Etiqueta: de la
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La civilización se acabará cuando todo el mundo sea influencer y no haya médicos de familia
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Buenas, soy Emilio Calatayud. La civilización tal y como la conocemos se acabará cuando todo el mundo sea influencer y no haya médicos de familia. Y, al paso que vamos, ese día está cada vez más cerca. Esta es la conclusión a la que hemos llegado Carlos Morán y yo tras reflexionar sobre el asunto.…
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Chavales, gritad conmigo: en plan, ¡viva la madre que nos parió!
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Buenas, soy Emilio Calatayud. A ver, chavales, gritad conmigo: en plan, ¡viva la madre que nos parió! Igual se puede decir más alto, pero no más claro. Felicidades a todas las mamás del mundo. En plan, un beso para todas. Si queréis suscribiros al blog de don Emilio lo podéis hacer en la dirección…
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Se me olvidaba, ya se acaba el Día de la Felicidad, ¿para cuándo el Día del Sentido Común?, buenas noches
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Buenas, soy Emilio Calatayud otra vez. Se me olvidaba que hoy era el Día de la Felicidad. Como ya está acabando, lanzo una pregunta, ¿para cuándo el Día del Sentido Común? Buenas noches Si queréis suscribiros al blog de don Emilio lo podéis hacer en la dirección que va ahí abajo y sus…
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Celebro el Día de la Educación con lo que me dijo un niño africano: «Lo que más me gusta de España es que puedo ir al cole»
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Buenas, soy Emilio Calatayud. Hoy se celebra el Día Internacional de la Educación, que confieso que no sabía que existía. Ya que existe lo celebro con lo que me dijo un niño africano de diez años que había llegado en patera a la Costa de Granada: «Lo que más me gusta de España es que…
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Fui de los que voté a favor de la Constitución de 1978, a la que han hecho enfermar y está de baja, como yo
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Buenas, soy Emilio Calatayud. Fui de los que tuve el honor de votar a favor de la Constitución de 1978. Ahora, a sus 45 años, la han hecho enfermar y está de baja, como yo. ¡Viva la Constitución!
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Esto no tiene precio: «Gracias por todo don Calatayud, hace una semana salí en libertad»
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Buenas, soy Emilio Calatayud. Estas son las cosas por las que tanto me gusta mi trabajo y por las que, a pesar de las goteras en mi salud, no me jubilo. Me escribe una niña a la que encerré y, acompañando el texto con una foto de ambos en la que me abraza, me dice…

