FOTOGRANADA 2010

La columna de hoy en IDEAL, que tiene un error al hablar de la filmación de «El perro andaluz». Hoy me dijeron que no fue una yema de huevo, sino la cabeza de un cordero, lo que se usó. ¡Siempre aprendiendo!

¡Qué miedo, cuando se termina el verano, y algún buen y bienintencionado amigo te invita a su casa, para ver las fotografías de sus vacaciones! También es verdad que gracias a las cámaras digitales, el photoshop y las presentaciones en Power Point, con musiquita, el trago se hace mucho más digerible que cuando había que comerse carros enteros de diapositivas.

No obstante, si alguien intenta obligarte a ver una selección de sus Grandes Momentos del verano -un pen drive puede ser un arma de destrucción masiva, de la paciencia propia y ajena- dile que mejor os vais a disfrutar de un Pincho Andaluz y te lo llevas a cualquiera de los veinte espacios expositivos con que la I Bienal Internacional de Fotografía y Artes Visuales de Granada 2010, discreta y silenciosamente, se ha hecho fuerte en toda nuestra provincia.

En Guadix, Churriana de la Vega, La Zubia, Albolote y diversas galerías y edificios emblemáticos de Granada capital tenemos una fascinante, amplia y diversa oferta expositiva de fotógrafos y fotografías, de las más variadas escuelas, tendencias, orígenes y filiaciones. Son tantas que me permitirán hacer hincapié, de momento, en la imagen que sirve para ilustrar el cartel de FotoGranada 2010: “Un pincho andaluz”, de Pablo Asenjo.

Se trata de un primer plano de un ojo de color verde, atravesado horizontalmente por un palillo de dientes, una imagen muy potente que juega con el imaginario andaluz de la aceituna como aperitivo, pero también con la célebre secuencia de la película de Buñuel, para cuya filmación se utilizó la yema de un huevo. Tradición y posmodernidad clásica, reinventadas en una poderosa imagen a la que su sugestivo título termina de darle todo el sentido.

“Yo es otro”, sostenía provocadoramente el poeta Rimbaud. Una buena fotografía tiene la virtud de convertir al espectador en dos otros. Por una parte, yo es quién mira a través del visor de la cámara y hace la foto, congelando un instante de vida, por siempre jamás. Por otra, yo también es la persona, el objeto, el paisaje fotografiado; el instante decisivo que siempre persiguió Cartier-Bresson.

Durante un mes, del 15 de septiembre al 15 de octubre, Granada se convierte en un paraíso de la fotografía. Resultan muy esclarecedoras las atinadas palabras del Comisario de esta Bienal, David Martínez, en línea con lo que venimos reclamando desde hace tiempo: “hacer de Granada un territorio propicio para la creación y lograr que la ciudadanía sienta como propio el arte de su momento, abriendo fronteras y estimulando la creación original”.

Aunque, para atinado, el último texto del catálogo, que sigue a los generosos Agradecimientos y que se titula, lógicamente, Des-agradecimientos: “Tampoco podemos (no debemos) dejar de denunciar la falta de interés, trabajo, ilusión, dedicación, compromiso, tiempo, dinero, apoyo moral y comprensión de todos y cada uno de aquellos que, mirando para otro lado, no supieron apostar por esta 1ª edición de FotoGranada… estaría de Dios.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.