¡LIBRANOS SEÑOR!

Cae la noche. Con el cambio de hora y el frío que nos invade, como en el sofá de cada uno, ¡en ningún sitio! Es tiempo de leer. Y las novedades de las distintas editoriales son de lo más excitante. Por ejemplo, ¿puede haber algo mejor en esta vida que recibir un paquete de Negra y Criminal que, además de dos o tres novedades esenciales, incluye esta joya?

Hasta taquicardia me dio recibir «El retorno de los tigres de la Malasia», de Paco Ignacio Taibo II, que vienen más antiimperialistas que nunca…

 ¿Y qué decís del tema Malaya?

¿Y qué me dicen de esta nueva aventura de Myron Bolitar?

¿Y sobre el nuevo personaje de Ian Rankin?

¿Y que tal aprender a ser más eficientes y efectivos? El clásico de Stephen R. Covey cumple 20 años sin haber perdido ni un ápice de su vigencia.

Los chicos de Salto de Página nos han dado otra brutal alegría con uno de sus fichajes más recientes: Ismael Martínez Biurrun y su «Mujer abrazada a un cuervo». Ganador del premio Celsius de Semana Negra, hace un par de años, nos augura fuertes emociones.

¿Y esta historia de Nueva York, de Edward Rutherfurd?

En serio. Ganas dan de pedirse un par de semanas de vacaciones y marcharse a una isla desierta, bien cargados de libros…

 

Jesús Bookman Lens  

AVISOS LIBRESCO-LITERARIOS

I

Nos alegramos de que el próximo mes de noviembre salga a la venta la reedición de la primera novela de Pedro de Paz, «El hombre que mató a Durruti». El texto —una novela policíaca de inspiración clásica— fue galardonado en su día con el premio José Saramago de novela corta.

En su momento y pese a su buena acogida, el libro tuvo una vida breve debido a que se emitió una tirada institucional (producto del galardón que recibió) prácticamente testimonial, lo que hace que, a día de hoy, resulte tarea imposible encontrar un ejemplar.

Por fortuna, la editorial Aladena ha decidido rescatar el texto y ponerlo de nuevo en circulación. Con motivo del relanzamiento, la novela ha sido sometida a un proceso de revisión y corrección y, además, cuenta con el valor añadido de incluir un epílogo biográfico sobre Buenaventura Durruti, escrito ex profeso para esta edición, en el que se incluyen algunos datos inéditos hasta la fecha sobre las circunstancias de la muerte del líder anarquista y, en particular, sobre algunas de las personas que le acompañaban aquel día.

II

CHARLA CON DOMINIQUE MANOTTI

SÁBADOS NEGROS EN LA LIBRERÍA TRAFICANTES DE SUEÑOS

Sábado 6 de noviembre 2010 / 18h-20h

Entrada libre hasta completar el aforo

C/ Embajadores 35 – 28012 – MADRID

Dominique Manotti (Paris, 1942)

UNA GRAN DAMA DEL «POLAR», LA NOVELA NEGRA FRANCESA VIENE A MADRID.

Sus relatos proponen una reflexión sobre un turbio marco social francés, con un estilo tajante y vertiginoso que recuerda a James Ellroy. En su actualidad la novela «Nos fantastiques années fric»(1) ha sido adaptada al cine por Eric Valette en 2009. También ha publicado»Bien connu des services de police» (2) en 2010, una crónica de la política securitaria desde su barrio al norte de la capital.

(1) / (2) – Se puede traducir por «Nuestros fantásticos años de pasta » – «Bien conocido por los servicios de policía»

Novelas traducidas al español Ed. Tropismos – Lengua de Trapo – Alba Editorial

BUDA BLUES

El autor de “Buda blues”, publicada en Seix Barral, es Mario Mendoza, un tipo pausado y tranquilo al que, en los días que pasamos en Semana Negra, veía pasar como de soslayo, sin hacerse notar, con una exquisita discreción. Siempre tuve la sensación de que había un cierto halo en torno a Mendoza.

De todas las presentaciones que tuve la oportunidad de disfrutar en la cita gijonesa, una de las que más honda impresión me causó fue la de “Buda blues”, por lo que no dudé ni un segundo en comprar el libro. Después, sin embargo, sí me dio apuro pedirle a Mendoza que me la dedicara. Y eso que soy un fetichista de las letras y que me encanta atesorar libros firmados. Pero había un algo en torno a Mendoza que me generaba un cierto desasosiego.

Después, al leer “Buda blues”, lo entendí: algo del alma de sus personajes se tiene que haber quedado adherida a un autor que, documentándose para escribir la novela, se metió de lleno en el mundo de los más ácratas y radicales movimientos antiglobalización, en las doctrinas de John Zerzan y, cómo no, en la complejísima, atribulada y atractivísima personalidad de Theodor Zaczynski, más conocido como “Unabomber”.

¿Nos dirigimos hacia el Apocalipsis?

Durante una de las tertulias improvisadas que tuvimos, de madrugada, en la terraza del Hotel Don Manuel, Paco Ignacio Taibo II narraba su visita a la Feria del Libro de Calcuta, ciudad de la que volvió conmocionado al México DF. Y ponía dicha experiencia en relación con la idea que tenemos de que, en caso de una invasión alienígena, los extraterrestres, más evolucionados que nosotros, nos respetarían como civilización. ¿Civilización? ¿Qué civilización?

Y de eso trata “Buda blues”, una novela global, de estilo epistolar, en la que los dos protagonistas cuentan sus respectivas y brutales caídas del caballo, camino de Damasco. Desde Colombia hasta la India, pasando por las favelas de Río de Janeiro y la congoleña Kinshasha, el más reciente libro de Mendoza, nominado al premio Hammett del 2010, cuestiona desde sus cimientos ese Nuevo Orden Mundial que todos hemos asumido, con un cierto fatalismo, como inmutable, necesario y obligatorio.

Y, sin embargo, hay personas que no se rinden y que luchan y batallan por subvertir el orden establecido. Como el misterioso y enigmático Rafael, un personaje que nace muerto en la novela, pero cuya biografía desatará un torrente de vivencias en los dos protagonistas de la misma. Un Rafael al que, leyendo la novela, no podía evitar ponerle toques de ese Gonzalo, el Abimael Guzmán líder espiritual de Sendero Luminoso, que desde sus postulados intelectuales, contribuyó a convertir el Perú en un infierno de sangre y fuego.

 

 

“Buda blues” es uno de los libros capitales que he leído en los últimos meses, que pone el dedo en la llaga de algunos de los problemas más acuciantes que aquejan a la mayor parte de la humanidad y que, con tintes milenaristas y apocalípticos, terminan apelando a lo mejor del ser humano, a su capacidad de regeneración, a su compromiso con la causa de los más débiles y desfavorecidos. Pero sin el más mínimo toque de paternalismo, sensiblería, blandenguería o suficiencia que suelen destilar ese tipo de libros tan bienintencionados como inocuos.

Y, por supuesto, nos sirve para aprender un término, la Resiliencia, sobre el que ya hablamos, hace unos meses. Un término que, con la crisis, está cada vez más de moda, por desgracia.

Una pista: tras el devastador paso del huracán, en Nueva Orleans aparecieron pintadas que decían: “Gracias, Katrina”.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

EL INVIERNO DE FRANKIE MACHINE

Hay personajes que, desde las primeras páginas del libro que protagonizan, se convierten en tus amigos. Amigos invisibles, por supuesto, pero reales. Muy reales. Tanto, que no los olvidarás nunca.

Frankie Machine, el protagonista de la última novela de Don Winslow, es uno de ellos. Desde el arranque de la novela, cuando conocemos la severa rutina de un popular microempresario de San Diego, desde que se levanta hasta que se acuesta, sabemos que ese Frank va a ser un tipo de ley, uno de esos personajes que, durante muchas páginas, van a ser más personas de carne y hueso que de mero papel.

Winslow nos enseña sus cartas desde el principio: quiere que amemos a Fran, incondicionalmente y sin fisuras. Por eso nos lo presenta perfectamente integrado en la sociedad, como un ciudadano modelo al que sus vecinos quieren, respetan y admiran. Un currante de tomo y lomo, un prócer de la comunidad, un filántropo que ayuda a quiénes más lo necesitan.

Pero esa presentación, cuando una tormenta anuncia la llegada de “El invierno de Frankie Machine” a San Diego, apenas ocupa un primer deslumbrante capítulo descriptivo-costumbrista que, sobre la marcha, dará el giro que todos esperamos en una novela de Don Winslow, autor de aquella memorable, celebrada y brutal “El poder del perro”, que glosamos con pasión.

Porque antes de ser el Ciudadano Fran, como pronto tendremos ocasión de comprobar, el protagonista de esta adictiva y espectacular novela fue Frankie Machine, letal, frío, leal y profesional, muy profesional. Una máquina… de matar, por supuesto. Al servicio de la mafia.

Ea. Ya está dicho. Mafia.

A ver. ¿Qué has pensado cuando has leído “mafia”? ¿Qué imagen se te ha venido a la cabeza?

Posiblemente, el fotograma de alguna película o uno de esos diálogos cinematográficos tan potentes que hoy ya forman parte de nuestro acervo cultural más integrado y aceptado: “Ten cerca a tus amigos, Michael, pero ten más cerca aún a tus enemigos”. Porque la mafia es algo que el cine nos ha hecho familiar, cercano, atractivo y glamouroso. La televisión, sin embargo, se encargó de poner en solfa dicha imagen idílica y shakesperiana de la mafia.

El tránsito fue: de la magnificencia de los Padrinos de Coppola a la desmitificación de los Casinos y los Good Fellas de Scorsese para llegar al exacerbado realismo de Los Soprano.

Y de todo ello bebe “El invierno de Frankie Machine”.

No sé si, dicho todo esto, habrá que añadir algo más. En una frase: “el autor de “El poder del perro” novela la mafia americana, desde los años 60 hasta la actualidad”.

¿Puede haber algo más atractivo para leer, a nada que te llame la atención lo negro y criminal? En realidad, aunque no te la llame, vas a disfrutar con la biografía de un personaje tan atractivo como singular al que, a buen seguro, no tardaremos mucho en ver en una pantalla de cine (*). O, si tenemos suerte, en una pantalla de televisión.

¡Ya veremos!

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

(*) Un sencillo googling nos señala que el proyecto de llevar a Frankie Machine al cine pasó de las manos de Scorsese a las de Michael Mann, grandes pesos pesados… 😉