ENEMIGOS PÚBLICOS & CARLOS BOYERO

Hace un par de días glosábamos las maravillas de «Enemigos públicos». ¿Las leyeron? ¿Qué les parecieron? Lo mismo alo exageradillas… ¡pues no!

Miren, entre otras lindezas, lo que escribie Carlos Boyero sobre la última obra maestra de Michael Mann:

 

«Enemigos públicos no te decepciona. Es una de las mejores cosas que le han ocurrido este año al cine norteamericano, una sucesión de imágenes magnéticas y rodadas digitalmente, diálogos sin desperdicio, una ambientación y una atmósfera que otorgan credibilidad absoluta a la época y los conflictos que te están describiendo, un sentido de la violencia en el que las balas y la sangre adquieren insoportable sensación de realidad, se agradece la ausencia de psicologismo y de moralina, interpretaciones tan sobrias como memorables de protagonistas y secundarios, la capacidad narrativa que acredita a los maestros.»

 

Para leer completo el más que recomendable artículo de Boyero, sigan este enlace.

 

Jesús Lens, dillingeradicto.

E BOOKS vs. PAPEL

De todos los argumentos a favor de la pervivencia del libro de papel frente al E-book o libro electrónico, que ya asoma insistentemente su patita virtual por debajo de la puerta, el más sólido y el que más me ha hecho reflexionar lo leí en este artículo que ayer publicaba El País: «Nostalgia del papel», de Bernal Freiría, aunque matizado.

 

¿Acabará con el libro tradicional?
¿Acabará con el libro tradicional?

«Desaparecerán los préstamos de libros entre amigos, ese placer de compartir», señala el autor de un artículo ciertamente clarividente.

 

Ustedes, que ya me van conociendo, saben que no presto libros a los amigos, precisamente, porque quiero que sigan siéndolo. Pero me encanta regalarlos. Y dedicarlos, firmarlos. Marranearlos. Pocos placeres como el de pensar en alguien y elegir para esa persona el libro idóneo, el que le gustará, le aterrorizará, le enganchará, le asqueará, le intrigará, le excitará… los libros, los buenos libros, han de provocar sensaciones. Y ponerle unas letras manuscritas en sus primeras páginas, dejando una impronta en el papel, teóricamente eterna, es uno de los placeres a los que no quiero renunciar.

 

¿Renunciaremos al placer de dedicar libros?
¿Renunciaremos al placer de dedicar libros?

Y, aunque pueda parecer viejo, trasnochado y añejo… ¿cómo provocar sensaciones en alguien a quién aprecias a través de la recomendación de una descarga en un aparato electrónico?

 

El tránsito
El tránsito

Aunque todavía no terminaba de verme yéndome a la cama con otra pantalla a cuestas -adoro leer en la cama- hasta ayer mismo estaba convencido de que el E-book, como el DVD, el CD o el iTunes, terminaría imponiéndose al libro analógico. Pero, afortunadamente, Freiría me ha dado el argumento definitivo que me hace pensar que el libro es distinto a los discos o las películas. Que es un objeto que se disfruta por sí mismo. Que es bello, hermoso y valioso tanto por su contenido como por el continente en que viene impreso.

 

No sé cómo lo ves tú y qué te parece.

 

¿Tiene futuro el libro impreso en papel? ¿Convivirá con el E-book? ¿Desaparecerá, para gran regocijo de árboles y bosques? ¡Hablad! ¡Manifestaos!

 

Vamos a poner una de esas Encuestas, que tanto nos gustan, en la Margen Derecha de la pantalla, para ver qué opinamos sobre el particular, a lo largo de Agosto…

 

Jesús Lens, analógicamente libresco.