Accelerando

Esta es una de esas columnas que vienen con banda sonora: el Accelerando de Vijay Iyer, un excepcional pianista de jazz que también es matemático y que concibe algunas de sus composiciones como si de complejas ecuaciones se tratara.

Ahora que se ha presentado una nueva y espectacular edición del Festival de Jazz de Granada, escucho mi disco favorito del trío de Iyer mientras me relamo de gusto leyendo las últimas informaciones sobre el proyecto que nos puede cambiar la vida: el acelerador de partículas.

Lo sé, lo sé. Soy un pesao con el temita de marras. Un cansino histórico. Un coñazo manifiesto. Que no hay mes sin columna del Lens sobre el acelerador, Escúzar, el CIEMAT, la financiación, Ifmif-Dones o lo que quiera que demonios sea, pero siempre relacionado con la cuestión.

Lo siento si les parezco reiterativo, pero creo que así debe ser. Hoy por hoy no hay tema más importante para el futuro socioeconómico de Granada que el del acelerador. “Convertir a Granada en un polo de atracción para investigadores del campo de la energía de fusión nuclear” es una de las aspiraciones de Enrique Herrera, vicerrector de Investigación de la UGR. ¿No les suena como a ciencia ficción?

Lean la información del Ideal de hoy, de Javier Morales. Quizá les parezca demasiado técnica y compleja, repleta de acrónimos, tecnicismos y siglas raras. Pero nos va el futuro en ello. Cierto es que la mamarrachada de Andy y Lucas resulta más entretenida, pero ellos ya se han embolsado los 15.000 euracos del ala que alguien decidió pagarles por actuar en Órgiva -¡¡¡¡¡15.000 euros para Andy y Lucas!!!!!- y el acelerador les importa una higa.

Insisto una vez más: con el tema del acelerador se están haciendo las cosas muy bien, paso a paso y como debe ser; todas las personas y los sectores implicados remando en la misma dirección con brío, fuerza y compromiso. Sin alardes innecesarios, pero sin flojear en ningún momento.

Es fundamental asegurar la financiación para un proyecto que no debe competir con Japón, sino ser complementario, igual que se llegaron a acuerdos con las otras candidaturas europeas.

Bien mirado, quizá sea bueno que sigan produciéndose sainetes como el de Andy y Lucas para tenernos entretenidos mientras la gente cabal y con sentido sigue trabajando de forma discreta, sorda y comprometida con el acelerador.

Jesús Lens