Pongámonos incoherentes

¡La que le ha caído a Cristina Morales por sus encendidas declaraciones después de ganar el Premio Nacional de Narrativa! Y la que les cayó a Guardiola y Xavi hace una semana por sus posicionamientos sobre la sentencia del Procés…

Es cierto. Podría parecer incoherente poner a caer de un burro al sistema que te premia generosamente y del que llevas viviendo toda tu vida literaria, gracias a premios, galardones y subvenciones. Pero no lo es. Cristina se lo ha ganado a pulso, escribiendo cada vez mejor y gracias a una trayectoria literaria impecable, muy personal y radicalmente a contracorriente. Que no le haga el caldo gordo a las instituciones que la premian sólo habla, y para bien, de su independencia y su libertad de criterio. Que se desmarque con titulares incendiarios es una opción individual que, además de ponerla en el ‘candelabro’, la/nos sitúa frente a sus/nuestras propias contradicciones.

Es como lo de Guardiola o Xavi, criticando la falta de democracia en España cuando ellos han ganado una pasta gansa trabajando para regímenes teocráticos más propios de la Edad Media que del siglo XXI. ¿Incoherencia? Por supuesto que sí. O no. Depende. Que con las cosas de comer no se juega. ¿O sí?

Miremos hacia dentro y pasémonos a nosotros mismos un rápido Test de Coherencia Personal. ¿Actúa usted siempre de acuerdo a sus credos, postulados y pensamientos? ¿Cuándo fue la última vez que traicionó sus principios? ¿Alguna mentirijilla de la que arrepentirse en las últimas 24 horas?

Yendo un poco más allá: ¿comulga usted siempre y en todo momento con las actuaciones, valores y postulados de la empresa para la que trabaja? ¿Se atreve usted a poner a parir a sus jefes y/o a los directivos de su empresa cuando hacen algo que a usted no le gusta?

Resulta llamativo que uno de los más críticos con Cristina Morales y, en su momento, con Xavi; sea Albert Rivera, líder de un partido del que se han marchado buena parte de sus fundadores originales e ideólogos fundamentales… por culpa de las incoherencias del propio Albert.

Jesús Lens