El botellódromo reconvertido

Políticamente hablando, Francisco Cuenca ha estado hábil, fino y atinado con la gestión de los tiempos en torno al antiguo botellódromo.

Una de las primeras medidas adoptadas por el PSOE al desembarcar en la zona noble de la Plaza del Carmen fue cerrar el botellódromo, ese engendro diseñado por el PP de Torres Hurtado para que los jóvenes tuvieran un espacio acotado donde beber hasta hartarse, todos los fines de semana y fiestas guardar.

El fin último, primero y único del botellódromo era conducir a los jóvenes a un recinto en el que la única actividad posible era beber. Beber sin límite ni mesura. Beber hasta reventar. ‘Había un problema -de ruido- y lo hemos solucionado’, era la filosofía del botellódromo. ¿Para qué molestarse en buscar alternativas de ocio para la juventud? Lo fácil era habilitar un espacio en que incordiaran al menor número de vecinos posible y mirar para otro lado.

En el verano de 2016, el gobierno de Paco Cuenca le echó el candado al botellódromo. Rápidamente surgieron voces criticando la medida y advirtiendo del infierno de microbotellones al que se enfrentaría Granada dado que a nuestros jóvenes, para pasarlo bien, solo les gusta beber, beber y beber. En las calles, para más inri.

A lo largo de estos tres años ha habido quejas y denuncias por el ruido provocado por botellones aislados, por supuesto. Pero ni de lejos se ha producido aquella hecatombe anunciada por los agoreros que advertían sobre una ciudad anegada por torrentes de pises y vómitos.

Tres años después de clausurado el botellódromo, el espacio reabre sus puertas convertido en la plaza Ciudad Europea del Deporte, bien dotado de porterías, canastas y elementos para la práctica de calistenia. ¡Qué imagen tan simbólica, abrir un mandato cerrando el botellódromo y cerrarlo abriendo un espacio de ocio deportivo, sano y natural!

La pregunta es: ¿por qué tres años de espera? Tres años repletos de promesas, propuestas y planes alternativos. Que bien está lo que bien acaba, pero ¿no se podría haber hecho antes?

El PSOE ha trabajado por fijar la imagen de una ciudad volcada con la cultura, la ciencia y el deporte. El reto es que, más allá de las etiquetas, Granada se consolide como tal.

Jesús Lens

La cruda realidad

Está perra la actualidad. Menos mal que este año, la Semana Santa llega pronto y nos dará una tregua. Al menos, eso esperamos. Hago un repaso por las noticias locales que copan la actualidad y el panorama no es precisamente halagüeño. De ello hablo en mi columna de hoy de IDEAL, llegando a una conclusión que, espero, les parezca apropiada.

Por una parte, hoy viernes vamos a “disfrutar” de una ciudad blindada, con hasta 70 policías encargados de evitar el macrobotellón de la Fiesta de la Primavera. Y, disculpen ustedes lo cansino y reiterativo del tema, pero es que este culebrón es una de las mejores pruebas de la sociedad tan ridícula que hemos construido entre todos.

Cruda Realidad

Una sociedad en la que, para muchos jóvenes, la mayor prioridad es el Botellón, haciendo de ello casus belli. Una sociedad, a la vez, incapaz de articular una alternativa de ocio juvenil, tras nueve años empleando la táctica del avestruz. Y lo que te rondaré. Porque, de momento, la noticia del cierre del Botellódromo no ha venido acompañada del anuncio de propuestas creíbles que interesen a los jóvenes.

Otro de los ya habituales caballos de batalla lo tenemos con la cuestión del autobús. Que tiene tela la cosa. Meses y meses de peleas, broncas, malos humos y peores humores, sanciones, multas y alteraciones… para que la cosa termine al estilo lampedusiano: cambiarlo todo para que todo siga igual. Pero más caro. Que miren ustedes por dónde, en la cuestión del precio del billete de autobús no solo hemos alcanzado a Sevilla, sino que hemos superado a Málaga. Y olé.

Cruda Realidad LAC

Menos mal que ya llega el metro. ¡Ay, el metro! Que se anuncia la contratación de 200 personas para su definitiva puesta en marcha y, acto seguido, tiene que salir la Junta de Andalucía a desmentir que el proceso de selección vaya a incurrir en el siempre reprobable enchufismo, tras la acusación de IU de que, con la privatización del servicio, esto va a ser un descalzaperros. ¡Habrá que vigilar las catenarias, no se vayan a enganchar por ahí los enchufes métricos!

Cruda Realidad metro

Y luego está la ignominiosa falsificación de esos certificados médicos imprescindibles para garantizar que los jugadores del Atarfe Industrial están en condiciones de hacer deporte sin riesgo para su salud. ¿Se puede ser más mentecato y miserable?

Sí. También hay buenas noticias. Y esperanzadoras. ¿Aprovechamos la Semana Santa para darles visibilidad y difusión? Si la cruda realidad nos da una tregua, claro…

Jesús Lens

Twitter Lens

Beber es necesario

Mi artículo de hoy en IDEAL…

Cuentan las crónicas de los antiguos latinos que el audaz Pompeyo había hecho grabar una máxima en su nave: “Vivir no es necesario, navegar sí”. ¿Qué sentido tenía la vida para un hombre de la mar si no le era permitido surcar los océanos?

Botellón Granada

La sentencia hizo fortuna y ha sido parafraseada y adaptada en infinidad de ocasiones. Se trata de un canto a la vida, pero no a una existencia banal y rutinaria, sino a la vida concebida como aventura; repleta de desafíos, retos y ambiciones.

Leo que el ayuntamiento va a combatir este año la Fiesta de la Primavera de forma decidida, organizando la I Holi Run de Granada en la zona del Botellódromo.

A mí, lo de la Fiesta de la Primavera no me parece sorprendente. Que miles de jóvenes se reúnan para despedir al invierno (aunque, ya me dirán ustedes qué invierno) y celebrar la llegada de la primavera poniéndose hasta los ojos de beber es una derivación natural de la inveterada costumbre de regar cualquier acontecimiento con litros y litros de alcohol.

Holy run granada

Por eso, lo preocupante no es la quedada puntual para pillar una cogorza colectiva, aunque hay que alabar el compromiso del ayuntamiento de evitar que Granada sea trending topic por convertirse otra vez en la Capital Mundial del Botellón Más Grande Jamás Organizado. Espero que salga bien la carrera festiva multicolor y posterior sesión de DJs & Zumba, aunque 15 euros me parecen excesivos. Por supuesto, ya hay quien ha puesto el grito en el cielo al conocerse la iniciativa, pero el inmovilismo recalcitrante es así. Al menos, concedamos el beneficio de la duda…

Para mí, el gran problema no es la Fiesta de la Primavera, insisto. El problema es que anoche y anteanoche había decenas de chavales dándole al frasco en el Botellódromo. Como los hubo el fin de semana pasado y los habrá el que viene. Porque parece que vivir no es necesario, pero beber sí.

Jesús Lens Botellón

Reconozcámoslo: el Botellódromo es la prueba más palpable de un fracaso colectivo. Es una solución de compromiso para enmascarar y esconder un problema, tratando de que no altere la apacible existencia de la mayoría de los ciudadanos. Y lo peor es que los jóvenes lo han asumido con una mezcla de gusto y resignación. Parecen sentirse cómodos en el gueto y, en vez de exigir alternativas de ocio y cultura atractivos y asequibles, se conforman con juntarse en un solar vacío. Y beber. Porque vivir no es necesario, beber sí.

Jesús Lens

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