LUCIO 642: Aceite milenario

Busquen, busquen esas muestras de aceite. Se trata de botellas de 500 cc que reposan en elegantes estuches especialmente diseñados para albergar un elixir de aceitunas… que tiene mucha historia. Están en tiendas gourmet de toda Granada. Busquen el LUCIO 642.

¿Se acuerdan ustedes de que, en febrero del año pasado, hablamos de unos olivos milenarios de Íllora, que estuvieron a punto de ser arrancados? ¿Se acuerdan de que fueron indultados, in extremis, gracias a que una almazara de Alomartes compró la cosecha de varios años, íntegra, y a precio superior al de mercado, por mediación de la asociación Argentata?

 

Pues el aceite de la primera cosecha, la correspondiente a este 2017, ya está a la venta. Se trata de ese LUCIO 642 que se está presentando en sociedad, que ya está en tiendas gourmet y tiendas ecológicas de Granada y que, como decía antes, hoy se podrá comprar en el centro de nuestra ciudad.

Personalmente, me parece algo mágico y misterioso disfrutar de un aceite producido por olivos que tienen más de mil años. ¿Qué no habrán visto esos árboles? Por ejemplo, en 1017 se promulgó el Fuero de León, Berenguer Ramón I era conde de Barcelona y un tal Enrique III el Negro fue elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

 

Y, sin ir más lejos, el reino nazarí que ahora nos parece tan remoto, ni siquiera era un sueño. De hecho, cuando los olivos de Íllora ya eran plantones, la Alhambra de Granada no era más que un insignificante puesto militar.

 

Cada gota de ese aceite LUCIO 642 condensa mil años de la historia de nuestra tierra. Memoria milenaria que va más allá de lo puramente temporal y numérico. Porque si hay un producto que nos identifica como pueblo, ése es el aceite de oliva.

Es un tópico hablar de oro líquido, pero LUCIO 642 es justamente eso: oro. Oro puro. Memoria. Historia. Tradición. Ecología, respeto por el medio ambiente y compromiso con la defensa de un verdadero patrimonio natural de la humanidad.

 

No sé si hoy podré pasar por Plaza Nueva, pero pienso hacerme con un par de botella de LUCIO 642. Una, la usaré para aliñar buenos tomates,  aguacates y cogollos de lechuga. La otra pienso guardarla como pieza de la memoria viva de nuestra cultura y nuestra civilización.

 

Jesús Lens