Ciemat con alas cortadas

El famoso y conocido Efecto mariposa, concepto maravilloso de la teoría del caos cuya versión poética reza que el aleteo de una mariposa en China puede causar un terremoto en el Zaidín; defiende que una pequeña perturbación inicial provocada en cualquier sistema, gracias un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande -¿y devastador?- a corto o medio plazo.

No sé si han oído ustedes hablar del Ciemat, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas. Se trata de un Organismo Público de Investigación adscrito al Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, focalizado principalmente en los ámbitos de la energía y el medio ambiente y los campos tecnológicos relacionados con ambos, según se presenta a sí mismo.

Ocupa una posición intermedia en la cadena que va desde la creación de conocimiento básico a la aplicación industrial, de forma que su ámbito de actividad busca siempre servir de puente entre la I+D+i y los objetivos de interés social. En dos palabras: pasar de la teoría a la práctica en una materia tan importante como es la energía.

El Ciemat, no se lo van a creer ustedes, está al borde del colapso, estrangulado económicamente por los recortes que el gobierno ha hecho en I+D+i en estos años. Además, está sujeto a limitaciones presupuestarias que lo aplastan bajo el peso implacable de una burocracia incompatible con un centro de investigación que debería ser ágil y dinámico.

El cierre de un centro como el Ciemat sería una catástrofe para el conjunto de España, pero en concreto para Granada, podría ser letal, dado que es una de las instituciones que más están haciendo por impulsar el proyecto IFMIF-Dones y traer a Escúzar el Acelerador de Partículas en el que tantas esperanzas tenemos depositadas y sobre lo que hablaba en esta otra columna de IDEAL.

De todos los errores cometidos por el gobierno de Rajoy, los recortes en investigación, desarrollo e innovación acabarán siendo los más perjudiciales para los intereses de España, con miles y miles de científicos españoles y mucho españoles investigando en el extranjero, literalmente expulsados por la cicatera actitud de los conservadores más conservadores que en el mundo son.

Ojalá que no nos tengamos que arrepentir en el futuro del inmovilismo de Rajoy y su política de alas cortadas, cuyas consecuencias pueden ser más catastróficas que el Efecto mariposa y, sobre todo, imposibles de restañar durante décadas.

Jesús Lens