LA NOCHE ES NUESTRA

Hacía tiempo que no veía en una pantalla de cine una película tan redonda, extraordinaria y sensacional como “La noche es nuestra”. Es, sencillamente, impresionante, redonda, majestuosa, perfecta; desde que comienza hasta que termina.

De hecho, ahora mismo no sé qué voy a reseñar en ese autoimpuesto “Lo peor” con que voy terminando mis reseñas en los últimos tiempos. Porque, pasada cerca de una semana desde que la vimos, aún sigo sin encontrarle un pero a la película de James Gray.

Me gusta lo que cuenta (un duelo entre hermanos, uno policía y el otro gerente de una discoteca de moda; que andan enfrentados al tener una visión opuesta de la vida) y, sobre todo, cómo lo cuenta. El arranque, en la disco luminosa, con la transición al triste recinto en que los polis celebran una fiesta, es portentoso, situando a todos los personajes en escena, bien posicionados y definidos.


La música, con los Clash, Blondie o David Bowie, sirve para contextualizar el marco espacio temporal en que acontece la historia, marcando la evolución de los personajes. Sobre todo, desde que se precipitan los acontecimientos. De unas amenazas veladas, se pasa a una situación de violencia seca y áspera, muy en la línea de lo que David Cronenberg nos contara en “Promesas del Este”, igualmente protagonizada por mafias que vienen de la Europa Oriental.


Uno de los personajes sufre un choque tan brutal que, de repente, como le pasara a Michael Corleone en la primera parte de “El Padrino”, se ve obligado a tomar una decisión que cambiará su vida de forma radical. Y, a partir de ahí, James Gray nos sigue conduciendo por los meandros de una historia dura y violenta, descarnada, rasposa y compleja; en la que los personajes evolucionan, cambian y se van viendo transformados por mor de las circunstancias.


Sin estridencias, sin pirotecnia ni fuegos de artificio, solventemente interpretada por unos actores de lo más sobrio y contenido –majestuosos en sus papeles, tanto Joaquin Phoenix como Mark Wahlberg, Eva Mendes y el veterano Robert Duvall están soberbios- “La noche es nuestra” es uno de los mejores thrillers que hemos visto en los últimos años, lo que nos pone en la pista de su director y guionista, un James Grey que no me sonaba de nada y del que, googleando, vemos que también ha escrito y dirigido otras dos películas de títulos tan sugestivos como “El otro lado del crimen” y “Little Odessa” (“Cuestión de sangre” en su traducción española) y que ahora mismo apunto en mi Moleskine negra, en la sección DIL “De Imprescindibles Localización”.


Lo mejor: Todo. Los actores, la historia, la puesta en escena, la dirección, las secuencias de violencia,… ¡¡todo!!

Lo peor: No haber conocido hasta ahora a este James Gray, al que pongo en la lista TASCA: Tipos a Seguir con Asiduidad.

Valoración: 10. Y olé.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

PD.- ¿Había un momento, tirando hacia el final, al que podían sobrar cinco minutos? Bah. Irrelevante. Lo dicho. Una película de 10. Sobresaliente. Imprescindible.