Benditos bares

La primera en darme el queo fue María. Que lo viera. Que me iba a gustar. Luego fue Sacai quién me sugería que pidiera derechos de autor por el anuncio ya que sus creativos, fijo, habían leído y se habían inspirado en «Café-Bar Cinema» a la hora de darle forma al guion.

Y es verdad que hay partes del texto que se parecen a esta declaración:

«Bares hay a cientos de miles. Los auténticos bares de película, sin embargo, son más escasos, por mucho que estos establecimientos sean, por antonomasia, los lugares en que las personas de todas las culturas, tiempos, extractos, orígenes y condición se reúnen para relacionarse entre sí, divertirse, dirimir disputas, trazar planes, hacer descubrimientos, conocer gente, ligar, enamorarse, consolidar una relación o darla por terminada. En los bares, se comprende la vida, en una palabra».

O esta otra parte de la introducción a cBc:

«Pocos lugares más rebosantes de vida que un buen bar o café. Si las paredes hablaran, las de los garitos de medio mundo recitarían latín. Porque, desde que el hombre es hombre, ha buscado lugares comunitarios en los que compartir su ocio y en los que, de forma relajada, acompañándose de excitantes bebidas espirituosas, ha dado rienda suelta a sus fantasías más desaforadas y a sus pasiones más íntimas. Ha confesado sus sueños imposibles, ha pronunciado sus discursos más memorables y ha declarado su amor a las causas más improbables. Y es que, tal y como cantaba un grupo con nombre muy cinematográfico, Gabinete Caligari, “no hay como el calor del amor en un bar”. O, como reza en la cafetera que tienen en el hospital del Doctor House, “cheaper than Prozac”. Más barato que el prozac».

Es bonito, volver sobre estas palabras, páginas y textos. Como siempre es bonito volver a los buenos viejos bares que están en el imaginario de nuestra vida.

Por todo ello… ¡claro que me ha gustado el anuncio! De hecho, ya lo decíamos antes de verlo, en ese Facebook que tanto nos gusta: «¡tomemos las calles, llenemos los bares, salgamos fuera!»

¿Cuándo y dónde, la próxima Alhambra Especial?

En Twitter: @Jesus_Lens

 

El Cuate

El Cuate, mi Cuate, podría parecer que me está pidiendo una explicación. Incluso, algún malpensado podría pensar que está pidiendo pasta, para pagar las Alhambras. Pero si veis los vasos, están llenos. O sea que no. Esta foto, de nuestro gran Colin Bertholet, tomada el día de la presentación de «Cineasta Blanco, Corazón Negro», muestra a mi Cuate en una actitud claramente interrogativa y, a la vez, imprecativa:

- ¿Y el próximo On the road? - Pronto, Cuate, pronto...
– ¿Y el próximo On the road?
– Pronto, Cuate, pronto…

En Twitter: @Jesus_Lens

Todo

Me ha encantado esta foto que, hoy, ha publicado en su Facebook Rigoletto Bloguero. Ya sabéis que tenéis una serie apócrifa sobre Actitudes y esta me parece que es la actitud correcta, para los tiempos de corren. Valentía, desparpajo, concisión, generosidad y amplitud de miras. Y de cocina. Y de barra. ¡Y de todo!

Todo

Gracias, querido Rigoletto, por compartir y sacarnos una sonrisa.

 

¿Me sigues en Twitter? @Jesús_Lens

Embarrados en Las Vegas

Una noche. La barra de un bar. Unas birras. Y contarlo. Arrancamos mi Cuate Pepe y yo el proyecto #Embarrados en un día extraño: el miércoles en que el Real Madrid y el Barça jugaban el primer partido del siglo del año, en la Copa del Rey.

Además, había buen jazz, en el Magic, en los bajos de la plaza de toros de Granada.

¿Por dónde empezamos #Embarrados? ¿Qué garito elegimos?

Preguntamos a los amigos y nos dan ideas y propuestas. Una de ellas, con un nombre tan clásico como Las Vegas.

Contactamos con Burgos, uno de nuestros compañeros Gastrocafre que, jugando al baloncesto, es un certero estilete cortando la zona.

Se suma.

Aquí, Burgos y un servidor. Este garito no era Las Vegas, pero el espíritu, aun sentados, era claramente Embarrado
Aquí, Burgos y un servidor. Este garito no era Las Vegas, pero el espíritu, aun sentados, era claramente Embarrado

Un poco antes de las 21 horas asomamos por Las Vegas. Ya no quedan banquetas ni mesas libres. El partido, transmitido en exclusiva por Canal +, obliga a los forofos a salir de casa y el bar está bastante lleno. Después lo estará más.

¿Qué pretendemos con #Embarrados? Nada, en realidad. Se trata, solo, de contar cómo son los bares por los que vamos pasando. Comentar sus tapas y raciones. Y tratar de transmitir al espacio sideral un poco de alegría, basada en algo tan sencillo como es salir de cañas.

Tres Alhambras Especiales. Bien frías. Y un sándwich de jamón y queso como tapa.

A ver. En Granada, la tapa es obligatoria. Y gratuita. Si piensas montar un bar, tienes que saberlo. Y asumirlo. Si no, te arruinarás ya que no tendrás ni un cliente.

En Granada, el tapeo es una religión. Y, como en todas las religiones, hay distintos tipos de interpretaciones, escuelas, profetas, herejías y excomuniones.

Por ejemplo, Las Vegas es un bar que apuesta por el Maximalismo, como bien apuntaba Colin en sus comentarios a las fotos que íbamos colgando en Twitter y Facebook.

Porque después del sándwich llegó un plato de mini-salchichas Frankfurt con salsa. Y patatas fritas. Y, a la tercera… ¡una hamburguesa! Completa. Con su ketchup, claro.

¡Así son las tapas maximalistas de Graná!
¡Así son las tapas maximalistas de Graná!

Esa imagen, hizo sangre en Zaragoza. Allí, nos dice Ricardo, si pides gratis una tapa a un camarero, le da la risa. Y, si le pides una hamburguesa, lo mismo se mosquea. ¡Y es que todavía tenemos que engranizar la hostelería española! Para eso, quizá, #Embarrados pueda aportar un granito de arena. O un gramito de cebada. Bien licuada.

Las Vegas es un bar de los de toda la vida, populoso, apreciado por los estudiantes de la cercaba facultad de Medicina para tomar algo al salir de clase. Con sus parroquianos habituales, que entran saludando a otros parroquianos por su nombre, sin que sea necesario que tengan que pedir para que el camarero sepa qué servirles.

Mi Cuate Pepe se acuerda de que antes del bar, en aquel local hubo un asadero de pollos, años ha. Uno de los primeros de Granada. Al menos, que él recuerde. Y se le iluminan los ojos al evocar aquel primer pollo asado que se comió, el olor de la carne cocinándose, la salsa… ¡Ays!

Vemos el fútbol, pero hablamos de baloncesto. Algo del trabajo, pero poco. ¡Mejor! El partido es intenso. Caen las birras. Y unas croquetas. Y una pizzeta. ¡Somos la envidia de la Red!

Y es que nos gustan los bares. Bares de barrio. Bares de pueblo. Bares con personalidad. Bares humanos.

¿A cuál iremos la semana que viene? ¿Será maximalista o minimalista? ¿Tendrá buena música? ¿Y las tapas? ¿Será un reducto de madridistas como Las Vegas? ¿Cuándo iremos?

Ni idea. Solo sabemos que, un día, nos embarraremos. Y lo contaremos.

El postre, en el Magic Club, escuchando jazz
El postre, en el Magic Club, escuchando jazz

Porque hay que contar las cosas buenas, sencillas y agradables que nos mejoran la vida. Y pocos placeres como el de juntarse unos amigos, junto a la barra de un buen bar, para apurar un buen puñado de Alhambras.

Ya sabes.

#Embarrados…

Jesús Lens

A ver, los 31 de enero de 2009, 2010, 2011 y 2012

¡Más cultura! ¡Más Alhambra!

De cara a este fin de semana, una doble recomendación que, en realidad, es una:

Aquí había una preciosa foto de la Alhambra, por la noche y con luna. La Sierra, entera cubierta de nieve al fondo. Pero su autor se ha puesto en contacto conmigo a través de un despacho de abogados instándome a eliminarla, lo que acabo de hacer.
Una Alhambra, a la luz de la luna

 

Por la noche, una Alhambra bien fría.

La Alhambra, ¡un monumento!

O dos.

Jesús Alhambradicto Lens

¿Y los 14 de septiembre de 2008, 2009, 2010 y 2011?