Las más caras

Cómo estará la cosa para que Amazon trate de frenar la especulación con el precio de las mascarillas. Los paquetes de 100 unidades han pasado de costar 3,95€ en su portal a cerca de 150€. El libre mercado, la oferta y la demanda, funcionando a tope.

Ayer por la mañana me crucé con un grupo de turistas de procedencia oriental. Sólo una de ellas llevaba máscara. Les confieso que, en un acto absurdo e irracional, contuve el aliento, tratando de no respirar hasta alejarme lo más posible de ella. Como cuando pasas junto a un vetusto autobús cuyo tubo de escape echa un humo más negro que Darth Vader.

Las mascarillas se han convertido en un producto de lujo. Da lo mismo que las autoridades sanitarias aseguren que no sirven para nada. Ante la posibilidad de la pandemia de coronavirus, qué menos que disponer de una gasa con elástico que llevarnos a la boca.

Imagino que, dados los precios que se pagan por las mascarillas, habrá quién haya hecho acopio de varios paquetes de 100 unidades. ¿Serán para consumo propio, como el hachís y la marihuana, o pretenderá lucrarse con ellas más adelante, en el mercado negro? ¿Serán las máscaras la moneda de cambio del futuro inmediato, equivalente a los cigarrillos en las películas de cárceles del pasado siglo?

Un amigo ha mandado una oferta casi irrechazable en uno de nuestros grupos de WhatsApp: 50 mascarillas, 39,99€. ¡Que me las quitan de las manos, oigan! Recibió varios memes humorísticos como respuesta, pero no se arredra: “ya veréis la semana que viene, cuando estén al doble de precio”, ironiza.

Y luego está el personaje más deleznable de la semana, ese médico sorprendido cuando se llevaba 300 mascarillas de alta filtración —las máscaras más caras del mercado— del Hospital Clínico Universitario de Málaga, cuyos servicios jurídicos estudian si sancionarle o no. En su defensa, el fulano ha dicho que eran para su pueblo.

Lo que nos queda por ver si se declara la pandemia de coronavirus. Lo más mezquino del ser humano, reventando la fina pátina de civilización que nos rodea.

Jesús Lens