Buenas, soy Emilio Calatayud. Tengo un amigo que se ha ido a vivir y a trabajar un año a Japón. Y el otro día me contó algo que me sorprendió. «En Japón, los baños te hablan y las cartillas del banco son de papel». Lo primero ya lo suponía porque son ‘mu’ tecnológicos, pero lo segundo fue una agradable sorpresa. Cartillas de ahorro como las de antes. Menos botones y claves y más papel. Las dos cosas, los baños parlantes y las cartillas de papel, son buenas para las personas mayores, para los viejos como yo, vaya. Se nota que en Japón hay mucho respeto por los mayores y quizá por eso vivan tantos años. Los abuelos españoles queremos ser como los japoneses.








Deja un comentario