Seguimos. ¡Claro que seguimos! Pasado el impulso navideño, que es cuando mucha gente recurre a los libros como socorrido regalo con el que agasajar a seres queridos, seres conocidos y hasta a amigos invisibles; hay que seguir comprando, vendiendo, escribiendo, publicando y, sobre todo, leyendo libros. Está feo que yo lo diga (aunque en realidad…