Buenas tardes, soy Emilio Calatayud. En mi última participación en el programa de de Olga Bertomeu, en Canal Sur Radio, hablamos de varios asuntos de actualidad que me gustaria sirvieran para fomentar el debate en este blog. Por un lado, nos encontramos con el ‘crimen de Seseña’. De otro, con la violación múltiple que se ha juzgado en Huelva y en la que están implicados niños de 13 años en adelante. A raíz de estos sucesos, y como ya suele ser habitual, se ha reavivado la polémica sobre la necesidad, o no, de plantear el endurecimiento de la ley de responsabilidad penal del menor , rebajando dicha responsabilidad a la edades de 12 y 13 años. Desde luego, lo que está claro es que nos estamos equivocando con la educación que estamos dando a nuestros menores. En cuanto a la reforma: antes de sentar en el banquillo a menores de 12 años, soy mas partidario en primer lugar de elaborar un PACTO POR EL MENOR, como ya he dicho en otras ocasiones. Está claro que lo que está ocurriendo es responsabilidad de todos y, cuando digo todos, me refiero fundamentalmente a los dos partidos nacionales. Pero me temo que si no son capaces de fraguar el pacto por la educación, menos aún podrán hacer uno por el menor, que es más amplio. Pienso que hay que exigir a los padres que cumplan con sus deberes, art. 154 CCi, enseñar a los chavales sus deberes, tanto familiares, art. 155CC, como escolares y tambien sociales. Las escuelas de padres son importantes. Luchar contra el fracaso y absentismo escolar. Y luego, por último, la educación social. Creo que hemos transmitido a los jovenes que todo vale y no es eso. Por otro lado, tenemos complejos de joven democracia y nos da miedo decir ‘NO’. También a los politicos. Hay que consensuar soluciones para problemas como el fácil acceso de los menores al alcohol. O cuidar los mensajes que damos sobre el porro, el botellón, los horarios… En definitiva, consensuar qué queremos hacer con nuestros menores. Luego ya nos plantearemos seriamente si hay que bajar la edad. Es mejor prevenir, educar, exigir a los mayores, a los medios de comunicación o a las autoridades que actúen con sentido común… Y que no conviertan el tema menores en otra pugna politica. Para sentar en el banquillo a un niño de doce años siempre tendremos tiempo. Tengo la convicción y la necesidad de creer que los niños no nacen malos y, por tanto, hay que prevenir antes que judicializar a niños de 12 y 13 años.
Un saludo.







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