En España, y seguro que nos dejamos algo porque la maraña de normas y leyes que afectan a los menores de edad es muy intrincada, un adolescente de 16 años puede trabajar, mantener relaciones sexuales con adultos, casarse, ser juzgado y condenado, dar su consentimiento para una operación quirúrgica, abortar, adquirir la píldora postcoital, .. En realidad, dicho fármaco puede comprarlo cualquiera: también una niña de 12 doce años, pese a que no puede mantener relaciones sexuales (¿Y eso cómo se entiende? Ni idea).
Por contra, y también en España, un menor de edad no puede comprar tabaco ni alcohol (tampoco consumirlos), hacerse un tatuaje sin el permiso de sus padres, conducir un coche o votar.
Así de contradictorio es el cuerpo normativo que afecta a los menores en España. Por eso el juez reclama un Pacto por el Menor: que nos pongamos de acuerdo en delimitar sus derechos y deberes de una forma coherente para no volverlos locos ni volvernos locos. Un saludo.








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