Buenas, soy Emilio Calatayud. Hace unos días juzgamos y condenamos siete veces en una mañana al mismo chaval (y creo que todavía le quedan cuatro o cinco más, además de otras condenas que tiene el Juzgado de Menores 2 de aquí de Granada). En total, le cayeron 36 meses de internamiento (y otros tantos de libertad vigilada) por varios delitos de robos con violencia, sobre todo, tirones. Cuando acabamos los siete juicios se me acercó su madre y me dijo: «Gracias por condenar a mi hijo». Me ha pasado alguna vez más (en Mis sentencias ejemplares contamos algún caso parecido), pero no por eso te deja de impresionar. ¡Cómo se sentiría esa madre para dar las gracias porque lo encierren! Y hasta hace poco no era un mal chaval. Antes vivían en otro lugar de España y cuando vinieron a Granada, el niño tuvo ‘malas juntas’, malas compañías, y empezó a meterse en líos… A pesar de todo, yo creo que este chaval va a salir adelante.







Deja un comentario