Cualquier español mínimamente observador habrá comprobado desde hace meses -por no decir años- que el precio de la gasolina en nuestro país tiene una inquietante tendencia al alza. La escalada empieza con una excusa -alguna revuelta en los países productores-, pero ya nunca vuelve a bajar. Al revés, crecen y crecen… sobre todo, cuando llega un puente festivo o las vacaciones. Así que hemos conseguido tener la gasolina más cara de Europa. ¡Olé! Todo el mundo sabe que hay algo raro en la subida de precios de los combustibles. Bueno, todo el mundo, no. El Gobierno acaba de darse cuenta. Es lo que tiene no viajar siempre en coche oficial, que te alejas de la realidad. Como somos nosotros los que llenamos sus depósitos… De momento, van a crear una comisión para ver si se les ocurre algo. Estamos apañados.







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