LIGA ACB & ESPARRAGO RUN: DE LA DECEPCIÓN AL FELIZ KATXONDEO

Aunque algo apuntamos hace unos días, no quise hablar de ello más extensamente para que no se me acusara de ser un madridista dolido por la eliminación de su equipo en la ACB. La liga de baloncesto ¿profesional? de este nuestro país.

Pero como anoche cayó la Penya, el equipo más espectacular del año y el gran favorito para hacerse con el título –miren la encuesta de la MG (Margen Derecha) de esta bitácora, por ejemplo –ya podemos hablar desde un punto de vista neutral, como aficionado al baloncesto y no como seguidor de un equipo concreto.

El caso es que la liga ACB comienza allá por el mes de octubre. Y junto a equipos del potencial del Real Madrid, Barça o TAU, hay una enorme cantidad de conjuntos pequeños, entre ellos el CB Granada, que juegan una competición distinta: la de no descender. Así, el año baloncestístico, la conocida como Temporada Regular, va aconteciendo sin muchas emociones. Los equipos de Murcia, Fuenlabrada, León, Menorca y alrededores van perdiendo sus partidos con los grandes, aunque de vez en cuando den una sorpresa que, en realidad, da lo mismo. Porque donde se gana la Liga ACB es en los Play offs o eliminatorias por el título.

Para tener a favor el factor cancha, quedar lo más arriba posible en la clasificación es importante. Pero nada más. De hecho, el factor cancha es más importante cuánto más largas son las series de play off. Porque, como este año de ha puesto de manifiesto, en las ridículas series al mejor de tres partidos, un error hace que estés eliminado.

No se trata de sostener que las victorias de Unicaja y Barcelona sobre Real Madrid y Joventut hayan sido injustas. Ni mucho menos. De lo que se trata es de criticar un sistema competitivo en el que se escamotea la competición. Un error, y a la calle.

Para eso ya tenemos la Copa del Rey. O la Final Four de la Euroliga. Un error, y a casita. En la ACB se habían implantado las series al mejor de cinco partidos. Un error, por tanto, era salvable. Pero la ACB no cree en su producto. La televisión no cree en el básket ACB y, este año, han decidido quitarse de en medio la Liga de baloncesto lo más rápidamente posible para centrarse en la Eurocopa de fútbol y el las Olimpiadas de Pekín.

En la NBA, las series son al mejor de siete partidos. Ello hace que puedas ver duelos fascinantes durante, al menos, cuatro noches. La prensa española aprovecha para hacer reportajes sobre Tim Duncan, sobre Gasol, sobre entrenadores como Popovic o Jackson, etcétera. Las eliminatorias de la Liga ACB, sin embargo, apenas merecen un recuadro de un cuarto de página. Porque antes de empezar, ya han terminado.


Para estos play offs, no hacía falta una temporada regular (mediocre) como la que hemos tenido. Señores de la ACB, si ustedes no creen su producto, nosotros tampoco. Lo sentimos.


Así que, vayamos con la parte lúdica y festiva del deporte popular: el Espárrago Run, la carrera del Circuito de Fondo de la Diputación que me ha permitido sacar pecho frente a mi Sacai, que se vino a ver la prueba y se encontró con la agradable situación de que su Patón favorito llegaba excelentemente colocado en la carrera, batiendo incluso a su Alter Ego, José Antonio Flores, para escándalo de todos los concurrentes.

Fue bonito llegar bien colocado, recoger la bolsa del corredor y ver cómo, por detrás de mí, la cola era interminable. Sentirse ganador, campeón, figura, etcétera, etcétera. Pero no mantuve la impostura demasiado tiempo, no fuera a ser que mi Sacai se creyera, de verdad, que mi evolución como corredor me había hecho pasar, en seis meses, de ser un trotón del furgón de cola a ser la máquina que arrastra a los vagones del tren.

Lo que pasó es que un garrafal error de la organización, que no había señalizado bien el recorrido, metió a un extenso grupo de corredores por un patatal infumable de un kilómetro y medio extra de recorrido que, a los afortunados trotones de mitad de pelotón, nos fue felizmente eliminado de nuestro peregrinar de once kilómetros y medio.

O sea, que no es que hiciera uno trampas para quedar bien parado delante de su chica, recortando kilómetros o haciendo fullerías por el estilo. Es que los elementos se conjuraron para hacer real la célebre máxima bíblica de que los últimos serán los primeros y, por una vez, me presenté en la línea de meta mucho antes de lo que, por justicia atlética, me hubiera correspondido.

No sé qué harán ahora con las clasificaciones y los tiempos. No sé qué pasaría con los trofeos de las mujeres. No sé cómo resolvería todo el entuerto porque, ante la ausencia de un mínimo consenso bírrico, Sacai y yo salimos huyendo del frío de Huétor Tájar y nos vinimos a una Granada desolada por el Corpus, para cenar una fondue en la Bella Dona, donde nos pasó una cosa con el postre, el camarero y el dueño del restaurante que les voy a contar a ver qué les parece, recabando su opinión y parecer.


Pero será en otro momento. Que vamos para las mil palabras, ustedes están hartos de leer y yo me voy a ir a correr un rato. En plan campeón. ¡Viva el Espárrago Run!

Fotos de la cámara del Compae, hechas por él y su esposa Meli, sacadas de Diario de un Corredor.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

EL TIEMPO ESTÁ LOCO

Me gusta mucho esta imagen que nos mandó Abel. ¿Estamos en primavera? ¿En otóño? ¿En invierno? En un día, las temperaturas han caído 14 grados y damos saltos súbitos en las casillas de esa imagen.

Hoy, ya entrados en mayo, corriendo la prueba de La Amistad del Circuito de Fondo de la Diputación, hemos pasado más frío que en Armilla en Febrero, mismamente. Pero ha sido una excelente carrera en la que la Marcha Verde ha dejado su impronta, con Javi, Abel, José Antonio y Mario en cabeza y un servidor, Paco el Compae, José Manuel y Álvaro- de nuevo corriendo- algo más atrasados, pero todos batiéndonos el cobre en las empinadas calles de La Zubia, Cájar, Huétor y Monachil. Víctor y Antonio, aún andan digiriendo los excesos cometidos en la MAPOMA. Pero la crónica de la carrera la hará José Antonio en su indispensable Diario de un Corredor.

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Por cierto, que para entender porque nos levantamos un domingo a las 8 de la mañana, lloviendo y con frío y, en vez de quedarnos en la cafetería leyendo el periódico, nos vamos a correr, nada mejor que leer este extraordinario poema, en el Diario de Flores, que comienza así:

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Ya sabéis qué hacer para seguir leyendo… hasta la mitad. Porque la otra mitad del poema está en otra bitácora hermana: la de Paco Montoro.

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Por cierto, Alter, que para el Proyecto Florens voy a meter una reseña literaria de una novela negra. A ver si ligamos bien dos de nuestras aficiones favoritas.

Jesús Lens.
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VIVA EL C.B. GRANADA

4.23 am. Llueve. Venimos tocados, borrachos y, hasta cierto punto, ciertamente alcoholizados. Cambiamos en último extremo las entradas de Roger Waters por el C.B. Granada. Una misión suicida y, joder, ganamos. Con nervios e incertidumbre, Y ganó Murcia. Y ganó Canarias, y estoy cebollón perdido, pero tendremos un año más de ACB.

Y por todo ello, viva el C.B. Granada, Pepe, Jorge, Sacai, Álvaro, Vicente y el fiestón que nos hemos pegado…

13.09. Amenaza lluvia. Estamos tocados, resacosos y, hasta cierto punto, ciertamente hechos fosfatina. Nos depertamos con un infernal dolor de cabeza y con las tripas licuadas. Demasiados excesos para un cuerpo que ya no está para estos trotes. Tras un café, medio litro de agua y un gelocatil, hemos leído en IDEAL la crónica del partido, las opiniones de los jugadores, análisis técnicos, etcétera. De toda la galería de fotos que tiene la multimedia del periódico, me quedo con ésta de González Moreno, que resume bien lo que fue una victoria agónica:

«Pops un puñado de dólares»

Un tipo al que se ficha un lunes para que juegue un partido un viernes, defendiendo los colores de un Club que nada le dice y que lucha, pelea y disputa cada balón como si se estuviera jugando la vida en cada lance. Un profesional de altura y de impacto al que le debemos la permanencia en ACB ya que, sin él, el TAU nos habría mascrado. Estuvieron, también, los triples de un Pecile o los puntos de Gianella. Los rebotes de Juanpi, las penetraciones de Stepanovic o los lanzamientos de Page y Martín. Pero sin Pops machacando el aro rival de forma inmisericorde, taponando y reboteando como un coloso… ahora mismo estaríamos en la LEB.

Por todo ello, mucha gracias, profesional del baloncesto, por erigirte en un solitario remedo de Clint Eastwood que, en en el ocaso de una tarde lluviosa, paraste en Granada para, con tus certeros lanzamientos, hacer justicia y conseguir que tengamos el mejor baloncesto de España, un año más, en una Granada que se lo merece.

PD 1.- Para evitar los errores de este año, ya saben. A empezar a trabajar desde el mismo lunes.

PD2.- El CAI también estará en ACB. El año que viene, la permanencia, será más complicada. Pero nos congratulamos de que los hermanos maños estén otra vez en la élite. Ricardo, nos vemos en las gradas.

Jesús Lens.

CORRIENDO DESDE LA BARRERA

El domingo estuvimos corriendo en Alhama. ¡Cómo me gusta utilizar el plural cuando hablamos de correr, el ejercicio individual por antonomasia!

Abel, José Antonio, Javi, Roberto, Cristian, José Manuel, Mario, Paco el Compae, José María, Paco Pepe, Edu, Jose… todos ellos son ya rostros reconocibles, palabras amables y sonrisas sinceras, cada dos semanas, en distintos puntos de nuestra geografía más cercana. De Armilla a Baza, de Alhama a Albolote… van cayendo las pruebas del Circuito de Fondo de Diputación y cada domingo es mejor, más agradable, más agradecido que el anterior.

Javi, José Manuel y un servidor, calentando en Alhama.

En Alhama hizo mucho calor y su circuito, unos once kilómetros y medio, fue duro y exigente. Tenía tres cuestas de padre y muy señor mío, que nos hicieron perder el resuello y tensar al máximo, desbocándonos el corazón.

El caso es que, aún partiendo de posiciones rezagadas, fui adelantando a mucha gente, siguiendo la estela de un José Antonio que, como él mismo cuenta en una memorable entrada de su Diario de un Corredor, afrontó la carrera de forma tranquila y conservadora, al guardar (mal) recuerdo de la misma.


Arrastrándome por las calles de Loja. Creo.

En la primera cuesta, de más de un kilómetro de longitud, me encontré fuerte. Hasta llegué a coger a Jose, en un pique contra mí mismo que me encantó ganar. Sin embargo, el descenso me cobró factura. Las rodillas y los tendones me ardían. Bebí agua desesperadamente y afronté la siguiente subida con menos ganas. Empezaron a pasarme colegas atletas a los que había adelantado en la primera cuesta.

Y, sin embargo, dónde me desinflé fue en la vertiginosa bajada que nos conducía de nuevo a Alhama. Al contrario que el célebre personaje televisivo… ¡¡¡cómo sentía las piernas!!! Demasié.

En la plaza del pueblo, Javi y yo seguimos los consejos de Abel y metimos las piernas en la fuente de agua bien fría, para expulsar la sangre acumulada y repartirla, de nuevo, por el resto del cuerpo. Nos rehidratamos con un par de birras frescas, intercambiando opiniones con el resto de amigos y corredores, algunos de los cuáles no tuvieron agua en mitad del recorrido. Esta vez no me pude quedar a compartir unas Verdes. Tenía maldita la prisa, siempre corriendo.

Con Javi y Abel, en la previa de Alhama.

Después, en casa, me lamentaba por no haber sido capaz de mantener el ritmo de carrera durante los dos últimos kilómetros, culpándome por no haber bajado de peso y por no haber entrenado más duro. Lo hablaba con Álvaro (al que ya se le ha terminado la temporada de baloncesto y, por fin, ha vuelto a las carreras) por teléfono y él, fiel a esa sabiduría ancestral que siempre le acompaña, me preguntaba:

– ¿Dónde estás ahora?
– Sentado en la terraza de casa.
– Ya duchado y después de haberte bebido un litro de agua ¿verdad?
– Pues sí.
– Es que se ven muy bien, los toros, desde la barrera.

Es verdad. Una vez que terminamos una carrera, siempre nos da por pensar que podríamos haber apretado más el paso, haber aguantado el ritmo de un colega, haber atacado más fuerte… Y lo importante no es eso. Lo importante es presentarte, dentro de dos semanas, en La Zubia, en la carrera de la Amistad, a dejarte la piel en el asfalto, compartiendo con cientos de atletas vocacionales una afición común. Soñaremos con los presumiblemente brutales 18 kilómetros alpujarreños, o con la media maratón del melocotón, pensando en hacerlo un poco mejor que la vez anterior.

Y, ahora sí, tenemos que empezar a plantearnos, de forma seria, el asalto a la prueba que, de terminarla, te consagra como fondista acreditado y reconocido. Sí. Hablamos de los 42 kilómetros y 195 metros. Hablamos de la maratón. ¿Será en Sevilla? ¿Será en Valencia? ¿Será la MAPOMA de Madrid?

MAPOMA. Hemos de dar la enhorabuena a dos compañeros de ese grupo de amigos de Las Verdes, Víctor y Antonio, que el domingo entraron en la leyenda, al terminar su primera participación en la Maratón Popular de Madrid con unos tiempos esplendorosos. José Antonio y Mario ya lo hicieron.

Corredor Zen

Ahora, el reto es para Abel, para los dos Javis, para Álvaro y, por supuesto, para este jamelgo trotón cada día más picado por las suelas y el asfalto, las largas distancias y el sencillo ejercicio del, paso a paso, correr siempre. Seguir corriendo.

Jesús Lens.

PD.- Mis tres fotos son cortesía de Granadafotosfondo. ¡Muchas gracias, colegas!