Buenas, soy Emilio Calatayud. Un padre riñe a su niño de unos ocho años en una calle de Graná. «Tío, colega, no hagas eso». A ver, en mi modesta opinión de juez jubilado, un padre debe respetar a sus hijos y respetarse a sí mismo. Siempre lo digo y lo seguiré diciendo: un padre no puede ser el amigo de sus hijos, porque entonces los deja huérfanos.








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