Hoy en publicado en la edición impresa de IDEAL la historia de Lilly, una joven guatemalteca que padece un tumor cerebral que se reproduce con frecuencia y puede matarla. Desde que tenía 13 años (hoy tiene 23), se ha sometido a varias operaciones en Granada y en Málaga (cuyos hospitales públicos tienen dos de los mejores equipos de neurocirujanos de España). Hace unos días, voló hasta Barajas junto a su madre María para someterse a la enésima intervención en el Carlos Haya de Málaga. Su vida corría de nuevo serio peligro. No era ninguna broma. Pues bien, Lilly y su madre fueron repatriadas horas después por problemas burocráticos, de papeleo. Entre ellos, y sonroja hasta decirlo, que no tenián el dinero que se les exige para poder entrar en España (unos 60 euros por cada día que permanezcan aquí). El quirófano del Carlos Haya se quedó esperando y la vida de Lilly pende de un hilo. No sé qué clase de mundo estamos construyendo, la verdad. Esperamos que este asunto se solucione lo antes posible. Nosotros, en el periódico, vamos a hacer todo lo posible para que así sea.
La parte buena de esta historia es la ONG granadina Senderos de Maíz, que es la que se ha empeñado en que Lilly siga viviendo, y la de todas las personas (médicos, voluntarios, etc) que desinteresadamente trabajan para hacer la vida mejor a personas que lo están pasando muy, muy mal y que apenas tienen nada (Para Lilly su madre, 60 euros es una fortura: Guatemala es uno de los países más pobres del mundo). Un saludo.
Deja un comentario