota.

20160416. FOTOGRAFIA: GONZALEZ MOLERO. BALONCESTO COVIRAN GRANADA.

Solo el joven -y cojo- Carlos Corts salvó la cara. Los demás, infames. ¿Cómo no recordar, llegados a este punto, la célebre leyenda del Gallo de Morón? La historia es sencilla: tras varias semanas de enfrentamientos entre los vecinos de la localidad hispalense, a comienzos del siglo XVI, la Real Chancillería de Granada envió a un juez bravucón a imponer la paz, presentándose con la siguiente divisa: “Donde canta este gallo, no canta otro”.

 

Los vecinos, cuando se hartaron de su chulería, enterraron sus diferencias y, unidos, prendieron al juez, lo desnudaron y lo apalearon sin miramientos, acuñándose desde entonces el célebre: “Te vas a quedar como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando en la mejor ocasión”.

Desde mitad de la temporada pasada, el CB Granada-Covirán tiene a un simpático mono de peluche como talismán. Dado que aún tenemos por delante la parte más importante de la presente campaña, ¿qué tal si incorporamos a un gallo peleón a la nómina de amuletos, que haga recordar a los jugadores que, si no pegan bocados en defensa, como dijo Pin, y si no están plenamente concentrados en el partido desde el arranque hasta su finalización, podemos volver a terminar como el gallo de Morón: sin plumas y cacareando?

 

Jesús Lens

¡Viva el basket!

Fin de semana dedicado al baloncesto, dándose la circunstancia de que coinciden la Copa del Rey de la ACB con el All Star de la NBA. Y, a la vez, el Fundación CB Granada-Covirán defendía el liderato de la LEB Plata en casa. ¡Cuántas emociones! ¡Cuántas imágenes y estampas para el solaz y el recuerdo! Y de ello hablo hoy lunes en IDEAL.

Han coincidido estos días esos eventos especiales y singulares que parten en dos las mal llamadas temporadas regulares -temporada programada sería más exacto, para no desmerecerla- tanto en la ACB como en la NBA.

Con la Copa, la ACB supera a la NBA en interés y excitación competitiva: mientras que el All Star se ha convertido en un circo intrascendente y bastante aburrido, la Copa es, junto a la Final Four de la Euroleague, una competición eléctrica que no admite despiste, fallo o relajación: el que pierde, se vuelve a casa. ¡Esto sí es un auténtico All Star, con los mejores jugadores de los mejores equipos peleando durante cuatro días por uno de los títulos más codiciados del año! De hecho, la NBA baraja hacer algo semejante.

Es posible que le tenga tanto cariño a la Copa porque pudimos disfrutar de dos de ellas en Granada: la que ganó el Estudiantes de Azofra y Herreros y la del Baskonia de Marcelo Nicola. ¡Qué tiempos! ¡Qué vibraciones! ¡Qué nervios, tensión y excitación!

Me acordaba de todo ello disfrutando, el sábado, del partido de nuestro equipo, con un redivivo Iván Martínez desplegando su clase sobre el parqué, con pases de fantasía y triples imprescindibles. ¡Qué gusto y qué orgullo, ver al Fundación CB Granada Covirán en lo alto de la clasificación! Que habrá quien no valore la LEB Plata… y no sabe lo que se está perdiendo.

Como amante del baloncesto, disfruto tanto de ver a Curry y a los Warriors de madrugada como a Jesús Fernández, los sábados por la tarde. Y, por supuesto, ¡qué lujazo, la Copa del Rey! Sensacional ver a Doncic, el Don, carne de número 1 del draft de la NBA en 2018; a ese MVP que es Llull o a ese jugador tan veterano como intenso, Chapu Nocioni. ¿Se nota que soy merengue?

Luka Doncic
El Don

¡La de saltos que di en Málaga, en 2014! Ahí comenzó una arrolladora racha ganadora que anoche sumó otro inenarrable trofeo, con la cuarta Copa consecutiva. ¡Ahí es nada!

Jesús Lens