El Postpuente

Hoy es uno de esos días complicados. Si ha tenido usted Puente -este año fue moderado y no hubo ocasión de hacer Acueducto- malo. Y si no lo ha tenido, casi que peor. Es 10 de diciembre y, de repente, cobramos conciencia de que ya no hay tiempo. El año amenaza con terminarse y nos quedan un montón de cosas pendientes. Prepararnos para la Navidad, por ejemplo…

¡Que no cunda el pánico! Los días siguen teniendo 24 horas y es conveniente tomarse las cosas con un poco de calma y sosiego, tratando de vencer a la ansiedad. Por ejemplo, hoy es un magnífico día para ir al cine.

Ir al cine, en lunes, es propinarle una bofetada a la realidad. Es una íntima venganza contra todas las convenciones. Es salirse del camino trazado y demostrarnos a nosotros mismos que todavía tenemos un cierto control sobre nuestra vida.

El Madrigal ofrece una película magnífica: “The rider”. Una película preciosa cuya trama se desarrolla en torno a un mundo que podría parecernos ajeno, como es el de los rodeos, pero que tiene vocación universal. Una película sobre el choque entre los sueños y la realidad que, sin grandes alharacas ni dramatismos desbocados, está llamada a convertirse en clásico.

La otra película que proyecta el céntrico cine granadino, sin embargo, me gustó menos. José Mújica es una de esas personalidades más grandes que la vida, pero a “La noche de 12 años” le falta empatía y, paradójicamente, humanidad. Tan centrada en el horror, el dolor y el sufrimiento físico, obvia toda la relación con el factor humano y termina resultándome fría y desapasionada.

Otra cosilla que se puede hacer hoy: ir a una librería. ¡La que se montó con el artículo de Julio Llamazares, vinculando el éxito de Vox en El Ejido con una teórica falta de librerías en la localidad almeriense!

Con las librerías, cines o periódicos pasa siempre lo mismo: lloramos amargamente cuando cierran, dándonos dramáticos golpes de pecho repletos de aspavientos, pero ¿hacemos lo suficiente por insuflarles vida, mientras están abiertos y en funcionamiento? ¿Cuándo fue la última vez que pasó usted más de media hora en una librería, ojeando libros diferentes y hablando con los libreros? ¿Les hizo caso? ¿Cuáles son los últimos libros que compró? ¿Los ha leído, después? ¿Los recomienda?

Y así podríamos seguir pasando este lunes de postpuente…

Jesús Lens