The Black Barba

Hace unas semanas os presentaba a The Black Barba.

No imaginaba, entonces, que hoy estaría yo hablando de barbas, precisamente.

Esta mañana, a las 8, Pedro me miraba torvo, en la cafetería. Iba sin afeitar. Y yo siempre me afeito para ir a trabajar. O casi.

Después, a las diferentes personas a las que he ido viendo, se lo explicaba: “Dentro de tres días tengo que tener una barba de cuatro días”. Así es que no. No estoy desaseado. Ni dejado, abandonado.

Y, lo que es más extraño: tengo que mantener esa barba durante diez días más.

Que ya me explicará algún experto en estilismo cómo carajo se mantiene durante 10 días una barba de 4 días.

– ¿Y eso?

Porque me voy.

Tras un año en el dique seco, varado, quieto e inmóvil; voy a hacer honor al nombre de este Blog y a patear un poco de mundo.

Quiero bailar con leones
Quiero bailar con leones

En este caso, y si todo va bien, me voy a dar una vuelta por Irán.

– ¡Hay que Argoderse! –me dicen. –¡No habrá sitios en el mundo!

Y es verdad. Claro que hay sitios. Muchos. Y fascinantes. Y atractivos. Como la antigua Persia, cuna de civilizaciones, de Persépolis a Ifashan, pasando por antiguas estaciones caravaneras y por la cuna del Zoroastrismo.

Zoroastro

Y no me preguntes más.

No lo sé.

Pero espero saberlo a la vuelta.

Y contarlo.

Me voy.

El viernes.

Pero ya me estoy dejando mi barba de cuatro días. Para entrar en la misteriosa y enigmática Irán.

Sí.

Estás pensando… ¿y volverán?

Sí. Volveré.

Para contarlo.

No te quepa la menor de las dudas.

Volveré.

Y seré el mismo. Algo cambiado, claro. Espero. Pero el mismo. El mismo que viste y calza. El mismo que se afeitará su barba de cuatro días, cultivada a lo largo de dos semanas, y regresará para poder entonar nuestro grito de guerra:

¡Seguimos!

Si me sigues, en Twitter @Jesus_Lens

Y ahora, a ver los 20 de marzo de 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012.