El café de los obreros

Ayer se presentó un libro muy, muy especial: ‘Obreros del café de la Mariana. Los orígenes del socialismo en Granada 1868 – 1897’, publicado por Comares. Su autor: Antonio Mª Claret. A partir de aquí, pongan en cuarentena todo lo que les diga, que Antonio, además de ser el mejor jefe que jamás he tenido, el que más me ha enseñado y de cuyo ejemplo siempre aprendí; es un buen amigo.

Una de las veces que quedamos a tomar café, hace ya tiempo, me contó que estaba en plena investigación de los orígenes del socialismo en Granada. No me extrañó nada en absoluto, dado que a Antonio siempre le gustó dar una charla sobre la historia del partido a los nuevos afiliados al PSOE, repasando las biografías de sus personalidades más representativas y lo que significan las siglas. O deberían significar (esto es de mi cosecha, ojo).

La sorpresa llegó unos meses después, cuando me pasó el manuscrito con el fruto de su trabajo para que lo leyera y pudiéramos comentarlo. ¡Y qué trabajo! Además de tener un título precioso y evocador, ‘Obreros del café de la Mariana. Los orígenes del socialismo en Granada 1868 -1897’ es un excelente libro de historia que gustará a cualquier lector interesado en la política y en los movimientos sociales, pero que es de lectura obligatoria para todas las personas que se consideren progresistas, con independencia de simpatizar más o menos con el PSOE.

En este libro van a descubrir y a conocer a auténticos héroes. A personas para las que el socialismo era una forma de vida y que lo entregaron todo, a veces, hasta la vida, por la consecución de un mundo más justo en unos tiempos realmente duros. No puedo olvidar, por ejemplo, lo de las maestras rurales que, en tiempos de crisis y penuria, murieron de hambre en sus casas-escuela. ¡De hambre! Siendo maestras con plaza y destino. O los sacrificios de los trabajadores más humildes para formarse y poder leer la prensa del momento. Háganse con el libro de Antonio. No se arrepentirán.

Jesús Lens

GARNATA: UNA CITA CON LA HISTORIA

No están locos, estos granadinos. Están como una cabra. Felizmente. Porque habiendo hojeado y ojeado el primer e histórico número de recién nacida revista Garnata, tendremos que convenir en que hay que estar chiflados para poner en marcha una inicitaiva tan ambiciosa, de tanta calidad y tan generosa, formal e intelectualmente hablando, en unos tiempos en que lo corriente es esconderse, achicarse, empequeñecerse e intentar pasar inadvertidos.

Saludamos la llegada de la revista Garnata como lo que es: un acontecimiento editorial histórico al que no sólo deseamos sino que auguramos larga vida y, sobre todo, que se convierta en punto referencial para la cultura y la sociedad de nuestra tierra.

 

Gracias a Melchor, Antonio, César, Emilio, Francisco Javier, Ana y Manuel por embarcarse en esta singular singladura.