Buenas, soy Emilio Calatayud. Siempre he dicho que no hay sonido que alivie más a los padres que el de la llave en la puerta cuando sus hijos vuelven de fiesta. Y más ahora en verano. Pues añado que no debe haber nada más tranquilizador para las familias de los bomberos que escuchar el sonido de la llave en la puerta cuando vuelven de apagar un fuego. También para las familias de los guardias civiles, los policías… Ojalá que nunca dejéis de escuchar ese sonido.








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