Buenas, soy Emilio Calatayud. Es tiempo de las llamadas cenas de empresa. Cuando era juez, yo también hacía una ‘comida de empresa’ con mis choricillos encerrados y sus cuidadores, vigilantes y monitores. No podía ser una cena porque por la noche tenían que estar en las celdas. La disciplina es la disciplina. Lo pasábamos bien y, que yo recuerde, no se nos escapó ninguno, ja, ja, ja.








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