Os contamos el principio de la historia y aquí va el final. Sólo una pequeña reflexión: qué asquito dan los que utilizan a menores para delinquir.
El chaval, al que el Ministerio Público achacaba la comisión de un delito de falsedad en documento público, no dio pie a que se celebrara la vista oral del juicio. Aceptó su participación en los hechos y transigió con la medida correctora que le pedía la Fiscalía -la conformidad, al igual que en la Justicia de adultos, lleva aparejada una rebaja en la pena-. A pesar de la brevedad del trámite, quedó claro que el menor fue el engranaje más vulnerable de un negocio ilegal con ramificaciones internacionales. Él se limitó a poner la cara… y le pillaron. El Porsche Cayman S pasó la revisión obligatoria gracias a él. El ‘titular oficial’ del coche que logró superar la ITV fue él. No tenía edad para sacarse el carné de conducir, pero coló».
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