LOS EXTRAÑOS

¿Han visto “Los extraños”? ¿No? ¿De verdad? ¿Por qué no? En serio… ¿se van ustedes a perder ese peliculón? No deberían, desde luego.

Rash y yo, guiados por el gran gurú en esto del cine fantástico y terrorífico, ese Frankie cuya bitácora nos aconseja Abandonar cualquier esperanza, nos plantamos en unos cines Neptuno casi abandonados para ver esta excelente película. De miedo. Mucho miedo.

“Digámoslo ya desde el principio: “Los extraños” es la película de terror del año” Así comienza la clarividente reseña de Frankie de una película casi, casi de tesis. Modélica. Excelente. Acojonante. Hay varios momentos en que sabes, a ciencia cierta, que te vas a asustar. Y el director -también guionista, debutante, joven y descarado- no hace nada por engañarte. Y te asusta. Vaya si te asusta. Sin necesidad de usar trucos barriobajeros para, cuando estás bajando la guardia, darte el hachazo. ¡Menudos brincos que pegas en el asiento!

Estamos ante una película claustrofóbica en la que, sin embargo, los espacios abiertos son tan amenazantes como los cerrados. En el cine de terror suele hay dos máximas. Una es escapar del encierro. Otra, que termine la noche y se haga de día.


“Los extraños” es tan dura y tan desesperanzada que todo ello da igual. Y no desvelo nada al decirlo ya que el director no quiere que el espectador esté distraído o entretenido, dudando de si se salvarán o no los protagonistas. Da lo mismo. Al comienzo de la película, una voz en off nos habla de los millones de delitos violentos que ocurren en EE.UU. cada año. Y unas inequívocas imágenes muestran el desolador paisaje después de la batalla, sangrienta y violenta.


No puedo sustraerme a comentar una frase del final de la película. Precisamente la que explica el porqué les pasa a los protagonistas todo lo que les pasa. Y que dota de sentido a este nihilista, duro y cruel ejercicio fílmico.

“Porque estabais en casa”. Nunca una frase tan sencilla me había provocado tanto desasosiego, inquietud y malestar. Porque nunca una explicación fue tan brutalmente caprichosa, aleatoria y clarividente. “Porque estabais en casa”.

Siempre he dicho que las películas de miedo dejan de darlo cuando el director/guionista explica el origen, la razón, la justificación del mal. Eso tranquiliza al espectador. Un asesino se convirtió en sádico homicida porque sus padres le torturaban cuando era niño. O porque está poseído por el diablo. O porque se quiere vengar de una afrenta del pasado. O porque una explosión nuclear le convirtió en un demente.

Ante la explicación del mal, parecemos respirar. Uf. Se trataba de una anormalidad justificada. Entonces llega la policía, mata al enfermo, extirpa el tumor de la sociedad y podemos seguir viviendo, tranquilos y en paz.


Pero cuando la justificación para un brutal ejercicio de sadismo frío y calculado es “porque estabais en casa”, ¿que consuelo nos queda? Es como un derechazo en el plexo solar. “Los extraños”, como pasara con “Funny games” de Michael Haneke, es demoledora porque no deja atisbo a la esperanza. Porque nos da una inapelable visión de una sociedad corrompida hasta el tuétano y de la que nada bueno podemos esperar.

Valoración: 9

Lo mejor: la cruel sencillez de una película demoledora.

Lo peor: Teniendo en cuenta que no llega a 90 minutos… nada. Ese grito, quizá.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

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