El ruido y la furia

Cuando vimos aquella batería sobre el escenario sabíamos que iba a ocurrir algo grande. Muy grande. Y así fue. ¡Lo que tuvo que soportar el miércoles por la noche el Teatro Isabel la Católica! Impresionante el nivel de decibelios provocados por un auténtico vendaval: Bill Evans & Randy Brecker, con Simon Phillips.

Una banda All Star para celebrar el 15 aniversario de Soulbop arrasó el Isabel la Católica gracias a unos vientos más abrasadores que el célebre Simún sahariano. Adjetivos como descomunal, brutal y tal y tal se nos quedan cortos. El saxo de Evans, ataviado de blanco impoluto, como si fuera a jugar la final de Wimbledon; repartía el juego con generosidad y la trompeta de Brecker devolvía los mandobles sin inmutarse, impertérrito.

Mientras, Simon Phillips le daba caña a la batería y ponía a prueba los cimientos de nuestro Teatro municipal en una jornada histórica, otra más, propiciada por un Festival de Jazz que cumple la friolera de 39 ediciones.

Hay que darle la enhorabuena a Mariche Huertas. Se estrena como directora en una edición caracterizada por una fuerte presencia femenina en el programa central del Festival. Abrió Melissa Aldana con su jazz más brillantemente académico del Berkeley College neoyorkino y volvió una clásica como Eliane Elías, dejando aromas atlánticos y tropicales, entre la bossa nova y la cadenciosa música brasileña.

Pero fue otro concierto incendiario el que más me sacudió: el James Carter Organ Trío se vació de tal manera que, al final de su actuación, músicos y público convinimos tácitamente en que un bis era impensable, después de aquel despliegue de energía en el que Carter hizo una brutal demostración práctica de qué es y cómo se ejecuta la respiración circular, tocando el saxo sin darse tregua.

Lo mejor de nuestro Festival de Jazz -hago hincapié en el posesivo plural, en primera persona, que a nadie de le olvide- es que abre la mente y permite disfrutar en nuestra tierra de la mejor música que se está haciendo en el mundo. Un lujo accesible que no podemos ni debemos olvidar.

Y un detallazo de esta 39 edición: ya hemos escuchado el que será uno de los grandes discos del 2019. Hablamos del trabajo que Soulbop editará -presumiblemente- con ocasión de su 15 aniversario. Ojalá sea en directo y recoja el vendaval desatado en sus abrasadores directos.

Jesús Lens