Buenas, soy Emilio Calatayud. Estoy sorprendido y nos sentimos muy honrados por la cantidad de gente que se acerca al blog desde Argentina. Internet tendrá sus defectos, que los tiene, pero también ventajas. Ésta es una de ellas: que podamos dialogar gentes de distintos países e intercambiar opiniones para que aprendamos unos de otros. En cuanto a los elogios, sólo me queda agradecerlos. Espero que al final pueda viajar a Argentina y dar una charla allí: podría ser en julio, pero aún hay que atar unas cuantas cosas. Por cierto un amabilísimo comentarista y ex policía de Tucumán, Argentina, dice que la charla famosa de Youtube le recuerda a las cosas que decía Gandhi. No, ¡por Dios! ¡Qué más quisiera que parecerme sólo un poquito a ese gran hombre! Soy una persona normal, creame. Es más, quiero seguir siéndolo. Llevo una vida totalmente sencilla: trabajo, hago ‘los mandaos’ para la casa, doy alguna conferencia, hablo con mis hijos, salgo a tomarme una caña con mi mujer… Lo que pasa es que los medios han creado un personaje: ellos tiene buena parte de la culpa. Se ve que les he caído bien. Lo demás, sentido común, y ya está.
De todas formas, gracias amigos argentinos. De corazón.
Por cierto, Carlos escribía sobre la gripe y da la casualidad de que esta semana pasada ha venido a conocer el juzgado y nuestra forma de trabajar un jesuita español, pero que vive en México desde los cuatro años. Asistió a varios juicios y parece que le gustó. Ojalá le sirva para la labor social que desarrolla en México. Vino con gente de la Zona Norte de Granada, que son los barrios con más problemas de todo tipo de la ciudad. Fue una visita grata. Aprendimos todos. Gracias, de nuevo. Y un saludo muy especial para la gente del otro lado del Charco.







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