Buenas, soy Emilio Calatayud. Ya os lo he comentado en más de una ocasión: las luces que más brillan en Navidad no son los que adornan las calles, las verdaderas luces de la Navidad son esas personas que dedican su vida a trabajar por los demás y hacen que el mundo sea un poquito mejor. El veterinario de Graná José Luis Guirao es una de esas luces. Todo empezó en Camboya en 1992, tras el genocidio que ocurrió el país. Un día salió a la calle con dos perolas, una de arroz y otra de sopa, para dar de comer a la gente. No pudo contenerse al ver el hambre a su alrededor.
Con el paso del tiempo, la Fundación Agua de Coco que él creó ha construido una red social que se extiende por España, Francia, Andorra. Suiza, Suecia, Hungría, Canadá, Camboya, Brasil y Madagascar, que es donde vive el propio José Luis enteramente dedicado a seguir luchando contra el hambre y en la protección de los derechos de los niños.
Estos días está en Graná para pasarlos en familia. Aunque haya un apagón, gracias a las personas como él, la Navidad seguirá brillando.








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