FENÓMENO LARSSON

Hace unos días publicamos este reportaje en la sección Vivir de IDEAL.

 

Fenómeno, boom, enigma, sorpresa… Con todos apelativos ha sido descrito y calificado el proyecto «Millenium», una trilogía narrativa del escritor sueco Stieg Larsson cuya segunda parte llega a las librerías españolas estos días, dispuesta a arrasar, tal y como ha ocurrido con «Los hombres que no amaban a las mujeres», publicada por Destino y que está en lo alto de las listas de los libros más vendidos desde hace meses.

 

¿Por qué ha triunfado en España, a la chita callando, con total discreción, la novela de un desconocido autor sueco, fallecido en 2004, que no tiene ninguno de los típicos ingredientes de los best-sellers actuales? ¿Cómo ha sido posible que Larsson haya conquistado el mercado sin utilizar enigmas místico-religiosos y sin introducir en sus tramas personajes demenciales inmersos en historias imposibles?

 

Cuando se pregunta a los profesionales por la razón de este éxito, señalan que el «Fenómeno Larsson» es uno de los mejores y más acabados ejemplos de las bondades del boca-oreja como sistema de promoción, como ya se acreditara con «El niño del pijama a rayas». Sin necesidad de desmesuradas campañas de promoción, sin apenas publicidad y sin el concurso de las radios o las televisiones, «Los hombres que no amaban a las mujeres» se ha ganado el aprecio de millones de lectores de todo el mundo.

 

Pero ¿qué es exactamente «Millenium»? Se trata de un proyecto, dividido en tres partes, que consta de mil quinientas páginas, protagonizado por dos personajes principales: el periodista independiente Mikael Blomkvist y su ayudante, una jovencísima investigadora asocial, tatuada y llena de piercings, llamada Lisbeth Salander.

 

La primera de las novelas, la ya famosa «Los hombres que no amaban a las mujeres», cuenta una trama de corrupción económica y financiera, mezclada con la búsqueda de una joven desaparecida. Su mayor virtud radica, además de en los personajes protagonistas, en la sencillez con que está contada la historia y en la compensación que hay entre las diferentes subtramas paralelas de que consta.

 

Además, como señala Paco Camarasa, de la librería Negra y Criminal, especializada en género policíaco, «esta novela bebe de la tradición. De hecho, es una vuelta al mito del misterio del cuarto cerrado, aunque en este caso, el cuarto se transforme en una isla. Una nueva lectura de los clásicos, pero muy bien y oportunamente actualizada.»

 

En este mes de noviembre, el día 25, tendremos en nuestras librerías, por fin, la segunda parte de la trilogía, que tiene un título tan irónico como sugerente: «La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina». Si atendemos a la estupenda y muy interactiva web sobre la Serie Larsson  (http://www.serielarsson.com/index.php) esta nueva entrega de las aventuras de Blomkvist y Salander augura emociones, como mínimo, tan fuertes como las de la primera parte, prometiendo no decepcionar a los fans de la serie.

 

Y, si hacemos caso a las cifras de ventas de la serie «Millenium» en Francia, podemos estar seguros de que la fiebre Larsson continuará creciendo. En el país vecino se llevan vendidos más de dos millones de ejemplares de la trilogía, mientras que en España, sólo de «Los hombres que no amaban a las mujeres», ya se han vendido 300.000 ejemplares en ocho ediciones, sin que el fenómeno parezca dar síntomas de agotamiento.

 

¿Por qué ha tenido tanto éxito este autor? El propio Paco Camarasa nos da otra clave: «Porque ha tenido el enorme acierto de conquistar a dos públicos muy distintos: el lector negro y criminal puro, amante de las emociones fuertes, pero también a los lectores habituales de novela enigma y novela de misterio.»

 

Y lo cierto es que la propia historia de Larsson resulta apasionante. Se trata de un veterano periodista, obsesionado con temas de permanente actualidad, como el nazismo, el racismo o el fascismo. Un periodista militante de izquierdas, colaborador habitual en prensa alternativa que, un buen día, se lía la manta a la cabeza y decide convertir esas obsesiones, filias y fobias vitales en una serie de diez novelas.

 

Sin apenas dinero, trabajando de día en la redacción de una revista y robándole horas al sueño, sobreviviendo a base de cafés y cigarrillos por las noches; Larsson escribió compulsivamente las primeras mil quinientas palabras de su «Millenium»… sin llegar a ver publicada ni una línea ya que, en 2004, un infarto se lo llevó por delante, dejando inconclusa la cuarta parte de un proyecto por cuya herencia ahora se pelean su compañera y sus padres.

 

El escritor sueco volcó en este proyecto toda su experiencia acumulada como periodista a lo largo de los años, consiguiendo imprimir a su vibrante prosa la honestidad de una persona que sigue otorgando a la palabra un valor supremo como herramienta capaz de cambiar las cosas y transformar la sociedad. Y todo ello, transmitiendo una impagable sensación de optimismo, al contrario que otros escritores nórdicos, como el mismísimo Henning Mankell.

 

La expectación ante la aparición de «La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina», por tanto, es máxima. «Larsson – señala el librero negro y criminal – ha sabido actualizar el mito decimonónico de Holmes y Watson a los requerimientos del lector del siglo XXI. Y lo ha hecho, por un lado, introduciendo el desarrollo informático y tecnológico en las tramas de las novelas. Por otro, apostando por el radical feminismo del personaje de Salander, uno de esos arquetipos literarios que marcan una época.»             

 

Para la tercera entrega de la saga, titulada «La reina en el palacio de las corrientes de aire», habrá que esperar al 5 de junio de 2009. Entre tanto, es posible que llegue a las pantallas la adaptación cinematográfica de la primera novela de la serie Millenium, una realización de bajo presupuesto, dirigida por Niels Arden Oplev, con un equipo sueco de artistas semidesconocidos que, por supuesto, también ha levantado la lógica expectación que rodea a todo lo que tiene que ver con este sorprendente, enigmático y adictivo «Fenómeno Larsson».

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.