Susana buena / Susana mala

Dos imágenes principales nos dejó Susana Díaz de su paso por Granada, el pasado viernes. En una, aparece la Susana buena, la presidenta que elogia la creación del centro de la “Nasa europea” en el Parque de las Ciencias, rodeada de jóvenes que charlan frente a un robot.

 

En la otra, la Susana mala aparece a los mandos del metro. Ese metro que nunca fue inaugurado y al que solo se ha subido la presidenta de la Junta de Andalucía cuando su puesta en marcha efectiva ha sido un éxito arrollador.

 

¡Qué timorata ha sido, la presidenta! ¡Qué cobardes, las autoridades de la Junta! El metro, una obra de cientos de millones de euros, la mayor inversión en la historia de Granada, la infraestructura más costosa de los últimos lustros; se quedó sin inaugurar. ¡En una tierra que se hizo famosa, hace ahora cuatro años, con 14 políticos inaugurando una rotonda!

 

¿Se acuerdan de aquella bochornosa imagen, que dio la vuelta a España, más exitosa que los triunfos de Contador o Valverde? En época de penurias como la que vivimos, en la que no hay una mísera infraestructura que echarse al teleobjetivo, hay políticos que se pegan codazos por ser los primeros en lanzarse por el tobogán de un parque infantil recién inaugurado.

 

Y en este contexto, cuando llega el día de la inauguración de un metro que ha costado la nada desdeñable cantidad de 558 millones de euros, par de millones arriba, par de millones abajo; nuestros representantes públicos se pusieron de perfil, protagonizaron el último viaje en pruebas, salieron del ruedo por una puerta falsa para apartarse de los focos y se parapetaron tras el burladero, a ver cómo salía el morlaco.

 

Y el morlaco ha salido brioso, fuerte, sano y con energías. Y el metro ha sido tal éxito, desbordando los vaticinios más optimistas, que Susana Díaz decidió ponerse a los mandos… cuando ya era tarde y la foto queda hasta ridícula.

 

Así las cosas, me quedo con la imagen de la presidenta apostando por la oficina Esero de Granada, única en España, un proyecto educativo conectado a catorce centros de referencia de toda Europa y que mira al futuro, basado en la enseñanza de disciplinas científicas a esos jóvenes estudiantes que, esperemos, sean los auténticos agentes protagonistas de la real y definitiva modernización de Andalucía.

 

Jesús Lens